21 maneras de decir «Te Quiero». [Todoroki Shouto | BNHA]

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Me gustas.

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No era posible describir el sentimiento que llenaba el corazón del chico. Un sentir intocable, intangible, impalpable, pero estaba allí. Cada vez que sus ojos conectaban, cada vez que sus labios se humedecian, cada vez su rostro se agrietaba, un calor en el pecho se posicionaba en el chico y no lo dejaba respirar.

¿Cuándo fue que sintió lo mismo alguna vez en su vida? ¿Iba a volver a sentirlo si no era con ella?

El brillo del televisor en estática era la única luz en la habitación, y sus respiraciones el único sonido armonioso entre tanto silencio. La silueta a medio ver de la chica a su lado le impedía moverse de donde estaba, no quería romper el sueño que seguramente estaba teniendo [Nombre]. Podía sentir la respiración cálida de su pareja chocar sobre su hombro, estremeciendolo de paso.

Llevó su mano libre hacia el rostro de la muchacha, tomando un par de mechones de cabellos sueltos para así librar su rostro de ellos. No quería despertarla, pero era tarde y tenía que ir al dormitorio en vez de dormir en el sofá.

—[Nombre], despierta. —Un par de palmadas en la mejilla fueron insuficientes para que abriera los ojos.

Todoroki soltó un suspiro pesado al ver como la chica se revolvía en su lugar, pero en ningún momento despertó. Resignado, el de cabello dividido separó su cuerpo con delicadeza del de su novia, mientras la tomaba de los hombros para no dejarla caer.

Se detuvo un segundo mirando fijamente el rostro somnoliento de [Nombre]. Estaba tan cerca de su rostro que podía perfectamente contar las pequeñas pecas que ella siempre trataba de esconder. Como no se daba cuenta que así era hermosa.

Dejó de divertirse mirando el rostro de su novia y la tomó entre sus brazos con delicadeza, sujetándola desde la espalda y cargándola contra su pecho. La poca visibilidad no le era de mucha ayuda.

Con cuidado empezó a caminar hasta el pasillo que llevaba al cuarto de la chica. Conocía tan bien el departamento de su novia, que le era imposible perderse; era su segundo hogar.

Al llegar a la entrada, empujó la puerta semi abierta con su espalda y entro a la habitación. Sin querer hizo que la puerta chocara con fuerza contra el tope. Dirigió rápidamente la mirada a la chica esperando que no se hubiese despertado por aquello. Por suerte no.

Se acercó a la cama justo en el centro de la habitación y la acostó sobre ella. Buscó una manta para taparla por encima, sin antes haberle quitado los zapatos. Cuando ya estaba listo, se quedó parado pensando.

Tenía que volver, pero no quería irse.

Nunca quería irse.

En pequeños pasos caminó hasta el otro lado de la cama y se acostó a la par de [Nombre], quedando cara a cara.

Y otra vez volvió a perderse en ese rostro imperfectamente perfecto; esas pestañas cortas que a ella le molestaban, pero a él le gustaban; esas cejas dispares con las que siempre batallaba, pero a él le gustaban; esos labios agrietados que siempre humectaba, pero a él le gustaban; esos cachetes que la hacían sentir gorda, pero a él le gustaban; esos pequeños granos en la piel que odiaba, pero a él le gustaban; sus manos, su cabello, su nariz, sus dientes, sus ojos, su cuello, su todo que a ella podía no encantarle, a él le gustaba.

—Eres hermosa.

Ella le gustaba.

Te quiero.

Nota:
Una manera de decir te quiero, es decirle todo lo que te gusta de esa persona.