Apuesta.《Tordtom》

1. ¿Apostamos?

Era un viernes, un día normal, la profesora de lenguaje había faltado, y no estaban haciendo nada. Todos estaban en grupos charlando o haciendo alguna tontería. Además era la última hora de clases.

—Oigan, ¿quieren venir a mi casa en la noche?, mis padres no van a estar, también se pueden quedar a dormir.- Invitó el de cabellos castaños, mientras tomaba una lata de coca-cola.

Los papás de Edd, siempre estaban con él, era raro que lo dejarán solo.

—¿A que hora?.- Preguntó Tom, concentrado en el tonto juego de su celular.

—Uhm... ¿A las ocho?.- Preguntó, lo pensó por un momento.

—Bien.- Respondio el noruego, el cual estaba muy concentrado dibujando, en verdad, nadie quería saber lo que dibujaba.

—¡NOCHE DE CHICOS!.- Chilló Matt.

—Que gay sonó eso.- Dijo Thomas mientras veía como perdía en el juego.

Inesperadamente, llego el inspector más colérico del edificio.

Todo el salón se levantó de golpe de sus asientos con sólo verlo.

Dio la comunicación que podrían salir temprano.

La cara de emoción de todos era impactante. Estaban esperando esto por años, no gritaron por que el inspector los iba a matar, literal.

Todos se fueron felices a sus casitas.

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Estaban reunidos en la casa de Edd, mientras charlaban y comían pizza.

Era una noche 10/10, reían y molestaban a Tom.

Hasta que Tord se le ocurrió una excelente idea.

—Oigan, ¿apostamos?.- Habló Tord, ahí comenzó todo.

—¿Apostar qué?.- Preguntó Matt curioso.

—Debemos dejar una huella en el instituto, podemos hacer un desmadre en los pocos meses que nos queden de clase.- Tord como siempre el de ideas perversas.—Y el que no logre hacer algo, deberá hacer lo que nosotros queramos, por individual.- Sonrió el mayor.

—Bueno, yo acepto.- Dijo Edd con motivación.

—¡Yo igual!.- Chilló Matt animado.

Todos quedaron mirando a Tom.

—Uh- yo no participo.- Inseguro y nervioso respondió.

Desde pequeño era malo en las apuestas, hasta que decidió no apostar más, era mala suerte o algo así.

—¡Vamos Tim!.- Matt agarro a Tom y lo comenzó a sacudir.

—No seas cobarde, testigo.- Habló Tord.

—Ya, b-bueno lo haré.- Dijo el menor algo enojado por las palabras de Tord.

Pero esto era una excepción, era su último año de clases, se la debía pasar bien.

—Tenemos dos semanas para hacer algo.- Comentó Tord.

—Hey Tord, ¿Seguro que vas a pasar este año? Llevas dos años pegado en el último curso.- Habló Edd, era verdad, Tord ya iba a cumplir los desinueve.

—Obvio, por que crees que soy el mejor del curso.- Sonrió orgulloso.

—Ya era hora, viejo.- Sonrió Edd.

Desde ahora cada uno debía planear una idea.

El juego comenzó.

Tom no quería perder, ya no más.