2- El fin de mi vida

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El auto se detiene y la oscuridad es inmensa, nos encontramos en un bosque que realmente asusta pero de igual forma me encanta, el aire se estampa contra mi cara y siento mucho frío por lo que Danilo me cubre con su saco.
A lo lejos divisó un lago por lo que corro hacia el y Danilo me sigue, entre risas llegamos y no consigo dejar de pensar en lo hermoso que es este lugar.
- Te gusta.- me dice él abrazándome por la espalda y haciendo que todo mi cuerpo tiemble ante su contacto.
- es presioso- Susurro con suavidad para no arruinar el momento.
- No mas que tu- dicho esto, me toma de la cintura y un giro rápido y certero terminamos enrollados entre besos.
El acaricia mis mejillas y nuestros labios piden cada vez mas. Dejo caer el saco debido a que el frío a desaparecido, el acaricia mis hombros levemente haciéndome estremecer, aun sin dejar de besarnos.
Nos separamos por la falta de aire y nuestros ojos chocan y en ellos puedo ver el deseo y en cuestión de segundos su boca captura mis labios haciéndome soltar un pequeño gemido. No consigo detenerme, su embriagante olor inunda mis fosas nasales dejándome sin aire en los pulmones. Sus manos acarician mis muslos y terminamos acostados en la hierva a orillas de aquel lago. El comienza a morder mis labios y acto seguido los suelta y comienza a besar mi cuello y de ahí pasa a morder el lóbulo de mi oreja.
Los minutos pasaron y aquella ternura con la que me tocaba desapareció junto a nuestra ropa, lentamente el fue invadiendo mi cuerpo y con mucho cariño me fue embistiendo una y otra vez, haciéndome gemir sin para, nuestra respiracion entre cortada y el sudor de nuestros cuerpos evidenciaba que ambos estábamos a punto de llegar al climax, y así fue, minutos después nos encontrabamos abrazados y desnudos admirando el reflejo de la luna en el lago y en el cielo las estrellas brillaban como nunca. Definitivamente esta era la mejor noche de mi vida, hasta que:
- Debemos separarnos.- su voz sonaba fría y segura, pero su rostro estaba aflijido, aquellas palabras me hicieron levantar de golpe quedando frete a el y sin dejar de mirarlo respondí con la mayor calma posible y reteniendo las lágrimas el mayor tiempo posible:
- De que hablas, por que nos separaremos.
- Por que te amo- esas palabras acabaron con mi existencia, llevaba semanas queriendo escucharlas y ahora que por fin las dijo no logro evitar llorar.
- Pero si me amas y yo te amo por que separarnos.
- Por que todo esto es una fantasía, tu no me conoces, no sabes nada de mi.
- si se, eres el hombre que amo y con el que quiero estar el resto de mi vida, para mi eso es suficiente.
- No lo entiendes Leila, tu eres la mejor chica que yo he conocido, tu dulzura e inocencia me conquistaron, pero descrasiadamente somos distintos y yo podría poner en riesgo tu vida y eso... no me lo perdonaría jamas.- en sus ojos vi duda y dolor, pero aun así seguia tranquilo y eso me hizo dudar.
- Por que lo dices.
- Leila yo...
- habla, Joder, dime de una puta vez quien eres.
- Soy Danilo Lobateli, y soy el jefe de la mafia en Roma.- aquella confesión me partió en dos, no comprendo lo que sucede, el mafioso, imposible, este hombre del que estoy perdidamente enamorada no es ningún mafioso.
- Estas de coña no. Dime la verdad.
- Pues no, Leila perdóname pero, esa es la verdad.- hizo el intento de acercarse pero yo necesitaba procesar lo que mis oídos estaban escuchando, entonces dije lo que nunca en mi vida se me habría ocurrido decir:
- Yo te amo y eso no me importa.- Lo dije tan bajito que creo que el no lo escucho, pero si, si lo hizo.
- estarías disputa a aceptarme sabiendo la verdad.- no lo se, estaría dispuesta, en ese momento toda mi vida me paso por delante, creo que ahora entiendo lo que me dijo mi madre antes de morir:
"- hija nunca te olvides que el amor es sacrificio, es dar tu vida por la otra persona.
Cuando conozcas a alguien que te saque de tu centro de control, alguien por quien estés dispuesta a morir y matar si es necesario entonces habrás conocido el amor."
