-¡Creo que estoy embarazada!
-No, no lo estás!
-Seré madre de gemelas–giro mis ojos malhumorada.
Poppy después de dar tantas vueltas para ir a la Casa Blanca (mi casa) se detuvo para vomitar. Es tan dramática que dice que está embarazada y tiene un implante anticonceptivo. Sobo su cabeza y le doy un poco de agua.
-¿Estás mejor?–pregunto preocupada.
-Creo que este es mi fin–dice con los ojos cerrados-Sophi dile a papá y a mamá que fui yo quien rompió el florero de cinco mil libras esterlinas.
-¿De verdad fuiste tú?–pregunto sorprendida. Ella asiente mirándome con temor-¡eres una... una, me culpaste!
-No te culpé, tú lo hiciste, solo me quede en silencio–se encoge de hombros.
-¡Me culpe porque pensé que no te iban a dejar ir a mi cumpleaños número diez!
-L... lo siento–sonríe inocentemente.
-Embustera–susurro entrecerrando mis ojos-bueno... yo conduzco.
Arranco el auto y lo pongo en marcha hasta casa. Cada dos segundos poppy se queja hasta quedarse dormida. Genial ahora tengo que dar más explicaciones. Después de veinticinco minutos llego hasta el portón del gran castillo. Los guardias llegan hasta mí corriendo, abren el portón y entro hasta la casa, salgo del auto y veo como los guardaespaldas vienen hacia mi con grandes zancadas.
¡Rayos!
-Señorita Williams ¿está bien?–pregunta revisándome unos de ellos.
-Si, solo iba a...
-A la iglesia–poppy se levanta del asiento del auto y camina hasta ponerse a mi lado ¿a la iglesia? ¿En serio? ¿no estaba dormida?
-¿Que iglesia está abierta a las 10:30pm?–pregunta unos de los guardias alzando unas de sus cejas.
-La... la iglesia personal de la familia de Poppy, si, eso–balbuceo con nerviosismo.
-¡Exacto! Esa iglesia–exclama mi amiga elevamos sus brazos.
-Ya basta de preguntas ¿Donde está mi padre?–mascullo frunciendo el ceño.
-Su padre la espera en la sala presidencial.
-Bien–camino hasta la puerta con poppy destras de mi.
-¡Señorita Williams!–escucho a mis espaldas.
-¿Si?
-Su padre tiene una fiesta–susurra bajando la cabeza
-Seguro mi hermana estará ahí y me dejara en ridiculo–susurro caminando hasta la mansión.
-Oh no, esa zorra no lo hará de ahora en adelante–habla poppy moviendo su cabeza. Enlaza su brazo con el mío y me adentra a la mansión.
Hay muchas personas merodeando por la sala principal vestidos como camareros, mi amiga me lleva hasta el ascensor para subir a mi habitación.
-Ya se que te pondrás para la fiesta–afirma mirando sus uñas perfectamente pintadas.
-No es buena idea que vaya ahí–susurro.
-¿Estás bromeando? Si no vas a esa fiesta me quito el nombre–me mira con una mano en el pecho-Sophia debes dejarle claro a tu "hermazorra" que eres mejor que ella en todos los sentidos.
río por su apodo hacia mi hermana. Analizó todo lo que poppy me ha dicho y es cierto, algo me dice que debo ir a esa fiesta y que la encare a ella y a mi familia, que saque mi verdadero yo con un poco de rebeldía y coraje, que no me deje humillar más. En todas las fiestas Scarlett me ha hecho pasarla mal delante de todos.
ESTÁS LEYENDO
La hija del presidente
RomanceTodos estos años tratando de pasar desapercibida bajo la sombra de mi hermana. Construyendo una pared entre la realidad y yo. Entonces llegó él, con su traje Gucci y reloj Rolex a derrumbar todos esos obstáculos que la vida me ponía y sobre todo...