Apuesta.《Tordtom》

24.Guerra

Un closet.

Un gay escondido adentro.

Wow, que gran chiste.

Tom miró a Tord y frunció su ceño, realmente todo lo que sucedía no tenía sentido y nunca lo tendría. -¿Seguro que está aquí?- Preguntó.

-Definitivamente- no lo pensó mucho antes de hablar. Se acercó y golpeó con su dedo levemente, contra la puerta.

-...-

El silencio fue la única respuesta que hubo.

-¿Y por qué no solo abres la puerta?-

-No le queremos dar miedo, ¿cierto?-

El británico pensaba que de seguro era broma, una de muy mala calidad. Lo mejor que podría hacer era separarse de sus amigos tan raros.

De seguro la mirada que iba dirigida para el noruego, era de escarnio y molestia.

Pero lo más probable es que no esperaría una respuesta de Tord. Éste se le acercó silenciosamente, y muy pocos centímetros de su oído le susurró -llama a Edd.-

El menor estaba seguro de que había dejado de respirar unos segundos, la tensión y la coloración rojiza en su piel, solamente le dejo decir un vago y tal vez inaudible, está bien.

Se alejó de él y caminó por el pasillo, sacó el celular de su bolsillo del pantalón. «Cola», que rápidamente contestó.

-Ven al final del último piso del edificio- miró hacía el ventanal, recién dándose cuenta de que realmente estaba en el piso más alto.

-Estoy cerca, nos vemos- cortó.

Se quedó mirando la pantalla del celular, pensado que ojalá no se demorara tanto y del porqué Edd ya sabía que estaban aquí.

Guardó el celular en su lugar. Miró por última vez el cielo que mostraba las ventanas, para devolverse donde estaba Tord.

Aún podía sentir su corazón estremecerse, lo sucedido con el noruego, bueno, muchas cosas han sucedido en este día, un largo día.

A pasos calmados se le acercó, sin temor a pesar de que había quedado al frente de él.

No sabía quién comenzó pero, su ansiedad se había reducido al juntar sus labios una vez más, a pesar fue de corta duración, una sonrisa se aproximó al mirarlo.

De seguro una parte del británico actualmente se sentiría disgustado, pero lo ignoró completamente, de seguro su cabeza no daría más de lo bipolar que era con sus sentimientos.

Tomaron más espacio, rápidamente, al sentir pasos cerca.

Al final se podía ver a Edd, con el ceño fruncido. Caminando más rápido hasta llegar a la puerta del closet. Sin duda fue sorprendente con la fuerza con la que la abrió, dejando a los dos con cierto miedo a Edd enojado. Lo más seguro es que Matt sometió todo este tiempo presión para esconderse. A pesar de que Tord no se esforzó tanto, vaya vago.

-O-oh... Hola Edd, que sorpresa encontrarte aquí- la rapidez con la que dijo Matt no era ni normal, ni menos su sonrisa nerviosa.

Y Edd, bueno... se volvió el diablo en persona.

-¿Saben que estamos en serios problemas?-

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Después de unos días.

En resumen se puede decir, que Eduardo después de esos sucesos, su vista siempre está al tanto del cuarteto.

Y pues nuestros chicos ni tienen idea que hacer. Excepto... Matt y Tom, fácilmente pensarían que son unos inutiles, sí, son inútiles pero con cerebro. Al final del día planeaban alguna estrategia para salir de ese problema. El pelirrojo haciendo el servicio comunitario era más fácil saber las zonas, hasta otras cosas necesarias, según Tom también era para conseguir el perdón de Edd, que seguía molesto con Matt.

Hasta había conseguido algunas llaves, ¿el cómo? Mejor no preguntar.

Edd aún estaba muy enojado, así que preferible dejarlo en paz.

Pero al paso de los días, se desarrollaba un mejor plan, también estaba Tord aportando ideas maniacas, sin duda serían el plan b.

Lo malo que la falta de tiempo podría ser un peligro.

Eduardo y esclavos, no la tendrían tan fácil, tendrían que seguir sus palabras, pero nadie se mete con estos chicos.

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Tom estaba sentado en una banca de la plaza por la noche, esperando a Matt y a Tord, ya debían poner los últimos detalles y luego contarle a Edd.

Llegó Tord.—¿Cómo te sientes?– preguntó cuidadoso.

—Podría estar mejor.– con todo esto, su cabeza apenas tenía espacio para pensar algo relevante.

El noruego asintió.— Me pregunto cómo estará Edd, nunca antes había visto enojarse así.–

—De seguro esta bien.– Tord se sento junto a Tom, hacia un poco de frío, así que no había problema si estaban apegados.

las mejillas del británico se volvieron coloradas, pero no incomodo, una pequeña felicidad se asomaba.

—Mira ahí viene Matt– Indicó cálidamente.

Detrás de él se encontraba a... ¡Edd!

perdón por la graaaan pausa 🥺
ya queda poquito