20. En El Bosque

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Me dí la vuelta; media casi el metro ochenta, sus ojos eran de un color verde esmeralda con unas hermosas pupilas negras. Su pelo era largo y de un color negro, como las alas de un cuervo. Era una mujer hermosa, con un enorme vestido de color negro y largas botas de tacón.

Cuando mis ojos se adaptaron, pude ver a dos tipos junto a ella, eran Sergio y Caleb. Éste último permanecía de rodillas al lado de la mujer, Sergio estaba nervioso y con las manos sobre las caderas. Dí un paso al frente, pero Oliver me detuvo.

— Oliver — dijo la mujer, con un tono de voz seductor. — , veo que te has enamorado de una mortal.

— Lilith, ¿Qué hacés aquí?

— Mejor dicho — dije — ¿Por qué tienes a mís amigos?

— Cada uno — explicó Lilith — tiene una función especial para mí.

Puso una mano sobre el hombro de Caleb e hizo fuerza sobre él. Lilith Sonrió, era una sonrisa tan despreciable en su bello y esculpido rostro. Metió la otra mano en su vestido y sacó un largo cuchillo de punta plateada. Caleb no parecía asustado.

La mujer acercó el cuchillo al cuello de él, y levantó un poco La voz.

— Despidete de tu amigo, Suzanne.

No recuerdo si llegué a gritar, el cuchillo pasó por el cuello de Caleb. Dí un paso al frente pero Oliver me agarró de las caderas y me atrajo hacia él, mientras el cuerpo degollado de Caleb caía al suelo.

La mujer se limpió las manos llenas de sangre, y susurró.

— Era un esclavo tan fiel.

— ¿Esclavo? — pregunté, mirándo la tierra bajo mis pies.

— Era un demonio — Oliver habló en voz baja, y en ese momento me aparté de él.

— Ya estoy harta — dije — He escuchado muchas cosas, prefiero mil veces irme a casa y vivir en riesgo, que ver como la gente muere frente mí.

Dí un paso hacia Sergio, pero en ese momento, Lilith se movió a una velocidad increíble. El filo del cuchillo me pasó por la muñeca, justo cuando Oliver me atraía hacia él.

— Los movimientos estúpidos, pueden costarte la vida — dijo Lilith— , o a un amigo.

— Sergio...

En ese momento, Lilith Sonrió y se movió a una velocidad increíble, agarró a Sergio y se lo llevó hacia el interior del bosque. Me tiré de rodillas sobre el suelo, mientras las lágrimas bajaban por mis mejillas, y un ardor profundo me invadió el cuerpo.

— Tengo que ir por él — me puse de píe, y sin pensarlo...Salí corriendo hacia el bosque. Al mismo tiempo que Oliver gritaba mí nombre.

En cuanto me adentré en el bosque, el silencio me rodeó. Todo estaba obscuro, mís ojos se adaptaron a la noche mientras caminaba hacia el fondo. Las piernas me dolían, un escalofrío recorrió mí interior cuando escuché como algo se movió detrás de mí.

Me giré, y lo ví;

Estaba tirado sobre el suelo, un enorme lomo lleno de escamas, un largo cuerpo lleno de púas y grandes extremidades que acababan en zarpas afiladas. Dí un paso atrás y caí sobre la tierra, escuché como abría los ojos y cuando lo miré, ví que poco a poco se ponía de pie con sus cuatro patas.

— Carne...— jadeó, abriendo su enorme hocico — Lilith estará muy feliz sí te como justo en éste momento.

Sus dos enormes hileras de colmillos se movieron como si fueran un conjunto de jeringas cirurgicas. Poco a poco me puse de píe, mientras la bestia se movía agilmente. Medía aproximadamente dos metros, una enorme cola se movía detrás de él, mientras sus enormes ojos amarillos me miraban atentamente. El miedo nació en mí, agarré una pequeña piedra y la pensé arrojar hacia el monstruo pero supuse que sería un movimiento tonto de mí parte. Me puse de píe y corrí hacia una luz al final de un largo camino.

Cerré los ojos mientras corría por el borde de un pequeño canal.

Al salir a un pequeño campo abierto, pude ver un auto estancado por enfrente contra una montaña, escuché como el monstruo se acercaba y me metí en el auto por el asiento del piloto. Intenté pasar hacia el lado trasero, pero algo rompió el cristal detrás de mí. Solté un profundo grito cuándo miré hacia atrás y ví cómo la figura del monstruo entraba poco a poco en el auto.

Logré pasar al asiento trasero, eché la cabeza hacia atrás, justo cuando el monstruo se lanzó sobre mí. Soltó un gruñido cuándo le lancé una patada, miré debajo de mí; un encendedor. Lo agarré, lo encendí y lo deje sobre uno de los viejos asientos de tela desgarrada. El fuego consumió la parte delantera, no hayé la manera de salir del auto. Intenté romper el cristal trasero, pero no lograba ni siquiera astillarlo. El monstruo se lanzó una vez sobre mí, me agaché y su zarpa dió contra el cristal, rompiendo el vidrio en varios fragmentos.

Salí, los pedacitos de cristal me rasgaron la tela de los pants, podía escuchar como el monstruo se movía, como la cola se iba estrellando con todo lo que se encontraba. Mís ojos se cerraron cuando una de sus largas extremidades se lanzó contra mi rostro. Eché todo el cuerpo hacia atrás, evitando el golpe.

Me alejé lo más posible del auto, justo cuando las llamas lo consumían por completo, el miedo se apoderó de mí. De repente, una mano salió entre el fuego, una enorme mano llena de huesos larguisimos y delgados. Era él, era el monstruo.

Miré hacia todos lados. ¿ En dónde estaba Oliver cuándo lo necesitaba?, Me tiré sobre la tierra. El monstruo salió entre el fuego, se arrastraba mientras el fuego lo devoraba. Me puse de píe y me disponía a correr, cuando la enorme mano del monstruo me lanzó hasta las rocas de la montaña. Caí, abrí los ojos. El monstruo se lanzó hacia mí.

Cerré los ojos...

Escuché como el auto explotó, y el sonido de un terrible gruñido proveniente del monstruo. Al final sólo ví la oscuridad.

Almas De Mortales ( Completa ) ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora