Capítulo 21: Escándalo

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–¿De verdad la morada? ¿Por qué no la azul? –dije haciendo puchero.

–Porque va bien con tu tono de piel, porque es mi color favorito y porque lo digo yo–dijo Rydel orgullosa–ahora ven que aún no he peinado ese cabello…

–Oh no, no, de ninguna manera lo peinarás–espeté–lo acomodaré con mis dedos y será libre, fin.

Por más que me rogó y me rogó fui fuerte y no la dejé acomodarme el cabello. Bastante tenía ya con usar la corbata morada, aunque la verdad es que al final me parecía que me veía bien con ella.

Era viernes por la noche, así que salí media hora antes de casa para llegar por Maia a tiempo. Estábamos en Nueva York, pero siguiendo los atajos adecuados, llegaría justo a las ocho a su casa.

Durante el trayecto estuve escuchando la radio; estaba distraído pero de pronto la letra de una canción comenzó a sonar. “My heart says no, you’re not good for me. You’re not good, but my heart’s made up on you…”

Subí el volumen para escuchar mejor la letra. No tenía ni la más remota idea de quién cantaba, pero mi cerebro puso una imagen en mi mente: Laura. No había sabido nada de ella desde que nos peleamos, seguía sin contestar mis llamadas, y ya le había llenado el buzón de voz. Quise buscarla en su departamento, pero recordé que dijo que estaba peleada con su hermana, así que decidí que lo mejor era esperar a que ella llegara a mi vida de nuevo.

Lo que resto del camino no pude evitar seguir tarareando la canción.

Finalmente cuando llegué a casa de Maia me bajé y toqué al timbre. Su madre abrió la puerta y me hizo saber que en unos minutos bajaría. La esperé en el umbral de la puerta hasta que finalmente bajó. Y simplemente me quedé sin palabras: lucía un vestido blanco de escote corazón con detalles en encaje, y el cabello en una media cola. Sinceramente se veía espectacular.

–Hey hola–saludó.

–Hola–dije un poco aturdido.

–Te ves muy elegante.

–Tú… eh, tú también te miras elegante, y bastante bonita debo decir–ambos reímos, nerviosos. – ¿Nos vamos? –agregué ofreciéndole mi brazo.

Ella accedió a tomarme del brazo y caminamos hasta mi auto. Abrí la puerta del copiloto para ella y la ayudé a subir. Simplemente me había dejado sin palabras, lo cual era algo un poco extraño y confuso si se toma en cuenta que hace apenas unos días había “aclarado mis sentimientos”.

Durante el trayecto estuvimos hablando de cosas cotidianas; el camino hasta el lugar donde sería el evento no estaba lejos pero era una zona concurrida de la ciudad y, como ya dije, era viernes por la noche en Nueva York. Nunca sabes cuánto tráfico habrá.

Finalmente llegamos al –debo decir bastante elegante–salón. Por fuera era simplemente imponente, pintado de colores cafés en diferentes tonalidades, y su estructura era entre una casa moderna y algún tipo de castillo antiguo. Di mis llaves al valet para que estacionara mi auto y ayudé a bajar a Maia; caminamos del brazo. En la entrada el anfitrión nos pidió nuestra invitación y se la entregué; después de ubicar mi nombre en una lista, nos asignó a un hombre que nos llevó hasta nuestra mesa. En la misma ya se encontraban Amber y su acompañante, y otros dos arquitectos que recordaba haber visto en el despacho.

–Hola Ross–saludó Amber estudiando a Maia discretamente.

–Hola Amber–contesté sonriente.

Amber lucía un vestido negro con algo de transparencias en el cuello. Sobrio, elegante, pegado al cuerpo: resaltaba su figura en donde debía. Se veía hermosa.

Espiral (fanfic Raura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora