12. Beso Robado

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El lunes por la mañana, me sentí algo rara en clase; no había sabido nada de Oliver desde la noche en la que asesinó al pobre perro del bosque. Decidí no tomarle mucha importancia a aquello, tenía que enfocarme en mís estudios, y en ayudar Maxwell para que pudiese integrarse en la escuela. Eso iba a ser algo difícil.

Aquella mañana, mí madre me había prestado su camioneta - con el pretexto del asesino del pueblo -, me había abrigado bien, ya que el cielo empezaba a ponerse nublado y el viento frío, golpeaba mí cuerpo de un modo molesto. No sabía porque, pero aquella mañana me sentía insegura.

En la clase de química me tocó sentarme junto a Caleb. Ambos estábamos en silencio, mientras observamos al profesor.

— Así que, sobreviviste — dijo Caleb, con los dedos de su manos derecha golpeó la superficie de la mesa de mármol.

— Sí.

— Me alegro mucho, la verdad. El director debió estar muy asustado...Casi todos los estuvimos pero....

— No quiero que le gente se preocupe por mí — dije, mirándolo de reojo.

— ¿Por qué no?, A mí me gusta que la gente se preocupe por mí.

— Eso significa que necesitas de los demás, que vergüenza me das.

— Bueno.

Para cuándo sonó el timbre de salida al receso. Me puse de píe, y me disponía a salir del salón. Justo cuando alguien me agarró por el codo y me giró hacia atrás.  Era Caleb.

— Caleb, me estás lastimado.

— Me importa una mierda si te lastimo o no, no te irás sin que cumpla mí deseo.

Sus labios se abalanzaron sobre los míos, en un beso bastante duro. Lo separé un poco de mí y luego me salí de la habitación. Ahora sí, la había cagado.

Una vez en el jardín trasero de la escuela. Me senté sobre un viejo macetero, desde ahí podía contemplar como el sol apenas brillaba entre las nubes grises del cielo de la mañana.

Estaba todo en silencio, con el viento soplandome en la cara y los cabellos me volaban hacia atrás. Había estado en aquella situación en otros lugares, con otras circunstancias. Pero en ese momento ya no sabía en que pensar.

El suceso de la noche anterior me había dejado totalmente traumatizada, no podía olvidar el momento en el que él relámpago cayó sobre el tronco, cómo él mismo me caía sobre la pierna, y el grito que había soltado cuando el perro se lanzó sobre mí.

Oliver...

No pude entender que hacia él allí, aquella noche, ¿y si él tenía que ver con lo que me pasó?, No, imposible, si él hubiese ocasionado ese accidente no me hubiera tomado en brazos y luego llevado a mi habitación.  Eso no tenía sentido, ¿cierto?

Justo en ese momento. Mi celular sonó.

Contesté al tercer tono.

— ¿Sergio?

— Hola — me dijo, al otro lado de la línea — oye, disculpa por no haber ido hoy a la escuela..pero, quería invitarte con nosotros a las albercas el día de mañana.

— Claro, me parece bien, ¿Quienes?

— Carlos, tú, y yo...Ha he invitado a mí prima Samantha. Te lo digo porque mañana no habrá clases.

Almas De Mortales ( Completa ) ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora