Capítulo doce.

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Me quejo mucho en el momento que mi madre me entrega el traje que me mandó a hacer a mi medida, porque ha llegado el día más temido del año: el baile anual de la abuela.

La mamá de mi mamá, la abuela, tiene una rara costumbre de hacer un baile elegante al estilo aristocrático todos los años, ella hace que todos vistan trajes y vestidos llenos de pedrería y más. Sinceramente, es otro año que voy a ir solo, porque usualmente se va con pareja pero la situación en la que estoy no me lo permite.

—Vamos, mamá —le digo—. No quiero, amo a la abuela pero ella debería dejar de hacer este evento anual.

—Jovencito, tu abuela ama su baile anual, así que le darás el gusto porque ella los adora.

Ese "los adora" incluye a Channing, Mikael, Savannah, mis hermanos y hasta los Lawler entran en la lista. Es que la abuela tiene mucho amor para repartir.

Suspiro una vez que mi madre se va, me meto en la ducha a darme un baño largo, como si no me hubiese bañado hace dos semanas. Es sábado por la noche y mi plan era quedarme en casa, como casi siempre, pero amo a la abuela y no podemos dejarla plantada... además siempre hay buena comida en estos eventos.

Cuando salgo del baño restregando una toalla en mi cabeza, mi celular suena con un mensaje de Channing. Es una foto, la abro y me doy el lujo de echar una carcajada.

"Primito, no es que quiera presumir pero me veo genial con este traje. La abuela va a sentirse orgullosa de la belleza de este nieto suyo"

Channing ha sido tratado como un amigo, que casi olvido que es mi primo, hijo del tío Kerrick, hermano de mi madre.

"Te llevaré una sorpresa para el baile, luego me agradeces"

Leo una y otra vez el último mensaje que me envió antes de apurarme para alistarme, apuesto a que Tumn y Spring ya están listos como los niños juiciosos que son.

—¡Nathan Rowe River, más te vale estar listo ahora mismo! —escucho a mamá gritar desde la sala y salgo de mi habitación después de peinarme.

Veo a mi madre; ha recogido su cabello pelirrojo y cubrió sus pecas con base de maquillaje. Mamá ama el maquillaje, he visto fotos desde que ella era más joven y no hay casi fotos en las que esté sin arreglarse.

Mírate mamá —echo un silbido, ella ríe y da una vuelta haciendo que mi padre sonría orgulloso. Debe estarlo, mi madre es preciosa—. Eres una belleza.

Le hablo en español y ella sonríe, besando mi frente con mucha delicadeza, debe ser por su labial.

Gracias a mi bebé —me responde, en español igualmente.

—Bueno, ¿es que vamos a llegar a las doce?

Autumn nos hace reír y salimos de casa, lo último que veo antes de cerrar la puerta son los cinco hurones en el sofá grande de la casa.

Media hora después hemos llegado a la sala de eventos, mi abuela nos recibe con muchos besos. Entro al gran salón a paso lento, no quiero empezar a sudar pero hay ya muchas personas y nos miran, no sólo a mí, sino también a mi familia. Mis manos tiemblan, así que busco rápidamente la mesa perteneciente a mi familia. Había llegado bien y al haber tanta gente hace que todo lo bueno desaparezca, especialmente cuando hay mujeres que hablan con mi madre para que yo saque a bailar a sus hijas, pero mi madre ve que estoy sudando así que declina cualquier oferta. Mi padre saca a bailar a mi madre con una sonrisa.

—Vamos a romper esa pista aristocrática falsa de mi suegra, solecito —le dice.

Eso hace que esté menos tenso, aunque todo regresa cuando mis hermanos se van juntos a bailar entre ellos. Veo llegar a Channing con su familia, incluso para su suerte en ese preciso momento llegan los Lawler y mi primo está casi babeando por mi otra prima. Oh Dios, eso suena raro y es todo un enredo pero qué más da.

Complicado es sólo una palabraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora