- Caroline no se te olvide entregar tu carta de recomendación a la directora para que la firme –me recordó mamá, mientras estiraba el brazo con el sobre y la carta dentro de el –que tengas un buen día.
Se alejó hasta la puerta delantera con la elegancia que siempre la caracterizaba.
Les había contado mi incidente con el mendigo del dia anterior y mi auto había sido enviado al taller automáticamente al taller, por lo que hoy iria con el chofer familiar en el auto familiar hasta la escuela.
No hay nada interesante en la academia Morrison en las horas de la mañana, después de saludar al portero en la entrada caminé hacia mi casillero para organizar los libros del dia de hoy ¡Jueves! Tomé uno de mis cuadernos organizados por orden del dia y guardé mi bolsa junto con los demás llevando en mano el cuaderno de la primera clase y la carta que la directora gentilmente debería firmar hoy. Me dirigí hacia su oficina en el pabellón administrativo. En el momento que llegué se hallaba ocupada con alguien mas. Por lo que esperé por unos segundos.
Hasta que por fin se halló libre para atenderme, la señora de admisiones salió de la oficina acompañada al parecer de un alumno nuevo del cual ni me percaté de mirar el rostro, como siempre lo hacia…
Siempre ignorando a las personas que no nada tenían que ver conmigo en este tipo de circunstancias.
- ¡Caroline! –la directora se alegró al verme.
Al menos eso creo.
- Justo a ti era a quien estaba esperando.
- Señora Collins vine a traer mi carta de recomendación –sonreí lo mas plástico y educado que pude –para la universidad.
Ella asintió mientras tecleaba en el teléfono.
- Espera un momento cariño –sonrió –Margie puedes por favor traer de vuelta al señor Henderson. Caroline esta aquí y quiero que se
conozcan enseguida.
Fruncí el ceño extrañada, ¿Qué era todo eso? Ah, creo que me colocara de “Sponsor” con algún alumno nuevo.
Colgó. Me miró de nuevo sobre la lente de sus gruesas gafas.
- Espero no te moleste que te coloque de tutora nuevamente –me hizo señas de que entregase el sobre con la carta –por eso eres nuestra mejor alumna, oh que veo Stanford… vaya, vaya Caroline Smith serás la mejor graduada de esta academia.
- Gracias –musité fingiendo modestia
Algo de lo que carezco totalmente.
- Señora Collins –Margie se asomó en la puerta de la oficina –aquí el joven Henderson.
- Pasen por favor.
Permanecí erguida en mi silla, sin ni siquiera dignarme a mirar.
- Buenas –la voz entre varonil e infantil inundo los ecos vacíos de la habitación.
- Señor Henderson, puede sentarse.
Miré por encima de mi hombro, llevándome la gran sorpresa del día, que digo del día mas bien de la semana.
