Capítulo 5: Niñita

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–Te he ganado torpe, dame mis cinco dólares–dije triunfante.

Stuart sacó de mala gana su billetera y depositó cinco dólares en mi mano.

–Esto es basura. Sólo a mí se me ocurre apostarte en el FIFA–dijo con pesar.

–Sólo a ti se te ocurre apostar conmigo–contesté. –¿Quieres una limonada?

–Ya que. Supongo que sólo así se me quitará este mal sabor de boca.

Reí y fui a la cocina, para encontrarme con que alguien se había bebido el último trago de limonada. Fantástico.

–Bueno, supongo que te tocará darme un aventón al mall para comprar soda.

–Genial, primero abusas de mí y me quitas cinco dólares y ahora me traes de chofer–Stuart rodó los ojos.

Le di un golpe en el hombro y nos dirijimos a su auto. Condujo al centro comercial más cercano; en el camino decidimos que era mejor comer hamburguesas, ya que hoy nadie había cocinado en casa.

Parecía que a todo el mundo se le había ocurrido ir al mall hoy, el estacionamiento estaba a reventar. Encontramos lugar muy lejos.

Mientras caminábamos y Stuart trataba de convencerme de que mejor comiéramos pizza, una voz familiar gritó mi nombre.

–Vaya, vaya, vaya. Parece que el robanovias ha decidido volverse homo.

Giré sobre mis talones para encontrarme con la cara medio amoratada de David. Sonreí.

–Sí, bueno, ya no es un secreto. Sólo quiero que sepas que tú eres mi chico ideal–rodé los ojos.

La sonrisilla de suficiencia se le quitó del rostro. Esperé a que atacara o algo, pero nada pasó, simplemente se fue.

–¿Qué rayos sucedió ahí? –Stuart me miraba con ojos como platos.

–Nada. Sólo es un tipo con el que me peleé la otra vez.

–¿Quieres decir que te peleaste con David Wilson… y saliste vivo?

–¿No debería estarlo? –inquirí.

–No, viejo, ¡no deberías! Ese tipo es peligroso.

–¿Y tu como lo sabes?

–Es uno de los amigos de mi hermano–su mirada se ensombreció. No le gustaba hablar de los aspectos feos de la vida de su hermano–creo que incluso él le tiene miedo. Y se supone son “amigos”.

Recordé al hermano de Stuart, Robert, era un tipo realmente rudo, con el doble de músculos que yo y unos cuantos tatuajes. Hace unos años había tenido problemas con la policía y desde entonces la madre de Stuart lo corrió de casa; sin embargo, algunas veces se veía con Stuart a escondidas para pasar tiempo juntos y comprarle cosas –eran unos hermanos inseparables, pero su madre no dejaba que Robert viera a Stuart a menudo–.

–Pues ayer lo golpeé y estuvo como corderito. Un tipo nos separó, se lo llevó y le dijo algo de que la policía.

–Bueno, no me sorprendería que tuviera un récord criminal.

–No puedo creer que Rydel se junte con ese tipo de personas.

Stuart sólo se encogió de hombros. Al final terminamos dirigiéndonos a una pizzería, comimos y nos fuimos a casa.

Apenas había subido a mi cuarto cuando comenzaron a aporrear la puerta del frente. Bajé corriendo, pensando en que era una emergencia, sólo para encontrarme a Laura del otro lado del umbral, haciendo bombas de chicle.

Espiral (fanfic Raura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora