Había escuchado decir que en los peores momentos las cosas parecerían ir en cámara lenta. Eso era en realidad una vil mentira; Jaemin alejándose de mí, mamá abriendo los ojos de par en par y poniendo aquella expresión que tanto la había visto hacer cuando papá hablaba de Hyukjae; asco y odio puro. Todo eso captó mi cerebro en una milésima de segundo, tan rápido que mamá ya había tomado mi muñeca, y aunque era una certeza que mi fuerza era superior a la suya, dejé que me arrastrase con sus uñas rojas de acrílico clavadas en mi antebrazo.Mantuve la cabeza gacha, la puerta de la enfermería resonó a mi espalda y cada uno de los sonidos se introdujo en mi cabeza como el picotazo de una avispa. Mamá estaba furiosa y no pude decirle que se detuviese, porque yo estaba patéticamente asustado de lo que fuese a salir de su boca.
Cuando me dejó ir supe de inmediato que el caos era inevitable. Sus tacones resonaron en el piso acercándose a mi padre. Le vi a él que se parecía demasiado a mí, siempre un espectador pasivo del frenesí de mamá. Llevaba la preocupación escrita en el rostro, la corbata floja y el saco había desaparecido en alguna parte. Mamá frenó delante de él y observé algunos mechones de su cabello perfectamente arreglado desprenderse del recogido tirante cuando una mano abierta se estampó contra la mejilla de mi padre, de su ex esposo.
El silencio fue perturbador. Mi madre lo rompió con su agitación. Ella, quien nunca salía de su papel, se estaba incendiando y desmoronando. La reina de hielo era historia antigua.
Le eché un vistazo a Doyoung. Él miraba atónito la escena desde la banca, hizo el amago de ponerse en pie, pero moví la cabeza de lado a lado para que no se metiese en el lío. Sabía que mamá le echaría su furia a cualquiera que se cruzase en su camino, siempre había sido así.
–¡Eres un verdadero hijo de puta!
La voz de mi madre retumbó en el pasillo del instituto. Pude ver el rostro de papá descomponerse por la ira, mientras ella golpeaba con sus puños el pecho del hombre con el que pensaba pasar el resto de su vida.
Él la detuvo y dio un par de pasos hacia atrás
—¿¡Te has vuelto loca!? —Papá miró más allá de mamá. Me miró a mí y la ira se convirtió en vergüenza y dolor. —No haga esto aquí.
Ella resopló, su espalda se movía en cada trémula respiración. Me preocupé, temí verla caer en cualquier instante. Regresó para tomar una vez más mi brazo. Yo le quitaba una cabeza, pero debía verme absurdamente pequeño en este momento.
Y entonces vi el rostro de Doyoung descomponerse, me sentí horrible. No quería mirar en la dirección en la que él lo hacía, porque sabía lo que encontraría y no estaba preparado para enfrentarme a Jaemin, no cuando temía que todas las emociones que había conseguido de él pudiesen borrarse esta noche. No quería volver al principio, cuando él no confiaba en mí.
–Debes estar contento, ¿no es así? —preguntó mamá, pero no iba hacia mí. Ella seguía atacando a mi padre. —Has logrado llenar a nuestro hijo con tus ideas monstruosas.
Papá titubeó, se acercó con la rabia y el dolor derramándose en sus ojos, pero se detuve al instante.
Mamá se jactó de ello, hizo un sonido que poco tenía de divertido y me llevó con ella.
–Has arruinado a tu familia.
Rozó el hombro de papá al salir.
Estaba lloviendo afuera, tanto que el peinado de mamá se desmoronó y mi piel se erizó bajo el viento de invierno. Atravesamos el estacionamiento. Vi el auto rojo que tanto cuidaba, tal vez más que a mí.
–Sube. –Su voz podría congelar a medio continente asiático. No pude moverme, me sentí como un niño pequeño regañado, impotente y con el pecho comprimido con todo lo que no podía decirle, con todo lo que me lastimaba. Ella bajó la ventanilla. – ¡Sube ahora mismo, Lee Jeno!
ESTÁS LEYENDO
Mermar - Nomin
FanfictionTenía 14 cuando su familia se mudó a la casa de al lado. Tenía 15 cuando vi a mi padre besarse con otro hombre. Tenía 16 cuando comencé a sentir odio. Tenía 17 cuando lo bese. PORTADA creada por la hermosa y talentosa @Kunhangucci a quien amo y admi...