SERIAL KILLER || Hank X Connor [Detroit:BH]

V. Una antorcha.

—Estúpido androide.

Pasa el pulgar por la húmeda botella de cerveza helada.

C. Pocas habían sido las ocasiones en que volvía a su antiguo vicio desde el pasado año, pero el ánimo que tenía lo ameritaba.
O. Se sentía viejo. Con anterioridad aquello no le había afectado pero al parecer su crisis de los 40 se había atrasado 14 años.
N. Remplazado. Seguramente Connor estaría resolviendo interesantes asesinatos con algún otro oficial de turno.
N. La herida en su pierna no subía para nada su ánimo de ninguna manera; tardaba en sanar y sólo quería que Connor volviera.
O. Sólo... Sólo quería que Connor volviera.
R. Tendría que buscarlo.

Las gotas que caen por la superficie fría del vidrio se llevan las letras escritas.

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Octubre 7, 2039.
10:52 hrs.
Departamento de policía de la ciudad de Detroit.

Hank se traslada por las oficinas arrastrando su pierna herida y apoyándose en un horrible bastón que le hacía sentir anciano. Devuelve los saludos cargados de buenos deseos de parte de oficiales novatos pero sigue su camino sin darles mayor importancia.
Sólo había estado fuera una semana, pero él lo había sentido una eternidad, y es que no era un trabajador estrella pero si Connor se negaba a visitarlo, ¿Qué más podía hacer? Únicamente yendo lo forzaría a pasar tiempo con él.

— ¿Qué demonios, Gavin? —Pregunta cuando ve al odioso detective sentado en su silla, con los pies sobre el escritorio.

— ¡Teniente! —Levanta las cejas con una sonrisa maliciosa, o quizá era su mirada que todo el tiempo le hacía parecer que tenía algo malo en mente— Me pusieron a hacer su trabajo temporalmente. ¿Usted cree? He tenido que ver a este estúpido androide mientras usted no ha estado. —Señala a Connor que recién se acercaba al par de policías con un vaso de café. Lo deja junto a Reed.

—Teniente. —Esta vez el androide es el que habla. El contacto visual es mínimo, Connor se niega a verlo a los ojos pero el led en su cabeza que actualmente estaba en rojo le daba a conocer a Hank que su sistema estaba inestable. El hombre de cabellos canos toma el brazo de Connor y lo jala consigo, alejándose en pasos lentos.

— ¿A dónde te llevas a mi jodido androide? —Pregunta Gavin con su molesta voz, Hank debía ser tolerante si quería conservar su trabajo.

—Vete a la mierda, Reed. Es mi compañero. —Muestra su dedo medio sin siquiera voltearlo a ver. Era demasiado viejo como para ponerse a pelear con un estúpido detective prepotente. Continúa su camino en silencio, y Connor no intenta detenerlo.

Al llegar al baño de varones, Hank se deshace de todo el que estuviera dentro antes de tener una charla con su tonto compañero androide. Cierra la puerta con seguro y se para frente al castaño, dedicándole una larga mirada de arriba abajo para cerciorarse de que, en el tiempo que no había tenido noticias de él, no hubiera muerto y ahora fuera el reemplazo del reemplazo. Hank no tenía manera de verificarlo en realidad, sólo se sentía feliz porque Connor seguía ahí.