SERIAL KILLER || Hank X Connor [Detroit:BH]

X. No es cierto.

La vida era algo que había aprendido a apreciar. Animales, flores, humanos, paisajes extraordinarios; la vida era maravillosa. Su infinito espacio de almacenamiento guardaba información nueva todos los días, su led se mantenía en amarillo casi todo el tiempo porque le encantaba pensar y analizar las cosas, encontrar el porqué de todo.

En su agenda colocaba cada actividad y la cumplía con puntualidad, su ropa siempre estaba perfectamente planchada y no permitía la existencia de ni una arruga, así era él; un hombre que amaba vivir.

Como de costumbre procede a hacer su trabajo junto a sus compañeros, siendo un divergente el mundo se había abierto para él y tenía que pensar como un emprendedor, el futuro le pertenecía a los androides, y él estaba dispuesto a ser parte del futuro.

El mundo era maravilloso.

Si tan solo Connor pensara igual...

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Octubre 15, 2039.
16:33 hrs.
Casa de Hank.

En ese momento no sabía con exactitud si estaba molesto, asustado o conmocionado; su casa estaba repleta de oficiales que investigaban lo sucedido y no estaba resultando muy bueno para su humor que entre ellos murmuraran cosas sobre él.

Del congelador saca hielo para meterlo en una bolsa y ponerlo sobre la contusión en su cabeza. Dolía un infierno. Se sienta en el comedor para ser interrogado, era muy extraño estar en el papel de la víctima ésta vez.

–Debes contarnos paso a paso lo sucedido. –Comenta el detective de turno que se sienta frente a él. Hank lo mira, ¿Qué había pasado? Lo piensa durante unos largos segundos.

–El asesino de nuestro caso... –Comienza, pero estaba muy confundido. Presiona el hielo sobre su piel y cierra los ojos para centrar su mente en el punto de la investigación– Sus motivos, nosotros, es decir, tiene motivos personales para asesinar gente, al parecer quiere algo de Connor y también de mí.

Era cierto, Connor. ¿Y Connor? ¿Dónde estaba Connor? ¿Por qué medio departamento de policía estaba ahí? ¿Acaso había despertado en el piso? ¿Estaba ebrio? Se sentía mareado, estaba pasando por un episodio turbulento, como si todo a su alrededor estuviera agitándose de un lado a otro.

Aprieta los ojos con fuerza esperando devolver su mente a su lugar, pero cuando los abre y ve a Sumo sentado a su lado con un adorable rostro de preocupación, levanta las cejas; ¿Cuándo demonios le habían comprado a Sumo ese horrible sombrero? Era la cosa más fea que había visto, no merecía estar sobre su perro. Estira la mano para quitarlo pero no puede tomarlo, entonces Sumo se aleja volando. Rasca su barbilla.

– ¿Estoy ebrio o drogado? –Pregunta tras concluir que no estaba en sus cinco sentidos, se muerde con fuerza el labio para no reír cuando ve al detective bailando polka.