Estaciones

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Volvía descorazonado del lugar donde cada día luchaba por la oportunidad de recuperarla,  abatido porque una vez más aquel elegido había fallado en su importante misión, era presa de la desmotivación y la depresión que ahora ocupaban el centro de su ser. Pero de entre todos aquellos ruinosos sentimientos que ahora lo asfixiaban había uno que sobresalía por mera casualidad...la melancolía...este día se cumplían exactamente dos largos años de aquel lamentable suceso. Era el luctuoso aniversario del día en que inicio su pesado calvario.


Hasta su estudio se sentía vacío como si él también mostrara su pena por la ausencia de su musa. Tomando de la mesa un control se sentó frente al cuadro donde ella con paz en los ojos y la alegría en sus labios lucía humilde su belleza.


Presionando un par de botones del mando el ambiente se llenó de aquella música suntuosa al oído, donde predominaba la solemne interpretación de los violines dentro de aquel exclusivo acervo de instrumentos.


Después de un rato escuchando aquella envolvente música su mano se movía suave en el aire dando orden a los acordes que flotaban a su alrededor.


Tal vez Vivaldi no fuera su compositor preferido pero en sus conciertos había encontrado reflejada su realidad, la realidad de un amor interrumpido, que  pese a todo mantenía la férrea esperanza de volver a ser lo que fue.  Era por esto que esta música le transmitía un poco de sosiego aun en sus peores momentos.


Esa música le mostraba su pasado y su presente desde que ella llegara a su vida, era en la "Primavera"  que con un dinámico y entusiasta Allegro se festejaba su llegada, se vislumbraba el renacer purificado de la naturaleza y las ninfas del bosque danzaban agradecidas por la apertura de un nuevo año. Así había sido ella para él,  era el aire fresco que irrumpió en su monótona existencia, dando un sentido renovado a su vida y agradecido de tenerla a su lado.


El "Verano" sonaba con un Allegro somnoliento mostrando una época de ralentizados movimientos y sopor en el ambiente de excesivo calor y continuado por un contundente Adagio que mostraba la fuerza  de la tormenta que llegaría. Se mostraba molesto ante el recuerdo de cuando en aquel viaje encontraron aquello, ella siempre juiciosa y cauta fue la que más insistió en que los compraran en aquel paupérrimo mercado de Asia.


En "Otoño"  sonaban una vez más  joviales y festivos los violines, mostrando la estación de colores más cálidos donde se representa mejor la buenaventura y la cosecha de lo sembrado. Así fue para ellos el nacimiento de su hijo, la llegada de Adrien centró toda la atención de Emilie en él haciendo que por ahora olvidara su curiosidad por aquello.


Sus ojos se cerraron como evitando ver lo que aquella música levantaba ante él, el "Invierno" comenzaba con un rasgado grave de los violines para acabar con la pasividad de un repetitivo movimiento que lo adormecía todo. Como una réplica fiel de aquel concierto ellos se vieron arrastrados por algo que desconocían que alteró su vida y los envolvió en una espiral de emociones contradictorias para al final dejar todo en el mas sepulcral de los silencios.


Tal vez "las cuatro estaciones" de Vivaldi no fueran lo más recomendado para su adolorido corazón y su maltrecho juicio pero si era lo mejor para recordarle que después del gélido invierno siempre vuelve la esperanzadora primavera.

FIN

Junio con GabrielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora