Una incómoda pregunta envolvía el ambiente y una dolorosa respuesta se mantenía enclaustrada en lo más profundo de su ser. Un tácito silencio se había establecido entre los dos a la espera de que la heroína regresara.
El ilustre diseñador se mantenía inmutable junto a la urna de su amada, tal pareciera que dentro de él ya no quedaba nada más por dar, que su último aliento de esperanza había caído junto con él dentro de aquel improvisado santuario.
Pero la realidad era otra, dentro de su cabeza se entremezclaban en una vorágine de recuerdos las imagines de su feliz pasado con las de su atormentado presente. Aquel exótico viaje fue el inició de todo, nunca debieron hacer caso a aquel mercader que insistente les ofrecía aquellos atrayentes objetos.
Ella entusiasmada se impregnaba de la magia de aquellas coloridas imágenes que aquel antiguo libro les ofrecía. Emilie siempre habías sido la audaz de los dos mientras que él siempre mantenía la cautela, ella buscaba la aventura y él la seguridad, eran fuego y hielo compartiendo un mismo espacio en perfecto equilibrio.
Se dejaron deslumbrar por aquellas dos preciadas gemas y más aun por lo que de ellas descubrieron, él debió ser la voz de la razón pero su deseo de querer más de aquello lo obcecó hasta el punto de explotar más aquel poder, ¿con que fin?... solo el tiempo lo diría.
Si hubiera conocido las consecuencias que acarrearían su actos jamás hubiera dejado que aquel día ella portara aquel prodigio y él hubiera mantenido su soberbia a raya. La ira lo cegó y dejo que aquel akuma se atreviera a atacarla...a ella....a su Emilie.
Después de aquello todo se cerró en su contra, ella cayó en aquel letargo que poco a poco iba cercenando su vida, él se dio a la desesperación al ver como se consumía al igual que la llama de un quinqué a la llegada del alba. ¿Como afrontaría ver a su hijo crecer sin su madre y saber que él era el culpable?
Llamarón su atención los sonoros pasos sobre la pasarela que se acercaban con rapidez a él, junto a la heroína le acompañaba aquel pequeño hombre de rasgos orientales y que vagamente recordaba haber visto en alguna otra ocasión.
- Señor Agreste, él es el guardián de los prodigios - con seriedad la heroína le presentaba al menudo hombre - si alguien puede ayudarlo es él.
Desconfiado los miraba a ambos sin pronunciar palabra, más atrás se mantenía Chat Noir con una mirada helada que lo traspasaba hiriente.
- Es hora de que el destino fluya sin obstáculos - habló el guardián - el camino que has elegido Gabriel ha sido el más doloroso y él equivocado. Entrégame tu prodigio y hare lo que este en mis manos para traerla de vuelta.
Receloso escuchaba las palabras de aquel desconocido, el todo o nada ya no existía, no quedaba nada con que luchar solo podía confiar en aquel hombre y mantener una vez más su resquebrajada esperanza.
Ante la mirada atenta de todos, soltó un profundo suspiro y se desprendió de su prodigio. Alejándose cabizbajo atravesó la pasarela.
Dos horas habían pasado y desde su apartado rincón veía nervioso como el guardián seguía con aquel ritual. Los dos héroes permanecían juntos cerca de él, Chat Noir se veía mas ansioso y abatido que él mismo, algo que atrajo su atención fue ver como Ladybug sostenía la mano de su compañero en gesto cariñoso.
Un destello al otro lado hizo que todos saltaran de su posición conteniendo la respiración. Los ojos anhelantes de los dos hombres titilaban nerviosos al ver como el guardián abría la urna para apto seguido capturar en un recipiente a la pequeña mariposa negra que de ahí salió.
Unos segundos más y las lagrimas comenzaron a correr libres por las mejillas del diseñador cuando una suave y melosa voz se escuchó aun adormilada.
- ¿Gabriel?......
FIN
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Referencia al capítulo "Desesperación".
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Junio con Gabriel
FanfictionPequeños relatos sobre Gabriel Agreste. #JunioConGabriel [Todo el crédito de la portada es de LadyDoptera] Disclaimer: La trama es original y está basada en los personajes de la serie animada "Miraculous: Les aventures de Ladybug et Chat Noir". Los...