Reencuentro

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Cuando me entreviste con la que fue mi Jefa por 7 años, me sentía nerviosa, sin embargo muy segura de obtener el puesto pues mi recomendación anterior y los años junto con la experiencia me respaldaron. Para los días en que me dieron el puesto, deje de llegar a las capacitaciones en la farmacia.
El hospital era privado, un muy conocido hospital por su reputación a nivel nacional, la Dra era un cirujano plástico, una mujer madura, con una reputación muy prestigiada en el estado. Sentía un verdadero privilegio colaborar con ella. Para esos días fui la segunda de la jefa de enfermeras, la Sra. Itzia; una mujer de un carácter estricto y difícil, pero con un impresionante conocimiento en la materia, hacia muchos años ya de conocer a la Dra e incluso parecían hermanas debido al trato que tenían.
Al principio mis actividades fueron de auxiliares, aprendí el manejo de todo el consultorio poco a poco aun cuando parecía no ser del ágrado de Itzia.
Comencé trabajando por las tardes, básicamente dejando el consultorio listo para el día siguiente de consulta.
De manera que podía ocuparme de mi hijo por las mañanas y a medio día irme al trabajo.
Hasta que me cambiaron el turno debido a que Itzia parecía ocuparse últimamente mas de su tiempo familiar y afectaba sus actividades en el consultorio.
Fue así como me empecé a empapar mas de lo que ella hacia, aprendí no solo el manejo de la consulta si no también los procedimientos menores que se hacían, poco a poco me fui metiendo al quirófano y de pronto ya había pasado mas de un año.
El sueldo era muy jugoso, podía disponer de mi dinero a mi gusto y darme ciertos lujos, tanto para mi como a mi hijo.
Entonces fue como poco a poco mi dependencia con Ed se esfumo, empezó a notar que no lo necesitaba y de plano se hizo de la vista gorda con las responsabilidad de proveedor.
Cuando le hice ver su error, me dijo que a el su sueldo le era poco comparándolo con el mio, y que además debía pagar la pensión de sus hijos mayores.
Tratando de no hacer las cosas difíciles, acepte el hecho de que no me ayudará con los gastos, sin embargo era molesto ver como se embriagaba cada que podía, y a mi siempre me decía que nunca tenia dinero, me volví flexible e incluso lo ayudaba literalmente a mantener a sus hijos.
Este tipo de cosas nos ocasionaba conflictos y discutíamos seguido. Hasta que su mamá de plano nos dijo que, necesitábamos buscar un lugar donde vivir pues estaba cansada de escucharnos discutir constantemente.
Estaba por terminar su periodo de guardaespaldas en el gobierno, y su futuro incierto pues no sabía en que trabajaría después de ello.
Antes de salir, el hablo con su jefe inmediato y le solicitó apoyo de vivienda. Fue así como le dieron un departamento sencillo pero habitable en un fraccionamiento a 15 mint de la ciudad.
Tengo que confesar que me alegraba la idea de que al fin podríamos tener un lugar al que llamar hogar, algo para nosotros 3 e incluso pensé que podrían mejorar las cosas entre nosotros. Empecé a olvidarme de la idea de venganza hacia Ed, y aceptarlo tal cual, al final de todo entre tanto que viví con el lo llegue a querer como mi pareja y estaba acostumbrada a el.
Entonces , decidí hacer un préstamo de efectivo para hacerle unas mejoras al departamento, y amueblarlo a mi gusto.
Fue así como después de dos meses de remodelaciones , me dispuse ir como recién casada a comprar todo cuanto nos faltara para habitar nuestra nueva casa.
Al cambiarnos de vivienda, el niño pasaba la mañana con su abuela y por las tardes pasábamos por el e irnos a casa. A mi en el dpto me ayudaba una señora de confianza con la limpieza y el lavado de ropa.
Todo parecía marchar bien salvo que Ed empezó a enviciarse cada vez mas con el alcohol y cuando llegaba a casa su comportamiento era el de un hombre prepotente y arrogante, que egoistamente no le importaba si yo estaba cansada de un largo día en el hospital.
Aun con todas nuestras diferencias, mi único reclamo era que el poco tiempo que podíamos pasar en familia, el lo quería desperdiciar en los campos jugando softboll y emborrachándose. Finalmente me canse y decidí no incluirlo en mis actividades de ocio pues a el no le importaba.
