-No deberíamos estar haciendo esto–le susurro a mi amiga- si los guardias nos encuentran estaremos en grandes problemas.
-Shh–pone un dedo en su boca- nadie nos descubrirá.
Salta la gran reja que da al exterior de la Casa Blanca, me hace seña para que me pase. Pongo un pie y luego el otro, me balanceo hasta llegar al otro extremo.
-¿Ves? Ninguno de esos malvados gorilas nos vio–dice tomándome del brazo y llevándome a su Audi.
-Por suerte–suspiro.
Desde que papá subió al poder y se postuló como presidente tenemos más seguridad, veinte escoltas y trescientos paparazzi de solo dar un paso. Antes casi no tenía libertad, imagínense ahora. Por eso estoy escapando con mi mejor amiga a una "fiesta" de un amigo de ella, solo espero que no sea la típica fiesta de adolescentes drogadictos.
Me pongo el cinturón y rezo el padre nuestro veinte veces mientras ella arranca el auto, me sostengo del asiento y cuento hasta diez. Ella se cree Toreto desde que comenzó a ver Rápido y furioso.
-¡Wuju!–grita poniendo sus manos al aire.
Pongo mis manos en el volante y la fulmino con la mirada. Ella devuelve sus manos al volante y ríe a carcajada. Suelto un bufido y me cruzo de brazos. Me arrepiento de haberle hecho caso.
-Estás loca–gruño- no se porque te hice...
El sonido del celular me interrumpe y de inmediato lo saco del pequeño bolso, Scarlett Williams, ¡no! Mi hermana me está llamando, lo guardo de nuevo en el bolso y comienzo a temblar. Si rastrean mi teléfono estoy frita, me lleva quién me trajo. ¿Acaso se puede tener tan mala suerte?
-¿Estás bien? ¿Quién era?–pregunta Poppy frunciendo el ceño.
-E... era Scarlett–respondo nerviosa.
-La zorra de tu hermana–menciona poniendo sus ojos en blanco.
-No le digas así, recuerda que aún es mi hermana–susurro apretando mis manos.
-Sabes que digo la verdad.
-¡Basta Poppy!–grito cabreada.
-¡¿Es que acaso ya olvidaste lo que te hizo?!–frena de golpe.
-¡No! ¡Nunca lo olvidaré!–mis ojos se humedecen.
-Y... yo, lo siento Sophia. Esa no era mi in...
-No importa–aparto las lágrimas que se escaparon- solo llévame a casa.
-Está bien–suspira y le da la vuelta al coche.
Miro un punto fijo y recuerdo aquel dolorosa pesadilla que viví esa noche. Mi hermana me ha hecho tanto daño, no merezco está vida, no merezco estar así ¿que hice para merecerlo?
Flashback. Hace dos años atrás.
<estoy comprando chocolates. Hoy hace un mes Sebastián me pidió ser su novia, hemos sido mejores amigos junto con Poppy desde que teníamos cinco años, lo empece a ver de otra manera desde los quince y por fin que cumplí los dieciocho mis padres me dejan tener novio. Sebastián solo me lleva dos años.
Camino feliz por la plaza comercial buscando su reloj favorito, tengo todo preparado. Hoy será el día que le entregaré mi virginidad al hombre que quiero, le hice su comida favorita en mi casa para llevársela a su apartamento.
Salgo de la plaza directo al apartamento de mi novio, después de diez minutos ya estoy abajo con todo preparado. Globos,
Regalos, comida y mi cuerpo. Subo en el ascensor y se me hace una eternidad llegar. Por fin llego a su puerta y la abro con la copia de la llave que me dio hace unos meses cuando lo compró. Entro y cierro la puerta detrás de mi. Llevo todo a la cocina a excepción del regalo y los globos... subo las escaleras y escucho una clase de gruñido y gemidos ¿que es esto? Mientras más me acerco se escucha más. Seguro está haciendo ejercicio. Llego hasta su habitación y abro la puerta. Pero nunca imagine encontrarme con lo que vi... mi hermana mayor está arriba de mi novio teniendo sexo con él, él gime abajo de ella y le agarra las nalgas mientras ella da salto encima de su miembro. En ese momento mi mundo se derrumbó. Los globos y el regalo se resbalan de mi mano espantando a los traidores.Sebastián me mira sorprendido y empuja a Scarlett, camina hasta mi tratando de tocarme pero me aparto.
-Sophia te lo puedo explicar–dice agitado.
-¿Que me lo puedes explicar?–pregunto irritada- ¿que dirás? ¡Que mi hermana cayó encima de tu maldito pene por accidente!
Los dos se sorprenden por mi vocabulario.
-Sophi...
-¡Sophia nada!–grito agitada- ¡son unos malditos cabrones y traicioneros! ¡Por Dios Scarlett, le llevas tres años a Sebastian y era mi novio y aún así no tuviste el coraje de respetarme!
Camino hasta la que era mi hermana, ella me mira con media sonrisa y yo con coraje la abofeteo y escupo en la cara. Camino hasta Sebastián y le doy en la entrepierna con mi pie, grita de dolor. Camino hasta la puerta, recojo los globos y mi reloj. El idiota no se lo merece. Bajo hasta las escaleras y me llevo todo lo que traje. Hay personas que lo necesitan más que ellos.
Fin de Flashback
Lo más extraño de ese día es que no derrame ni una sola lagrima.
Aprendí que las primeras personas que te traicionan y te dan la espalda son tu familia.
Pero con todo lo que ellos me hicieron no deje de creer en el amor verdadero, no deje de ayudar a los demás y ser justa. Los perdone, así es, los perdone, pero ya no confío en ellos, no les tengo rencor, menos a mi hermana. Al fin y al cabo es sangre de mi sangre y el que ríe de ultimo, ríe mejor.
Las infidelidades se perdonan, pero no se olvidan jamás.
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La hija del presidente
RomanceTodos estos años tratando de pasar desapercibida bajo la sombra de mi hermana. Construyendo una pared entre la realidad y yo. Entonces llegó él, con su traje Gucci y reloj Rolex a derrumbar todos esos obstáculos que la vida me ponía y sobre todo...