Capitulo 18 Save Me

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- ¡basta! –grité –suéltalo, es un tonto no te ensucies las manos.

- ¡dejalo! –intervino Mike –es un idiota solo te está provocando.

Cristian pareció escucharle.

- Déjalo –musité miré a Mike agradecida –el tiene razón.

Suspiró dejando libre al imbécil de Sebastian.

- Poco hombre –farfulló Cristian.

Sebastian lo acuello nuevamente propinándole un golpe en la comisura de sus labios, provocando una hemorragia súbita. El se llevó la mano a los labios para contener el hilillo de sangre que manaba de este.

- ¡estupido! –grité.

El retrocedió unos pasos. Camine hacia Cristian cuya respiración agitada y sin control eran signos de querer continuar con la riña.

Todos nos observaban en silencio.

- ¿estas bien? –le pregunté en susurros.

El asintió lleno de rabia. Nadie agitaba el ambiente.

Solo vi aparecer a la directora que con una mirada nos indicó que caminaramos hacia su oficina.

Todos permanecieron en sus asientos, observándonos desfilar hacia la dirección. Intenté modular mi velocidad a la de Cristian que crispaba los puños de forma que la sangre parecía huir de sus nudillos.

Miraba a Sebastian de reojo que caminaba derecho y con rostro inexpresivo. Mi estomago comenzó a hacer ruidos nuevamente, la directora nos hizo pasar en silencio hacia su oficina. Suspiré un poco frustrada, jamas había estado en este lugar en esta situación.

- Bueno señores, supongo que no será necesario preguntar el hecho por el que están aquí ¿no?

Me mantuve reacia en silencio.

- Siento lo del escandalo –musité.

- Me extraña verla en estas situaciones señorita Smith, mas teniendo en cuenta su impecable conducta en esta academia.

- Ella no tiene nada que ver con esto –murmuró Cristian con voz aun enojada.

- ¿no? –inquirió la directora –entonces…

- Fue todo mi culpa –soltó una risa ironica.

- Cristian –musité.

Me miró mandándome a guardar silencio.

- Entonces Señor Henderson ¿acepta usted toda la responsabilidad de lo ocurrido?

El cobarde de Sebastian no pronunciaba palabra alguna.

- ¿y usted Sebastian? ¿no tiene nada que decir?

Los ojos de la directora se fijaron en la herida del rostro de Cristian y la presencia ilesa de Sebastian.

Frunció los labios indecisa.

- En vista de que supongo deben conocer el manual de esta academia, no m equeda mas que suspenderlos. Aquí se prohíben rotundamente esta clase de comportamientos.

- Señora directora –la interrumpió Cristian un poco mas calmado –no meta a Caroline en esto. No tiene nada que ver, es un error que este aquí.

La directora lo observó en silencio.

- Si quiere colóquelo en mi registro escolar…pero no a ella.

- Cristian… no –le pedí –no lo hagas.

- Shshs –me calló –por favor –miró a la directora.

- Esta bien Señor Henderson usted y el señor Bell quedan suspendidos por tres días.

- No –me quejé.

- Recojan sus cosas y vayan a sus casas.

Ellos se levantaron marchándose de inmediato. Yo me quedé allí sentada y enfuruñada.

- ¿pasa algo Caroline?

- No es justo –farfullé –dañe mi registro académico no el de el… ¡se lo suplico!

- ¿Por qué Caroline? ¿Qué pasó en realidad?

- El solo… me defendia –ni yo misma podía creerlo -no lo haga por favor…

- Bien –musitó ella escribiendo algo en su libreta –pero estará suspendido dentro de los tres días que acordé. No haré nada que pueda perjudicarlo.

Di un profundo respiro. –muchas gracias.

Por primera Vez era yo quien lo salvaba.

¡Sonríe, Caroline! (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora