Tom sabe que siempre pierde en hacer apuestas.
Era una noche oscura y alegre con su grupo típico amigos, era su último año de instituto y estaban reunidos en la casa de Edd.
-¿Que tal si hacemos una puesta?- Preguntó el de cuernos.
-¿De qué?- Matt c...
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Después de ese incomodo y abrumador día de clases según Tom, había terminado, pero el día es largo. Demasiado.
Tord y Edd lo habían obligado ir al centro comercial con ellos, ¿para qué? Ni idea, lo habían arrastrado todo el camino.
Tom ya aún dentro del centro comercial con sus amigos, seguía maldiciendo.
-Oye Tom.- Tord intentó llamar la atención del menor, pero a cambio él le mostró el dedo de al medio.
-Oh, perdón señorita.- Sonrió burlón.-¿Quieres algo de alguna tienda?-Preguntó amablemente, pero obviamente forzado y a propósito.- Digo... no me gusta que andes con cara de orto.- Su amabilidad forzada se había ido, ahora estaba imitando a Tom.
Edd se rió escandalosamente por lo que Tord hizo.
-Lo único que quiero en la vida, es alcohol.- Murmuró más molesto de lo que ya estaba, además se le salio un puchero.
-Ay, querido, no quiero ir a la cárcel por mimar a un menor de edad con alcohol.- Sonrió de manera burlona, amaba molestar al de ojos negros. Y si, es verdad lo de la cárcel.
En la mente de Edd resonó el "querido" de Tord. Y seguia riéndose por lo de antes.- Espera... ¿Por qué le preguntaste si quería algo de alguna tienda?- Preguntó aún entre risas.
-Encontré el lugar donde mi padre guarda dinero, si quieren algo, yo invito.-
-Gracias, quiero que me compres sumamente caro.- Dijo el de hoodie azul, sinceramente podrías notar su mal humor desde kilómetros. ¿Por qué? El profesor de educación física le hizo correr veinte minutos más por maldecirlo, también por el sueño que aún se hacía presente y obligarlo venir hasta aquí.
-Ya quiero ver cuando tu padre te agarre a palos.- Edd siguió riéndose, en verdad, podría reír como por una hora o algo así.
-Estarás invitado cordialmente.- El de cuernos sonrió.- Con pases vip.
El menor del grupo, suspiro fastidiado por la fuerte estupidez humana. Tom y sus amigos se sentaron en unas bancas de afuera del centro comercial.
Pronto sintió sueño y sin más remedio se quedo dormido.
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Se despertó exaltado y se acomodó ya que estaba acurrucado cerca de la mochila de Tord, A su lado estaba Edd pero el marxista no estaba.
Gimoteó. -Maldita sea... ¿Me quede mucho rato dormido?- Preguntó somnoliento.
-Hace diez minutos o por ahí.- Contestó el de hoodie verde.- Mayoría de veces dices que tienes sueño, pero nunca te vi durmiendo en clases.-
-Creo que dormí como por una hora, me costó quedarme dormido, fue un milagro que me haya levantado, solo hoy me excedí.- Murmuró mientras restregaba sus ojos.- ¿Y... Tord?-
-Dijo que fue a comprar algo, pero esta por volver.- Edd en ese momento se le ocurrió una idea.-Sabes, siempre me he preguntado que dibuja Tord, creo que el momento ya llego.- Sonrió maliciosamente mientras Abría la mochila del cuernitos.- ¿Quieres ver?- Preguntó.
-N-no gracias, no quiero más traumas por hoy, ni quiero saber las cosas que tiene ese perturbado mental.- Al decir eso miró hacia el lado contrario.
Después de una segundos Edd no le hablo a Tom y éste volvió a mirar. Sintió un leve terror fundirse en su cuerpo.
Edd sacó de la mochila la puta botella de Pepsi y miró al azul, con una cara como si ya sabía lo que habían echo.
-El gusto culposo de T-Tord es la Pepsi.- Habló apresuradamente al ver que la botella aún contenía ese líquido gaseoso.