La verdad por Danilo yo daría lo que fuera e incluso me olvidaría de mis principios y me volvería una asesina si es necesario para estar junto a el.
- si, si estaría dispuesta.- aquellas palabras salieron de mi boca como un suspiro de esperanza y en el rostro de mi amado se reflejaba la alegria más grande que yo había visto en mi vida.
- Lo juras.
- si, te lo juro- esas fueron mis últimas palabras antes de que el me callara con otro beso y seguido de este llegaron las carisias y los abrazos, yo no dejaba de temblar de placer y el no dejaba de sonreir, una sonrisa picara y de victoria.
Hicimos el amor una vez más y nos quedamos dormidos, así como si no existirá un mañana.
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Desperté en sus brazos por el resplandeciente sol y me quede observándolo con detenimiento, repasando cada linea de su rostro sin dejar de pensar que este hombre ahora era mio. El despertó y sus bellos ojos azules se clavaron en los mios haciendo desviar la mirada, era imposible mantener la mirada de este hombre, era intimidante.
- Buen día. - dijo depositando un beso en mi cabeza y acariciando mi espalda haciéndome estremecer a su toque.
- Buen día- le respondi sin saber que más decir.
Nos vestimos y de la mano paseamos por la orilla de aquel lago que había sido testigo de nuestro amor.
- Leila, necesito, tu ayuda.- se detuvo y se paró frente a mi y en su rostro pude ver que el tema era serio
- para que.
- Hay un cargamento de armas que debe ser enviado a Italia en 14 días y......
- necesitas la naviera.
- Pues si, perdoname por meterte en esto pero....- Halle preocupacion en su voz, pero estoy segura de que si no fuera absolutamente necesario no me lo pediria.
-cuenta conmigo
- de veras-es su cara se dibujo una amplia sonrisa que demostraba lo feliz que estaba
- si de veras.
Me cargo y me dio vueltas en el aire, esto era oficial, lo voy a ayudar en lo que pueda mientras el me lo permita, lo amo y eso es el amor.
Los días pasaron y Danilo me llevo a conocer su mansion, es presiosa la verdad. Estamos planificando al detalle todo porque dentro de pocos días será el envío.
- Danilo.- desperte y en la cama no estaba, mañana será el gran día y Danilo me pidió dormir con el esta noche.- Danilo donde estas.- salgo de la habitación y camino por el majestuoso pasillo que conduce a su despacho y más adelante a las escaleras que dan a la planta baja. Entro a su despacho, pero no esta, es una habitación muy oscura y tiene olor a tabaco, siempre que entro aqui, lo hago en su compañía por lo que está es mi primera vez sola aqui. Pretendía irme pero la curiosidad era más fuerte así que entre serrando la puerta tras de mi. Me acerco lentamente y me siento en su silla paso las manos por su escritorio, todo tiene olor a el. Abro un cajón y saco lo que parece un libro debido a su portada por al abrirlo descubro que es una agenda con nombres, lugares, números de cuentas bancarias, rutas de envio, sosios, enemigos, precios, plan de venta, escondite, propiedades, todo. Es decir en mis manos tenía lo único que podría destruir a Danilo Lobateli para siempre y lo que más pavor me da es que ya lo he leído y esos datos ahora nunca se borrarán de mi memoria. Por qué?
Porque todo aquello que mis ojos ve será recordado por mi memoria para siempre, ese es el motivo por el cual a mi corta edad tengo una maestría y un doctorado, además se hablar casi todos los idiomas. Mi moría es fotografica, o así fue como diagnóstico un doctor cuando yo tenía 5 años.
Pero en fin, la suerte es que yo nunca tendré motivos para usar esta información.
Salí del despacho y regrese a la habitacion y ahí estaba Danilo,
- Donde diablos estabas- me dijo en un tono alto que me asusto.
- Te..te.. estaba buscando.- sin notarlo comienzo a temblar y a tartamudear.
- No tengas miedo, pero por gritarte es sólo que me asuste.
- perdon.
- no, tranquila- diciendo esto me abrazo fuertemente y casi dejándome sin aire me cargo a la cama y juntos probamos las mieles de la vida para luego dormir placidamente.
En dos dias confirmaria unas dudas que tengo y si eran ciertas le daria a Danilo una noticia importante que descubrí hace unas horas.

La culpa es del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora