Narrador obnipresente
Los días pasaron y los planes de Keyle iban sobre ruedas, ya era dueña de más de la mitad de Roma y Danilo estaba casi a sus pies o eso es lo que ella pensaba.Narra Danilo Lobateli
Me tiene arto, es una niñata mimada, el día del almuerzo, me dijo que iría al baño y después de dejarme esperando más de una hora me mando un mensaje." Lo siento por haberte hecho esperar, me tuvo que ir, espera mi llamada juro que te recompensare."
Es una niñata, las semanas han pasado y nada, nada, se piensa que estoy para juegos. Definitivamente ella no es Leila, esa chica era muy inocente pero sobretodo ingenua.
-Hola.
-Que quieres.
- Oh, veo que alguien no tiene un buen dia.
- hace mucho que no tengo un buen día.
- Me quieres decir.
- no.
-Danilo, no te hagas el interesante conmigo, dime de una vez.
- Es esa mujer.
- Aun no te llama.
- no.
- Y eso te preocupa.
- no, pero me molesta que me tomen el pelo.
- entiendo. Entiendo que esa mujer te impacto y mucho.
- de que hablas, ella solamente me despertó intriga.
- si, pero ya van dos veces que estas así por lo mismo, antes de lo de el almuerzo la llamabas todos los días para invitarla a comer y una vez que lo logras nuevamente estas esperando por ella.
- tu no lo entiendes ella prometió llamarme y me molesta que me deje esperando.
- si, yo creo que a ti te gusta.
- claro que me gusta, tu no la has visto es una verdadera diosa. Su rostro es angelical, esos ojos que tanto me confunden y su boca es tan apetecible que no logro resistir las ganas de besarla. Su nariz es perfecta y ni hablar de su pelo. Es magnífico, y bueno si bajamos encontramos ese cuerpo escultural, parece una muñequita. Vaya parece que la mismísima Afrodita la creo.
- si es cierto es más que hermosa, pero aquella chica también era hermosa, de hecho son muy parecidas y eso no te izo enamorarte de ella. Es más nunca te llego no siquiera a gustar.
- son parecidas pero no iguales. Leila era docil, tranquila, inocente, y aunque su rostro era muy parecido, su cuerpo es totalmente diferente. Leila era delgada y no tenia mucho atributos, en cambio Keyle, ella esta muy bien proporcionada, y su rostro refleja dureza, pero a la vez dulzura, se nota que es una mujer con caracter, dominante, fuerte, pero a la vez es inteligente, y de eso no me quedan dudas.
- la has detallado mucho.
- No hables tonterias.
- bien hermano, te dejo solo con tus pensamientos.
Se levanta y cuando esta a punto de salir mi teléfono suena.
-... es... ella...
- en serio.
- si mira, es ella.
- pon el alta voz.
- bien.
Pongo el altavoz y contesto la llamada. Inmediatamente se escucha su voz, firme y fria, inalterable como siempre.
- Hola.
- Hala, como has estado.
- bien, lo siento por lo de la vez anterior, hoy es mi cumpleaños y como te deje plantado pensé que a lo mejor te gustaría venir a mi casa, aquí podremos cenar y pasar un momento agradable.En su voz noto algo de alegría y la verdad me encanta la idea de verla nuevamente.
- pues, si, me encanta la idea.
- Pues bien, te veo en mi casa a las 8:00 pm no llegues tarde.
Antes de que pudiera contestar me cuelga y me deja pensando nuevamente. No comprendo como lo hace, ella se ha metido en mis pensamientos muy rapidamente. Me gusta y me encantaría tenerla en mi cama.
Me encantaría no, la tendré en mi cama.Narra Keyle
Todo esta listo, esta noche Danilo conocerá una parte de mi que nunca ha visto. En cuanto salgo del baño, regreso a los brazos de mi amante de turno.
Este es moreno, alto, con los ojos negro asabache, es un hombre de constitución fuerte, me encantan los hombres que me acaparan completa, el esta tumbado en la cama esperándome con ansias de continuar con la acción de la noche anterior. Su nombre no lo se, no me gusta saber los nombre.
Me siento sobre su miembro y el gime ante la exitacion, me gusta llevar el mando, el control ante la situacion, comienzo a moverme lentamente y a medida que el aprieta mis nalgas aumento el ritmo, luego de un rato caigo sobre el, ambos estamos sudados y en cuanto calmo mi respiracion me reincorporó y me visto.
- largo.
- que, por que, no te gusto.
Me volteó y lo tomo por las pelotas el abre sus ojos y me mira detenidamente en su rostro se dibuja una expresión de miedo.
- escuchame muy bien, yo soy la que manda aqui, soy yo quien decide quien entra a mi cama y cuando lo hace, tu no eres nadie para interferir en mis decisiones, si te digo que te vayas, te vas.
- si.
- si señora, repitelo.
- si señora.
- bien, ahora largate.
Se levanta y se se viste, rápidamente se va y me deja sola.
Tomo el intercomunicador y marcó el botón de Lucia.
- si señora.- responde inmediatamente.
- Lucía ven ahora mismo.
- si señora.
Minutos después entra Lucía.
- Donde esta Analia.
- la niña aun duerme señora.
- bien, en cuanto despierte me avisan. Y dile a Ruben que a las cuatro la llevara a la casa de Izak, se quedará allí este fin de semana.
- si señora.
- dile a Luz que para hoy quiero un vestido rojo, lo más escotado posible. Con pedreria, en todo el escote. Quiero unos tacones lo más altos posibles. A y dile que mi lencería debe ser la más sexi y sensual. La quiero roja y negra. La cena debe estar lista a las 8:28.
Quiero que todo salga perfecto.
- si señora.
- bien, pues retirate.
Se va y yo me levanto de la cama y me voy al baño, me doy una ducha y al salir me encierro en mi habitación.
Me pongo un short azul alto con un top celeste. Un collar de diamantes y mis pendientes a juego. Recojo mi cabello en una cola alta y me maquillo como de costumbre. Lista.
Al salir de la habitación veo a mi pequeña correr y abrazarme con sus diminutos bracitos, me da un beso y me dice.
- Felicidades mami.
- Gracias mi vida.
- de nada.
- Ya desayunaste.
- nop.
- bien pues vamos a lavar tus dientes, a darte un baño y desayunamos juntas. Te gusta la idea.
- sip.
- Pues vamos.
Una hora después estamos en el jardín tomando un jugo de naranja, el resto del día pasa en paz hasta que llega un paquete. Exageradamente grande y la verdad, me asusta que sea algo que mi niña no pueda ver.
- Que hago con el señra.
- llévalo a mi despacho.
- si señora.
- Mi cielo espérame aqui, iré a ver que es, en seguida regreso.
Camino hasta mi despacho y al entrar la caja esta en el suelo.
Me acerco y lo habro y para mi sorpresa adentro hay....
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La culpa es del deseo
AçãoDanilo Lobateli es un hombre dominante, frio, engreído y calculador, es el jefe de la mafia en Roma y a pesar de que cree que nadie, absolutamente nadie, puede desafiarlo, se equivoca, existe alguien no solo lo va a desafiar, sino que le va arebata...