-A Tord no le gusta ningún tipo de bebida.-Desafiante, Edd pensaba de el por qué Tord tenía eso ahí.
-Por algo te digo que es un gusto culposo.- Tom en su mente se repetía; "que no sé de cuenta, por favor Satán".
Se podría decir que milagrosamente, llega Tord, confuso por que el nerviosismo del testigo de Jehová se notaba a kilómetros.
-Agarralo.- sacó una coca-cola de una bolsa y se la tiró a su amigo el gigante. ¿Por qué le compro una Coca-cola? Simple, se sintió culpable por lo de la mañana.
Esté lo agarro.- Gracias, ¿Pero por qué tienes esto aquí?- Preguntó mientras abria la Coca-cola que le entregó Tord y bebió un poco.
El noruego no supo que contestar, sólo tomó su mochila. Vio a Edd con su cara de enojo puro y desde ese mismo momento ya valió.
-¿Crees que soy estúpido, Tord Larss?- Preguntó en colérizado. Recordó el raro sabor de su Coca-cola de la mañana.- Ya verás...-
Tord y Tom habían invocado al mismísimo Lucifer en la tierra.
Edd se levantó para acercarse al de cuernos, pero éste rápidamente se aferró a Tom y salieron corriendo del lugar.
-¡SUELTAME! ¡Ojalá te mueras, Tord!- Maldijo Tom, aún corriendo con el comunista, El gigante los estaba persiguiendo.
Tres locos corriendo era bastante inusual.
Tord al ver que Tom estaba a punto de zafarse de él, lo tomó de la mano y corrió más rápido obligando al de azul ir con el.
Tom se sonrojó al sentir la mano de noruego a presionar la suya y sin más remedio tuvo que seguir corriendo con Tord.
Se alejaron de Edd y se escondieron donde las escaleras de emergencia, estaba oscuro y nadie pasaba por ahí, el fanático de la Coca-cola nunca los encontraría ahí, entraron y cerraron la puerta.
Solo se escuchaba los jadeos de los dos por tal corrida y sus corazones latían con fervor. Los dos al unísono se sentaron en el suelo para recuperar el aliento.
-N-nunca más... en tu vida hagas... eso.- Dijo apenas el de ojos negros, jadeante.
El de cuernos no le contestó, se dio cuenta que aún estaba tomado de la mano con él.- Perdón.- Paso su otra mano por su pelo y rápidamente se separo de él, obviamente quería estar así siempre con él, pero es raro.
-Toma... se ve me olvidó pasártelo.- le entregó una bebida energetica de sabor a piña, la cual había comprado con la Coca-cola.
-Gracias.- Murmuró casi inaudible, pero el mayor aun así lo escuchó, agarró la bebida pero de nuevo sus manos chocaron, una leve corriente eléctrica se sintió recorrer su cuerpo. Rápidamente agarró la bebida.
Gracias a Diosito que el lugar era obscuro, así el de cuerno no podía ver su rostro arder. Pero su corazón aún latía con fuerza.
-No era necesario... pero aún así gr-gracias.- Susurró, abriendo la bebida y dando un sorbo.
¡¿Por qué mierda se sentía tan nervioso?! ¿Era por qué esta solo con Tord? No, no y no, Deseaba su compañía, pero a la vez era desagradable, ¿tal vez estaba nervioso por esos roces de mano? ¡Maldita sea!
¿Y si tal vez le gustaba el comunista con problemas mentales?
NONONONONONONONONONONO.
Y NO.
Sus pensamientos fueron obstruidos al sentir unos brazos rodearlo. Se quedo estático, su cuerpo no respondia.
¡No jodas!
Aún se sentía las respiraciones de los dos. Levemente el cuerpo del británico cedió a los brazos del noruego.
-¡ASÍ LOS QUERÍA PILLAR, PUERCOS!- Se abrió la puerta y se mostró a Edd totalmente furioso.
