5- Una invitación inesperada

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- Izak, Verónica llega dentro de dos horas, te pido que estés preparado, ella aun esta delicada por lo que se quedara conmigo.
- Pero señora ella es...
- Izak, no está en discusion, Verónica se quedará conmigo.
- Bien, como ordene señora.
- Bien, eso es todo.
Colgue la llamada con Izak y me dirigí a la habitacion de Analia, desde el día en que nos visitó Danilo ella, ha estado un poco más inquieta de lo normal.
- Mi vida, que haces.- le digo mientra entro.
- Nada, dibujando.- sigo caminando e intento ver su dibujo sin que lo note pero no lo logro.
- Y que pintas.
- A ese señor.- el miedo se apoderó de mi cuerpo no puede ser...
- Que señor mi niña.- esa pregunta ya tenía respuesta, pero tenía la esperanza de que yo estuviera en un error.
- al señor que nos visitó la otra noche.
- Y porque lo pintas.
- Por que era muy guapo, era rubio como yo y sus ojos eran de un tono parecido a los mios.
- si es cierto pero eso que importa.
- No lo se, me gusta ese señor y por eso lo dibujo.
La preocupacion invade todo mi cuerpo.
- Mi vida venía a decirte que Vero llega dentro de 2 horas.- inmediatamente suela los dibujos y se para frente a mi. Perfecto ya tengo su atencion.- Y querías abre si te gustaría venir conmigo y organizar su habitacion.
- siiiiii.
- Pues vamos.
Arreglamos la habitación para Veronica y luego fuimos a comer algo.
Cuando llego Veronica, los ojos de Analia se llenaron de lagrimas, ellas eran como hermanas. Siempre se han querido mucho y aunque sólo tienen cuatro años, se adoran.
Jugamos las tres juntas hasta que llegaron Izak y su esposa. Ellos se llevaron a las niñas al parque y yo me quede atendiendo mis asuntos.
Una hora después me llego un correo del señor Reyes informándome que aceptaba mi acuerdo a lo que le respondi que enviaría a mi hombre de confianza para ultimar detalles.
- Señora aquí tiene su correspondencia, le llego una carta medio rara.- dijo Lucía entrando en el despacho haciendo que toda mi atención recaerá en ella.
- Que carta.- le pregunte incrédula y mi incredulidad creció cuando me mostró un sobre azul con una caligrafía a mano perfecta.
Para la mujer mas guapa que conozco.
Era lo único que decía en el sobre.
- Retirate Lucia.
- si señora.
En cuanto estuve sola desesperadamente abrí la cría y me sorprendió ver que tenía una hoja escrita a mano.
Señora Keyle Bolnard:
    No sabe lo feliz que me ha hecho conocerla, y quería decirle que no se preocupe nadie sabrá de la existencia de su hija pero quiero algo a cambio.
Que tal si acepta una invitación a cenar, me gustaría mucho conocerla más y a lo mejor llegar a ser amigos. El asunto es que usted llamo mucho mi atención, o bueno la de todos los hombre, es usted muy guapa, pero en fin, piénselo y deme una respuesta. Yo se que usted puede conseguir mi numero fácilmente por lo que esperare su llamada pasientemente.
          Atentamente:DaniloLobateli

Increible, inesperado, maravilloso. Era lo único que pasaba por mi mente, todo estaba resultando según lo planeado o mejor de lo planeado.
El muy imbecil estaba utilizando las mismas palabras, pero esta vez será diferente.
Tomo mi teléfono celular y marcó su numero.
Un tono
Dos tonos
Tres tonos
Contesta.
- Hola.
- Hola, resina tu carta

- Eso fue rapido, bien que decidió.
- No puedo aseptar.
- No me diga que tiene otros compromisos.
- La verdad no, pero siendo sincera usted no es de mi total agrado, por lo que no puedo aseptar.
- Ya veo. Pues que tal si me conoce y luego me dice como le caigo.
- perdon pero no necesito conocerlo.
- Bien, no insistiré, espero que cambie de idea.
- No lo hare no tiene de que preocuparse.
Colgue y comencé a reir como una loca, las lágrimas caen de mis ojos. Me da mucha alegría saber que este idiota, esta cayendo redondito.
Las semanas pasaron y Verónica finalmente regresa a su hogar.
Danilo, me llama cada dia, y me pide salir y cada día lo rechaso.
Hoy es el cumpleaños de mi hija y nos iremos a París, estaremos allí dos semanas. Pero en el aeropuerto cuando estábamos a punto de abordar siento unas manos alrededor de mi cintura, caigo pero no al suelo, mi espalda da contra el pecho de Danilo y mi niña cae junto a mi, intento levantarme pero es imposible porque segundos después el avión al que me iba a montar esploto. Algunas personas grita y otras lloran y otras como yo, están estáticas sin entender que sucede, pero lo que no comprendo es porque Danilo Lobateli me salvo a mi y a mi hija.
- como estas muñequita, no estas herida.- le pregunte desesperada a Analia, moría de la angustia y en cuanto ella respondió que estaba bien, sentí un alivio gradioso. Me voltie hacia Danilo y le dije:
- Gracias.
Eso fue lo único que logre articular, el miedo se apoderó de mi cuerpo y por un segundo me olvide de todo.
- No fue nada. Esto fue una emboscada de parte de los españoles, no toleran que tu tengas el mando.
- como lo sabes.
Le dije más segura de mis palabras y levantándome de encima suyo, y tomando a mi pequeña en brazos.
- digamos que tengo mis contactos.
- Bueno, que tal si lo invito a almorzar en agradecimiento.
- hoy no es el cumpleaños de su hija.
- si, es cierto pero creo que ahora no podremos viajar por lo que iremos a almorzar con usted y luego haremos algo divertido juntas. Verdad cariño.
- su mami.
- Pues bien. Vamos.
Así fue como mi hija comió por primera vez con su padre y aunque no me gustará la idea, las cosas no podrían estar saliendo mejor, mi plan estaba marchando sobre ruedas.

La culpa es del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora