La culpa es del deseo

4- Fiesta de compromiso

Después de tomar un merecido descanso en mi casa desidia que ya era el momento para hablar con Analia.
Cuando llegue a su habitación la encontré dibujando a Danilo nuevamente.
- Mi vida como estas.
- Bien mami.
- Porque estas pintando a ese señor.
- Porque es muy bonito.
- si eso ya me lo habías dicho, pero también se que no pintas a nada, ni a nadie dos veces.
- Si pero este señor me gusta y no quelo olvidalmelo.
- Entiendo. Analia me podrías atender un segundo por favor.
Ella soltó sus pinceles y me miró directo a los ojos.
- si mami.
- Mi vida hay algo que quiero contarte.
- Dime
- Ese señor se llama Danilo Lobateli y.... el... es..es.. tu papá.
Mi niña me miró con duda y luego se acercó lentamente a mi.
- Mami mi papá está en el cielo.
- No mi amor el es tu papá.
- Eso no es cierto mami, tu dijiste que mi papá estaba en el cielo y tu no dices mentilas.
- Yo no te menti tu papá estaba en el cielo volando pero regreso.
- Como que regleso.
- Mira mi vida te lo dire para que entiendas tu papi era como un ángel del que yo me enamore y así naciste tu, solo que tu papá me llevo hasta el cielo y luego me expulsó de alli.
- polque
- porque el no sabia que tu ibas a nacer.
- Entonces ahola que lo sabe vino del cielo pala velme.
- si mi niña.
- gua, que bueno es mi papito, quelo  velo si mami puedo velo.
- si mi vida dentro de unos días viviremos con el aqui.
- en selio.
- si.
- Y van a ser novios.
- Algo similar, seremos amigos.
- Bien.
Comenzo a dar saltos de alegría por toda la habitacion y yo no podía estar más feliz por la reacción de mi pequeña.
Ese día paso normal y al dia siguiente llego Luz con mis maquilladoras y peluqueras y luego de una relajante ducha me coloque el vestido que me trajo Luz. Era presioso de un color verde oscuro platinado con un corte en el escote presioso.
Me maquillaron y me peinaron y listo salí en dirección a mi fiesta de compromiso.
Cuando llegue muchas cámaras me fotografiaron ya que no sólo era mafiosa sino que también era la presidente de las empresas Bolnard.
Entre en el salón y todas las miradas se posaron en mi. Me acerque a un mesero y tome una copa de shanpang rosa, mi preferido, se nota que Lucía se hizo cargo de todo ya que la decoración es muy a mi estilo, las flores y todo lo de mas era simplemente exquisito.
La noche transcurrió tranquila aun no veía a Danilo y la verdad no quería verlo.
- Mira a quien tenemos aqui.- esa voz pertenecia a una mujer que yo no conocía pero por el tono supongo que alguna amante de Danilo a de ser.
- con quien tengo el gusto.
- Mira zorra, no te hagas la inocente que tu y yo sabemos bien de que estas hecha.
- de que según tu.
- eres una zorra barata y estoy segura de que obligaste a Danilo para que se comprometiera contigo.- Si ella supiera que la historia es alreves.
- Cariño estas en un error. Danilo es un hombre muy inteligente y yo no tuve que hacer mucho.
- Te lo advierto el es mio. Alejate de Mi homnre.
Esta estúpida ya estaba colmando mi pasiensia. En mi rostro aparecía una hermosa sonrisa y me le acerque y lentamente le susurre al oido.
- Danilo Lobateli es mio, siempre lo ha sido y pronto lo sera mas. No me importa y nunca me ha importado con cuantas puta se acueste porque yo soy su unica dueña. Que te quede claro zorrita. Tu eres el juguetito con el cual el se quita las ganas que yo le dejo y no me importa porque se que mientras se acuesta contigo o con las otras el muy cabrón piensa en mi.
Ella se enfureció e intento tomarme el cuello pero en un movimiento rápido y ágil la agarre del cuello por la espalda.
-eres una zorra.
- si a lo mejor. Pero tu eres una puta barata, una perra en celo, una regalada y eso mamasita ni a los animales le gusta.
- Señora que pasa.-Dijo el chico del día anterio alarmado por la escena que llamo la atención del salon entero.
-Sácame a esta puta de mi fiesta de inmediato.
- Ni se te ocurra, Danilo te va a colgar.- Dijo la perrita y yo comencé a reir.
- Es que no lo has entendido aqui la que manda soy yo, Danilo no está y si tu no la sacas- Dije dirigiéndome al chico.- la que te va a colgar soy yo.
- Si señora.- El cogio a la perra y la sacó del salon y yo me dirijo al baño.
- Viste es una mujer de armas tomar. Igual que Danilo.- Escucho antes de entrar al baño.
- Al parecer encontró a la mujer de su vida.
- Yo creo que Jessica es la mujer de su vida.
- Fer, tu sabes que Jessica es una zorra de primera. Danilo es un celoso el no dejaría que su mujer anduviera coqueteando con todo el que se le cruce.
- si en eso tienes razon. Yo escuche que se separaron porque ella se estaba acostando con varios de sus hombres.
- Yo igual lo escuche. Pero bueno volviendo al tema inicial, quien es esa tipa.
- No lo sabes.
- No.
- Ella es...
- Keyle Bolnard hija de Isabell  Bolnard y futura esposa de Danilo Lobateli muchísimo gusto.- ambas chicas se quedaron en shok con mi aparición y salieron del baño corriendo.
Me miró al espejo y salgo de regreso al salon. Al llegar me abordan una chica.
- Hola, tu eres Keyle cierto.
- Si.
- Vi lo que le hiciste a la Lucrecia. Se lo merecia.
- Yo creo que todos lo vieron.
- si es cierto. Mucho gusto soy Gabriela  Lobateli y si mi hermanito no me engaño tu seras mi próxima cuñada.
- Pues un placer.
Esta chica me cayo super bien. Estuvimos conversando un rato hasta que llegó Danilo.
Lo veo entrar por la puerta y las náuseas aparecen. Dios como lo odio. Me acerco a el con mi mejor sonrisa y le doy un pequeño beso en la mejilla.
- Al fin llegas. Amor.- le dije para que las personas lo escucharan.
- Perdon por hacerte esperar pero tuve que arreglar algunos problemas.
- entiendo.
- empezamos.
- Si.
Me toma de las manos y todas las vistas se posan en nosotros vamos al centro de la pista de baile y comenzamos a bailar.
Sus manos están en mis caderas y nos miramos fijamente el uno al otro.  Sus ojos, esos ojos que un día me hipnotizaron con tan solo verlos.
El esconde su cabeza en mi cuello y me dice al oido.
- Eres tan distinta y a la vez tan igual.
- Soy otra.
- Sabes incluso tu olor es otro.- Que comentario más tonto.
- A que olía antes.- Indague, me divertía saber la respuesta
- A rosas.- Se acuerda, punto suyo.
- y a que huelo ahora?
- A Jazmin.
- Veo que eres muy bueno en eso de los olores. Felicidades.
- Gracias.
- Pero no sólo mi olor cambio.
- Lo se.
- Cambio mi cuerpo, cambio mi mente, cambio mi caracter...
- Y cambio tu corazón.
- No sabes que te equivocas, mi corazón no cambio.
- Yo no pienso igual.
- Mi corazón no pudo cambiar porque ya no tengo. Hace cinco años que vivo sin sentir ese músculo latir.
- No lo creo.
- porque.
- Porque para odiar como me odias se necesita un corazón muy fuerte. Y para amar como tu amas a Analia hay que tener un corazón muy grande.
- Error para amar a Analia yo no necesito un corazón grande, tan solo por el hecho de ser mi hija ya la amo y la amare siempre. Pero tu no sabes nada sobre ese sentimiento cierto.
De repente se separa de mi y se arrodilla.
- Keyle Bolnard, mi amor, hace poco más de dos meses que nos reencontramos y la verdad no sabes cuanto te extrañaba. Tus ojos, tu cabello, tus manos, tu piel, todo lo extrañaba. Pero le agradezco a la vida que nos haya separado porque haci confirme lo mucho que siempre te ame. Y ahora que te recupere solo me queda decirte que no pienso dejarte ir porque te amo demasiado.- saca de su bolsillo una cajita roja de terciopelo y la abre en su interior descansa el anillo de esmeralda más lindo que he visto en mi vida.- quieres convertirte en mi esposa por favor.
Todas las mujeres de la sala me miran con odio y Danilo me mira expectante, adorariá decirle que no le creo ni una sola de sus palabras y que es un gran actor pero yo debo mostrar también mis avilidades actorales.
- Si mi amor claro que acepto- me arrodilló frente a el  tomo el anillo y me lo colocó y acto seguido deposito un fogoso beso en sus labios y a lo que él se tarda segundos en reaccionar y darme el merecido recibimiento a su vida.
Nos separamos y el salón estalla en aplausos.
Nos levantamos y nos abrasamos así aprovecho y le digo.
- Eres un gran actor.
- Y tu una gran actriz.
- Una de tus puta vino a saludarte hoy y la mande a volar. Una tal Lucrecia. Resuelvelo antes de la boda. Si la vuelvo a ver te castro infeliz.
- Celosa.
- Para nada, solo que yo seré  cualquier cosa menos cornuda.
- Como usted ordene mi reina.
- Diosa amor mio. Yo no soy una reina yo soy una diosa.
Y en ese instante nos separamos sonriendo y la gente se acerca para felicitarnos.
- Hermanito eres un suertudo te ganaste el premio mayor con esta mujer.
- Eso no tienes que decirmelo hermanita, eso ya lo se.
- Danilo hay algo que debo decirte.
- Espérame aqui Gabi, en seguida vuelvo.
Salimos al balcón y le dije.
- Ya le conté a Analia que tu eres su padre.
- Y que dijo.
- Esta feliz.
- Perfecto. Dime que le dijiste
- que estabas en el cielo y que volviste para verla.
- le habías dicho que yo estaba muerto.
- Para mi lo sigues estando.
- Que ruda.
- Es que ya verás que pronto esa mentira se volverá real.
- No puedes matarme soy el padre de tu hija.
- Yo no te matare. Tu lo haras.
Salí del balcón y del salon me monte a mi auto y al llegar a casa me acosté en mi cama. Una noche realmente larga.
Esta noche quede comprometida con Danilo Lobateli ante los ojos del mundo.