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Nuestras memorias.

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Un logro durante los últimos días de la pareja de enamorados fue disculparse entre ellos y lograr mantener paz hasta que [Nombre] se fuera a estudiar a otro lado. Estaba bien, habían solucionado sus problemas de la mejor manera que pudieron siendo aún ambos inmaduros.

Todoroki se encontraba en la casa de su familia. Siendo ya un héroe profesional aún no conseguía desligarse del lugar donde lo vio crecer. Era entrada la noche, y su turno de trabajo había terminado hace unas horas, así que tenía un poco de tiempo antes de ir a dormir.

Se levantó de su asiento y se inclinó hacia la ventana, mirando al exterior como la noche había cubierto todo el cielo y las estrellas eran visibles. No tenía mucho que hacer, y solo estaba pasando el tiempo en su celular.

Mientras deslizaba los mensajes en su celular, una llamada entrante apareció en la pantalla. Su corazón paró por un segundo cuando se dio cuenta que era [Nombre]. Aunque ya estaba todo bien entre ellos, aún no sabían qué pasaría con su relación cuando ella se fuera a estudiar a otra ciudad. Aún era doloroso saber que ella se iría tan lejos, y que no había nada que hacer.

Suspiró con pesadez y apretó el botón verde de la pantalla para contestar.

—[Nombre].

—Hola... ¿estás ocupado?

Todoroki miró a su alrededor, como si estuviera vigilando que nadie esté cerca.

—No, ahora no.

Está bien, la verdad, no sé por qué llamé. —Un pequeño susurro y un sollozo del otro lado de la línea alertaron al bicolor de que la chica no estaba bien, y trataba de aparentar—. Simplemente necesitaba hablar con alguien, y tu número fue el primero que marqué.

—No te preocupes, sabes que estaré aquí cuando me necesites —dijo mientras escuchaba los pequeños sollozos del otro lado—. Estoy acostumbrado a tus llamadas inesperadas.

La chica rio por el comentario aunque estaba decaída, sabía lo que el chico intentaba decir.

¿Podemos olvidar ese día? —dijo cambiando su semblante a uno más calmado—. Es vergonzoso.

—Fue gracioso cuando me llamaste preocupada e histérica, —Movió el celular a su otra oreja, acomodándose—, estaba preocupado de que algo malo te hubiera pasado.

—¡Ya! Solo fue una vez...

—Y luego me gritaste si yo tenía tu celular porque no lo encontrabas.

Qué malo eres. —mencionó—. Simplemente me había olvidado...

—¿Qué me estabas llamando con tu celular para saber dónde estaba?

Un quejido se escuchó por parte de ella, mientras que Todoroki rio al ver que seguía avergonzándose por eso. Así o más era las incontables historias que tenían entre ellos, algunos buenos recuerdos y otros malos.

Gracias.

—¿Por qué?

Por estar siempre ahí, incluso cuando quería estar sola. —La chica suspiró, era difícil no pensar que esa podría ser una de los últimos momentos donde estaría charlando con el bicolor—. Incluso ahora que tuvimos problemas, que me iré, sigues estando siempre ahí.

—Te dije que sería así. Y ahora por lo menos te ayudé a no estar triste.

No era necesario que ella le dijera su estado de ánimo para saber que estaba así porque pronto se iba. Dejar un sitio y sus relaciones tan pronto era doloroso para cualquiera. Ella consideraba esta ciudad como su segundo hogar, junto al chico bicolor.

Creo que seguiré empacando —dijo dando a entender que terminaría la llamada—. Gracias por despejarme, y hacerme recordar eso...

—No te preocupes, descansa.

Te quiero, Shoto. —Con esas últimas palabras y sin dejar que el chico hablara, [Nombre] colgó.

Todoroki suspiró a la vez que se acercaba a su cama y se recostaba en ella mirando los minutos que estuvieron hablando.

Iba a extrañar tanto eso, iba a extrañar poder tener esos momentos divertidos, tristes, alegres, de enojo o compasión que siempre tuvo con ella. Pero no podía hacer nada más que dejar que se fuera. Aún se debatía en su corazón qué hacer para seguir manteniendo una relación con [Nombre]. Incluso, ¿alguna de sus ideas sería aceptada por la chica? ¿o lo dejaría a merced del destino? Ella ya le había planteado su idea: "Si la vida quiere que sigamos juntos, pasará; si no quiere, esto es un adiós"

Se estaba lamentando de que el destino era tan cruel como para arrebatarle la única persona que ha querido con todas sus fuerzas, viendo como se alejaba de él hasta dejarlo solo.

Se acurrucó entre las sábanas de su cama, dejando a un lado su celular cerrando los ojos y pensando en todas esas hermosas situaciones que pasó con ella. No quería dormir, porque sabía que al día siguiente la persona que más amaba se iría de su lado para siempre.

Te quiero.

Nota:
Una manera de decir te quiero es recordando los momentos entre ustedes, y guardándolos en lo más adentro de sus corazones.

21 maneras de decir «Te Quiero». [Todoroki Shouto | BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora