Capitulo 4 ¡Pierde el control! vuelvete loca

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- Esta cifra de aquí, es lo que se considera una variación de la pendiente, lo que indica el grado de inclinación de una recta.

El observó el libro por unos segundos. Luego me miró a los ojos conteniendo una sonrisa picara.

- ¿Cómo? –me di vuelta emitiendo un suspiro completamente resignada.

Por su causa mi agenda había sufrido un cambio de tiempo de quince minutos. Siempre llegaba tarde.

Quince minutos que me afectaban, los mismos que me hacían llegar a casa cinco minutos tarde, que me hacían ir a la cama quince minutos tarde.

Una acción de el cambiaba toda mi cuadriculada agenda.

- A ver –suspiré –esta pendiente determina el grado de inclinación de esta función. ¿lo entiendes? –dije apretando la mandíbula.

El esbozó una leve sonrisa y comenzó a escribir la formula que anteriormente le había pedido.

Fruncí el ceño hacia unos minutos había fingido no saberla.

- Tu te estresas por pequeñeces –se recostó sobre el espaldar de la silla, adoptando una actitud completamente relajada –¡olvidas todos mis consejos! Loose the control.

Caminé hasta el pupitre del maestro.

- Olvido tus consejos de la misma forma en que tu olvidas las formulas que a diario trato de enseñarte.

- Eso es diferente…! ¡Las matemáticas son aburridas! Puedo usar eso como excusa por mi falta de interés, además, aun sigo pensando ¿de que me servirá todo esto cuando entre al cuerpo de paz? ¿ah?

Enarqué una ceja sorprendida.

- ¿Qué?

Sacudí la cabeza tratando de despejar todos los pensamientos que se enredaron dentro de ella.

- Ya te di mis razones de porque olvido mis formulas matemáticas, ahora te toca ati: ¿Por qué te olvidas de mis consejos? Te he dado dos hasta ahora y tu… ¡nada!

- porque son poco asequibles –me levanté del pupitre para sentarme a su lado –si quiero lograr lo que quiero, no puedo darme el lujo de perder el control.

El me miró aprensivo.

- No puedo dejarme llevar por lo que deseo en el momento, la vida es mas que un capricho de ahora… este tiempo que invierto en estudios me será recompensado en el futuro.

Rió insolente.

- Dime que no soy la primera persona a la que le haces una confesión de estas ¡por -favor!

En realidad lo era.

- No… -¡mentí! –no es una confesión - ¡lo fue! –si quiero ingresar a la universidad, lograr lo que quiero…debo mantener bajo control, es la mejor forma de lograr mis objetivos.

- Quisiera creerte –musitó –pero primero debes creértelo tu misma para hacerlo mas creible.

Me sentí insultada.

- ¡no es una creencia! –solté con voz dura –es una forma de vida.

- ¿vivir bajo restricciones?

- Me acerca a la perfección –guardamos silencio –bien… hablar de mi no te hará aprobar matemáticas.

El ni se inmutó. Me había pillado en una de las tantas debilidades que Caroline Smith no se atrevía a mostrar al resto del mundo. Mi deseo de ser la mejor en todo, la más lista, las mas delgada…me molestaba que los demás creyeran que yo era perfecta y que yo no podía ver donde estaba en mi esa perfección.

- Tú no eres… ni serás perfecta.

Una sensación de escalofrió me recorrió el cuerpo, acababa de decir las palabras a las que mas le temía. Intenté disimular mi frustración.

- Estudia por favor –le sugerí con voz quebrada mientras comenzaba a organizar mi maleta para marcharme.

- ¿te vas? ¿me estas robando diez minutos de mi tutoría?

- Tengo asuntos que resolver –me levanté de la silla algo torpe y fuera de control, lo había conseguido había hecho que las barreras de control que había cercado a mi alrededor con mucho cuidado empezaran a derrumbarse.

Casi corrí a la salida, el me siguió causando un horrible estruendo cuando se levantó rápidamente del pupitre y este cayó al suelo desparramado.

Me alcanzó a tomar del brazo.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué te pones así?

- Suéltame –articulé con cuidado –tengo una clase y voy tarde.

- Y pierdes el control y no eres mas perfecta ¿es eso? 

Mantuve el rostro inexpresivo.

- ¿quieres ver algo extraordinariamente prefecto?

No respondí.

- Bien –me soltó –mañana te lo mostraré.

¡Sonríe, Caroline! (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora