Capítulo Diecinueve Necesitando a una Amiga

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Luego de pasar un sábado muy especial con Helena y su Princesa Milly, Jazmin estaba más tranquila sus miedos se habían disipado después de la emotiva y sincera conversación. Ahora mantenía su pensamiento fijo en una persona: Florencia Estrella. Su paciencia se perdía por momentos, nada la distraía lo suficiente y las paredes de su apartamento le resultaban asfixiantes; necesitaba salir y drenar. Decidió llamar a Carla.

─¡Hola Amiguis! ¿Qué te paso? No supe de vos por dos días.

─¡Hola Carli! Discúlpame, mi vida está dando giros a una velocidad asombrosa.

─Eso suena interesante. ¿Queres contarme?

─Hoy como nunca te estoy necesitando amiga. ¿Decime dónde nos encontramos?

─ En media hora estoy en tu casa. Por el tono de tu voz me parece que comeré mucho helado.

─Todo el que quieras corre por mi cuenta. Gracias, aquí te espero.

Al llegar Carla a su casa Jazmin se abrazó a ella con fuerza y el llanto surgió al instante. Carla supo enseguida que su amiga pasaba por un mal momento.

─Tranquila, ya estoy aquí. Cálmate y charlamos. Todo va estar bien.

─¡Ay amiga! ─intentado expresarse pero sus lágrimas continuaban inundando sus ojos. Carla tomo su rostro entre sus manos y la miro angustiada.

─¡Jaz! Trata por favor de calmarte. Sé qué estás mal pero si no me cuentas. ¿Cómo te ayudo? ─Jazmin asentía y tomando una respiración profunda comenzó a tranquilizarse. ─¿Queres un poco de agua?

─No, estoy bien.─ limpiando sus ojos. ¿Te acordas que la noche anterior a mi entrevista hablamos y te comente que presentía que algo sucedería?

─¡Si! Al igual que recuerdo me dijiste que no podías dormir. Que ir a esa entrevista te angustiaba.

─La persona con la que me entreviste se llama Florencia Estrella, por Lucia supe que es crítica de arte. Ella resulto ser la mujer de mi sueño. La mujer que plasme en mi pintura. Esa mujer que amo sin conocerla.

─¿Me estás jodiendo? ¡Eso es increíble! ─el rostro de Jazmin reflejaba una mezcla de alegría y tristeza. Carla no salía de su asombro, miraba a su amiga, tocaba su cabello hasta que finalmente. ─¿Y qué paso? ¿Qué le dijiste? ¡Ay Jaz! Estoy realmente impresionada. ¿Cómo es que pasan estas cosas? No entiendo nada; aunque por tu expresión puedo interpretar que estuvo mal ese encuentro.

─Te diré que fue exactamente como lo presentí, mitad agradable y la otra no tanto. El hecho de haberla encontrado y saber quién es me tiene experimentando miles de sensaciones tan maravillosas.

─Contame los detalles, te lo pido por favor. Te prometo que no te interrumpo.

Jazmin no se esforzó en recordar de su boca salieron con tal exactitud todas las palabras para describir lo que vivió con Florencia desde el principio hasta el final; el haberla confundido con otra persona, luego escuchar una voz conocida que la llamaba por su nombre y que resultara ser la chica dulce del restaurant, su casi desmayo al verla, cuando se volteó para encontrarla, sentir su contacto. Cuando volvieron a compartir un momento en el baño y recordaron aquella noche en el restaurant, la primera coincidencia, el no poder apartar sus ojos de ella, la segunda coincidencia, su osadía al decirle lo hermosa que era, su reacción al halago, el coqueteo entre ambas, la llamada de su novio.

─¡La puta madre! ¿Cómo que tiene novio la mina?

─Si lo tiene. Y por mi imprudencia todo se fue a la mierda.

El destino tiene otros planes  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora