Parte 1
—Hemos llegado a Balboa. —Arnus presenta la entrada de la ciudad. Una gran compuerta que permite el paso al lugar, el cual está delimitado por un gran muro.
Han pasado unos cuantos días después de lo ocurrido en el bosque. En el resto de su camino no pareciera haber tenido un mayor percance. Curiosamente, no hubieron monstruos que entorpecieran su viaje, ni se han encontrado con más mercenarios o asesinos. Arnus no podía dejar de sentir que algo andaba mal, al igual que Tina, pero por consideración no tocaron el tema.
Ya era de noche y la luna llena se podía observar brillando bajo un cielo estrellado.
La entrada a la ciudad estaba llena de mercaderes y viajeros que hacían una fila para ingresar. Apoyado en un muro, un guardia Kaevalery revisaba las pertenencias de cada uno de ellos, pero cumplía muy mal con su trabajo, puesto que sólo denegaba la entrada a aquellos que poseían artículos explosivos, haciendo caso omiso de quienes llevaban armas, armaduras, esclavos y hasta drogas. Era algo que Arnus no podía comprender.
Una vez que es su turno, el guardia los recibe con una mirada hostil.
—Dos demonios y una esclava... ¿Qué asuntos tienen en esta ciudad?
—Fuimos atacados por bandidos mientras viajábamos. Dejaron a mi acompañante en mal estado y hemos venido a comprar ropa y equipamiento para ella. Como verá, la esclava tiene mejor atuendo —responde el príncipe, con la mayor de las confianzas, puesto que no estaba mintiendo... No del todo al menos.
El guardia no confía completamente en la historia de Arnus, pero al mirar a Tina, ésta le guiña un ojo, haciendo que se sonroje.
—Pueden pasar, pero cuidado, no me fío de ustedes los demonios —dice mientras da una mirada de advertencia a los viajeros. Arnus se expresa un semblante serio por un momento, pero luego relaja su rostro.
—Evitaremos causarles problemas, sin embargo veo a mucha gente entrar, podría meter la pata de algún modo. No estoy enterado de las fechas, ¿hoy es un día importante? —pregunta Arnus, más que nada, para saciar su curiosidad.
—Ah, sí, tenemos una festividad Serevalery: «El día de la cosecha». Muchos han venido para asistir a los eventos, el día de hoy es la «danza de la lluvia» en la plaza central, habrán algunos juegos y muchos mercaderes. Sería buena idea echar un vistazo, puede que encuentren lo que buscan —responde el guardia, incluyendo lugares en donde podrían encontrarse los artículos que necesitan. Muestra una sonrisa aparentemente amable.
«"Mientras más rápido tengan su mercancía, más rápido se irán", gracias por ser tan transparente, orejón. Qué molesto...», piensa Tina, descubriendo lo que se escondía tras sus gestos fácilmente.
—No creo que estemos mucho tiempo, probablemente para mañana al amanecer ya nos habremos ido —comenta el príncipe.
«Debo decir que tu pasividad me molesta más...» se queja en su mente.
Arnus hace una pequeña reverencia y entra con sus compañeras.
***
Luego de haber dejado a las monturas en un establo y sus pertenencias bajo llave ante un cuidador de confianza, Tina, Arnus y Narea caminan por las calles de la ciudad, buscando una tienda que posea ropas adecuadas para la chica demonio de su grupo.
— ¿Por qué no le diste una lección? Ese tipo se merecía más de una patada en las bolas — Tina expresa su opinión ante la situación ocurrida en la entrada, a lo que Narea reacciona abriendo los ojos por las palabras de la chiquilla.
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Exhekar Tales I: La Reina Esclava & El Príncipe Sin Reino (+18)
FantasyLa historia sigue a Tina, una chica de personalidad algo retorcida que se autoproclama como la reina de los esclavos. Codiciosa y arrogante, desea controlar a un "demonio" llamado Arnus y usarlo para cumplir con sus caprichos de la única forma que c...