Fue así como empecé a salir con mi hijo sola, al cine, a las plazas, al parque etc...
Aunque aveces le daba por querer hacer reclamos, me limitaba a decirle que yo no iría mas a sus partidos, pues no me gustaba esperarlo hasta que se embriagará.
Tenia una rutina ya hecha en mi vida, y no me quejaba, salvo por que note actitudes viejas en el comportamiento de Ed.
Hacia mucho que no me interesaba revisar el teléfono de Ed, y entonces me decepcione de nuevo.....
Ed, mantenía una relación bastante intima con una mujer que trabajaba en el mismo lugar que él.
Ella parecía tratarlo bien, por las conversaciones, me di cuenta de muchas cosas....
Ella le había comprado las llantas nuevas a su coche, el celular nuevo y ropa, que inexplicablemente llegaba a casa diciendo que había adquirido por bonos en su trabajo. Las fechas coincidían con días en los que me decía que trabajaba y en realidad se quedaba con ella, para irse a divertir al bar del cual era socia. Entonces calle, y fingir no saber nada.
Dolida por esa amarga realidad, decidí acortar el presupuestó en casa, y abrí una cuenta de ahorros personal a espaldas de Ed.
Recupere mi vida social, empecé a frecuentar amigas de la universidad, hasta incluso salir de vez en cuando con alguna, a cualquier bar. Esperando el momento en que Ed, me hiciera algún reclamó al respecto.
Fue así como después de meses de no revisar mi correo...me encontré un viejo mail....
Martín, aquel venezolano que conoci tiempo atrás, me estaba buscando hacia meses.
Sin esperanza de que me respondiera, le respondí, contándole brevemente mi vida en pocos renglones, por último le deje mi número celular y me despedí.
Pasaron unos días, y de repente una mañana Martín llamó. Me pidió que lo visitara en el hotel donde se hospedaba siempre.
Esa tarde le invente una excusa a Ed, y le dije que llegaba tarde a casa. No lo pensé y corrí a donde Martín, estaba ya en el lobby del hotel, llevaba yo puesto el uniforme de enfermería, estaba nerviosa, era la primera vez que conscientemente estaba decidida a ser le infiel a Ed, y lo mejor, es que era con alguien a quien conocía y me alegraba mucho que fuese el.
Al llegar, Martín estaba allí , sentado , ese caballero moreno , calvo y alto....se puso de pie y me regalo una gran sonrisa, un abrazo muy fuerte y no dejaba de repetirme el gusto que le daba haberme encontrado.
Me contó de sus intentos frustrados por encontrarme después de que hablamos la ultima vez, hasta que logro contactar a mis protectores, quienes le contaron que ya había encontrado pareja, y que tenia un hijo con el.
Nunca dejo de expresar su alegría al verme, y sobretodo ver que era una enfermera en ascenso; lo único malo que veía en mi, era la mirada triste.
Nos tomamos unos wiskys, platicamos de todo lo que nos pasaba , ahora el ya no trabajaba para cierta empresa petrolera como jefe; ahora su proyecto era crear su propia empresa y vivir en México.
En el fondo pensaba que podría mantener una relación con el ahora que estaría en México, pero nunca esperé que me dijera que deseaba llevarme con el. Era lógico que seria yo su concubina, pues su esposa vivía en España con su hija, ya era mayor y había estudiado en el extranjero. Me garantizaba una buena vida, incluso la oportunidad de terminar la universidad y me aceptaba con un hijo que no era suyo.
La propuesta podía pensarla, tenia tres días para tomar a mi hijo, las maletas y empezar de nuevo.
Después de unos tragos, subimos a su habitación, tuve esa tarde el mejor sexo después de muchos meses, aunque para esos días ya tenia 47 y yo 23, me hizo sentir una mujer deseada , y antojable, me entregué como hacia mucho no lo hacía, y me lleve sus besos y su aroma en la piel.
Me despedí de el, con lágrimas en los ojos, pues pensaba en lo injusta que era la vida al ponerme en tal situación. Una parte de mi pensaba en lo bien que podría irme a su lado, y por otra parte, pensaba en la serie de problemas que me traería llevarme al niño sin consentimiento del papá, que incluso me lo podía quitar, los problemas legales, y mi trabajo en el que me sentía en la cumbre de éxito.
Tenia que pensarlo bien.... El futuro de mi hijo y el mio dependían de mi elección.....

Att. La Dama de CompañiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora