Complicado es sólo una palabra

Capítulo veintiocho.

—Esto fue una mala idea.

Quizás para ellos sí lo fue. Había suspiros de ternura por toda mi casa y de todas las personas que están aquí ya ni siquiera siento el frío del invierno.

—Creo que va a empezar el síndrome.

—¿Qué síndrome? —pregunto.

Tío Kerrick me mira con una sonrisa de lado mientras Channing deja escapar una risa diminuta.

—Que vean que una de ellas tiene un bebé resulta peligroso —me explica.

Se refiere a la tía Anika, Honey y Pepper, que están junto a mi madre y August. Sus suspiros al verlo resultan bastante divertidos.

—Es como el síndrome de bodas —me dice Channing mirándolas—. Cuando una se casa, todas quieren casarse.

—Cambia la boda por un bebé —me dice papá riendo—. Así es como funciona.

Me rio mientras observo la decoraciones de la casa. Son azules, blancas y celestes. Todas en honor a August, a quien le están dando la oficial bienvenida.

—Siento que me aplastan —me dice Autumn con algo de molestia.

Me vuelvo a reír mirándolo, lo apago a mí para que nadie le siga pisando los zapatos y vigilo de lejos a Spring, porque algunas amigas de mi madre han traído a sus hijos mayores y eso sólo representa amenaza.

—Nathan, cariño, carga un momento a tu hermano.

Mi madre ahora está frente a mí y me entrega a la pequeña bolita envuelta en una cobija por el frío. Es tan pequeño que me da miedo hacerlo caer. Autumn sonríe al tenerlo cerca.

—Te gusta ser un hermano mayor ahora, ¿eh?

—Sí —él asiente.

Autumn se acerca aún más para ver a August con detenimiento. Sonríe cada vez más y me dice que le gusta que seamos en par. Se refiere a que Spring y él son castaños rojizos, los genes de mi madre están impregnados en ellos, hasta las pecas. En cambio, August se parece un poco más a mí, porque ambos tenemos rasgos de papá. El cabello espeso color oscuro y ojos claros, sin pecas. Eso me hace sentir a gusto.

—Ugh, vas a hacer que se quede tieso el corazón, Nathan Rowe —me dice Laurélie.

Me rio despacio para no hacer mucho movimiento con August en brazos.

—No sabía que debía verte cargando a tu hermano pequeño para seguir viviendo —ella vuelve a hablar.

—Esos comentarios son muy tu estilo —le digo y ella se acerca para plantarme un beso en los labios.

Sonrío cuando se aleja y la veo yéndose para saludar a las personas que conoce de esta reunión. Channing mira a ratos a Crystalie y suspira. Está siendo muy obvio. Demasiado.

—Es hora de las fotos —anuncia mamá.

—Aquí vamos —dice papá.

Todos pasan mientras dejo el pequeño cuerpo de August en brazos de mi madre. No puedo evitar mirar su rostro, sonríe pero era más que eso, mi mamá brillaba. Era feliz en ese momento y no sabía lo afortunado que era de que mi familia estuviera unida.

—¿Sabías que te amo, no es así? —hablo antes de que se vaya con el bebé para las fotos con los demás—. Te amo, mamá.

—También te amo, hijo. Ustedes y su padre son lo único que no me gustaría perder nunca en esta vida.

Después de cinco minutos las fotos empiezan y todos salen con sus mejores sonrisas. Pero las dos mejores fotos son cuando mamá y papá están junto a nosotros y ella está sosteniendo a August. La segunda en cuando yo lo estoy sosteniendo mientras Autumn y Spring se abrazan a mí sonriendo.