Junio con Gabriel

Abuelo

Ladybug y Chat Noir corrían asustados sobre los tejados de Paris.

Ladybug: Chat Noir, está muy cerca.

Chat Noir: Lo sé, tenemos que escondernos.

Cuando los dos chicos pensaban que habían conseguido escapar el trozó de una chimenea cayó frente a ellos.

Ladybug: ¡Aaaaaagh!

Chat Noir: ¡Ladybug, cuidado!

Ladybug resbaló tratando de esquivar la chimenea y cayó por el lateral del tejado, Chat Noir la siguió para tratar de ayudarla.

Ladybug: ¡No me sueltes!

Chat Noir: No podre sostenerte por mucho tiempo más.

Ladybug temblaba de miedo mientras se sostenía de la mano de Chat Noir, que cada vez estaba más cansado.

Chat Noir: ¡Tengo una idea!

Usando su bastón lo extendió para que Ladybug se deslizara hasta llegar a la calle, después él también lo uso para bajar del tejado.

Titan: ¡Ladybug!, ¡Chat Noir!

Los dos asustadizos chicos vieron como el imponente coloso aparecía sobre el tejado.

De un sorprendente salto el gigante vestido con una portentosa armadura de metal y cuero llegó hasta la calle. Los dos chicos casi lloraban aterrorizados ante el grandioso campeón de Hawk Moth.

Ladybug: Tenemos que atacarlo.

Chat Noir: Si, ve tú primero.

Ninguno de los dos se atrevía a atacar a aquel glorioso ser. Se mantenían inmóviles en su lugar, sosteniendo sus armas entre temblores.

Titán: ¡Entreguen sus prodigios!

La potente voz salía aun mas estrepitosa a través del brillante yelmo . Los indefensos chicos dejaron caer sus armas al verse apabullados por el grito.

Ladybug y Chat Noir dieron un paso atrás amedrentados por aquel ser superior.

Chat Noir: No...no nos hagas daño, por favor.

Ladybug: SI...si, no nos hagas daño...toma...toma nuestros prodigios.

Ladybug y Chat Noir se vieron indefensos y superados por aquel increíble coloso.

Despacio y temblando se acercaron al Titán para dejar sus prodigios en su ma....

- ¡Abuelo! - interrumpió el relato una hermosa niña de brillantes ojos azules y sedosa cabellera rubia.

- ¡Así no es la historia! - reclamó poniéndose de pie sobre la cama.

- ¡Si!, Ladybug y Chat Noir son muy valientes y siempre ganan. - poniéndose también de pie Louis acompañaba a su hermana en su queja.

El pequeño Hugo siguiendo a sus hermanos mayores también se puso de pie mirando a su abuelo con un tierno mohín en la cara.

- Bueno si, pero no siempre se puede ganar. - trataba de mostrarse serio y explicarse ante la divertida actitud de sus nietos.

- Pero abuelo, ellos siempre ganan. - replicaba una vez más Emma.

- Si, ellos siempre vencen al malo. - Louis seguía acompañando a su hermana en su cruzada por defender a los héroes de París.

Mientras que el pequeño Hugo solo daba pequeñas afirmaciones con la cabeza.

- Bueno, en el cuento de mañana hare que ellos ganen pero hoy ganara Hawk Moth, ¿que les parece?. - sonreía afable antes sus nietos que ahora se mostraban con expresiones serias.

- ¡No!, tú no quieres que ellos ganen, igual que Hawk Moth. - dijo enfurruñado Louis.

- Ja, ja, ja, - la dulce niña comenzó a reír ante el comentario de su hermano - Abuelo, si tu eres Hawk Moth yo soy Ladybug. - de un salto se colgó del cuello de un sorprendido Gabriel - ¡Me entregaras tu prodigio Hawk Moth! - exclamó con aire solemne sin soltar a su abuelo.

- Ja, ja, ja - Louis se unió a las risas de su hermana - entonces yo soy Chat Noir. - y sin avisar el pequeño azabache se lanzó también hacia su abuelo.

- Ja, ja, ja - ahora era Gabriel quien compartía las risas con sus pequeños nietos - ¡Nunca tendrán mi prodigio!, ¡seré yo quien consiga los suyos, Ladybug y Chat Noir!.

Poniéndose de pie con los niños en brazos y sin parar de reír ninguno de los tres se dejo caer de espaldas sobre la cama, donde el pequeño Hugo aprovecho para subirse también sobre su abuelo.

Desde la puerta Emilie contemplaba en silencio y con una amplia sonrisa la encantadora escena de sus nietos y de su marido jugando con ellos como si fuera un niño más. Hablaría con Marinette para que le dejaran a los niños con más frecuencia ya que le encantaba ver a Gabriel en su papel de Abuelo.

FIN