Complicado es sólo una palabra

Capítulo veintiseis.

—¡Ya te dije que cuando te cases no iré a la iglesia a decirte que eres una traidora!

Mi padre se gira con espanto hacia Autumn cuando él dice eso. Spring lo mira con rabia y el niño inmediatamente enciende sus mejillas como si se trataran de un foco.

—¿Por qué lo llamas traidor de nuevo? —le pregunto a Spring.

—Ese no es el problema —dice papá, él mira fijamente a Autumn mientras posa sus manos en sus hombros.

Mi hermano tiembla un poco porque los ojos de papá son algo intimidantes, además de su perfil y sus pómulos marcados. Bien, nuestro padre es intimidante. No es malo ni nada por el estilo, pero su apariencia es algo intimidante.

—Muchacho, nadie en esta casa va a casarse, menos tu hermana —le dice.

—Nadie ha dicho que me casaré —murmura Spring.

—Exacto, porque ese tipo de actividades ilegales están restringidas para ti, Spring Rowe.

—¡Casarse ni siquiera es ilegal!

—Pues lo será en unos años y tú no tendrás la oportunidad de hacerlo. Papá no puede permitir que cualquier cretino te dañe —le dice él.

Mi padre realmente está traumado sobre el tema de alguien haciéndole daño a Spring. Es su niña. Es su tesoro. Puede parecer intenso pero en realidad es sólo cuando siente que algo amenaza a su pequeña Spring.

Niego con la cabeza mientras termino de recoger los platos de la cena para ayudar a mamá. Pero todo termina en el suelo cuando encuentro a mi madre en el suelo de la cocina con un montón de sangre. Me asusto.

—¡Papá! —grito.

Dejo los platos a un lado e intento levantar el cuerpo de mi madre. Hay sangre que proviene de sus partes bajas y eso sólo me hace pensar que ha golpeado su vientre o algo así. Tanta sangre me hace sentir mareado.

Los gritos de espanto de Spring y Autumn se convierten en una de mis nuevas pesadillas y mi padre toma a mi madre para llevarla al auto.

—Yo iré primero —dice él—. Tú alista a tus hermanos porque hace frío afuera, trae la ropa del bebé y también abrígate. Es probable que nieve allá afuera.

Se acerca a mí, una de sus grandes manos está en mi mejilla.

—Confío en ti.

El bebé. No logro recordar con exactitud cuántos meses tenía o algo así, me conformaba con saber que ella estaba bien y que su vientre crecía notablemente, tanto que me asustaba. Pero han pasado varios meses desde la noticia, así que estoy rogando que al menos tenga ocho meses de embarazo. Por favor.

Dejo que los niños vayan a cambiarse a ropa que les abrigue del frío clima. Tomo las cosas de la habitación del bebé, ¿por qué todo es amarillo y celeste aquí? ¿Es que acaso no saben qué sexo es? Oh Dios, es como si ni siquiera fuéramos de su familia. Me siento en blanco.

—¿Listos?

Ellos salen de sus habitaciones y salimos de casa en unos segundos. Spring está algo descolocada porque se mantiene callada y Autumn tiembla, no sé si es por el frío o por el miedo.

Ni siquiera me concentro en la nieve, sólo en que necesito llegar a la clínica para ver cómo está mamá.

—¿Estará bien, verdad? —murmura Autumn.

—Sí —respondo—. Estará bien.

Encuentro un lugar en el estacionamiento de la clínica y bajamos. Llevo el bolso con la ropa en el hombro y a los niños de las manos. Cuando entramos mi padre no está, así que preguntamos por el apellido, una enferma verificó y dejó que fuéramos a la habitación donde se encontraba.

Pero incluso antes de entrar, la camilla salía con mamá en ella y mi padre pálido.

—Pierde sangre —dice el médico—. Debemos sacar al niño ahora.

Mi padre parece estar desahuciado mientras se la llevan al quirófano. El médico había hecho un ultrasonido dónde verificaban si el bebé podía seguir dentro pero debido a la pérdida de sangre y al trauma que lo ocasionó -que según dicen, fue un golpe- había sufrimiento fetal.

—Ella sólo tiene siete meses —murmura mi padre.

Nos sentamos en las sillas del pasillo cuando ya se han llevado el bolso con las cosas. No están dando muchas esperanzas de que el bebé salga vivo o siquiera con ganas de estarlo, es prematuro.

—¿Ella tiene siete meses? —murmuro. Mi padre asiente—. No puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido, me enfrasco en tantas idioteces sobre mis problemas que ni siquiera sabía en el camino que mi madre tenía siete meses de embarazo.

Nos quedamos en silencio por un par de horas. Mi padre carga a Spring y me ha tocado cargar a Autumn mientras duerme. Su semblante es relajado, las pecas en su rostro lo hacen lucir adorable y su nariz es pequeña, tanto que causa gracia.

“De verdad estamos haciendo todo lo posible para que ambos sobrevivan.”

Eso sólo empeora los nervios de mi padre, sé que tiene intención de decirle varias cosas a la mujer pero se contiene.

Channing aparece junto a sus padres al menos una hora después. El tío Kerrick parece tan descolocado de su lugar y asustado que no se queda quieto en el pasillo, no deja de pedir información y parece ser el primero en perder los estribos. Mikael y Savannah están más dormidos que despiertos y Channing sólo los tiene bajo su brazo.

—No había nadie para que los cuidara.

Cuando el doctor sale del quirófano me siento tan fatigado mentalmente, que sí me dice algo sobre que ninguno de los dos no está bien, voy a golpearlo.

—Ella estará bien, a pesar de la pérdida de sangre. El niño estará en cuidados intensivos por ahora, es pequeño, muy pequeño. Pero creemos que logrará sobrevivir.

* * *

—Suéltame, quiero ver a mi hijo.

Ella era un mar de llanto incontrolable, diciendo que tenía la culpa por no tener cuidado. Había sido un golpe seco contra el mesón de mármol de la cocina, giró con poco espacio y su vientre se golpeó. Ese golpe ocasionó todo esto.

—Summer, basta, debes descansar.

Summer, no solecito, Summer. Mi padre la miraba con seriedad y cansancio.

No recuerdo la última vez que se hablaron así, con tanta seriedad y apartándose entre sí. Mi madre se veía cansada y sin color, con un montón de vías en la venas y más cosas, con dolor pero sin dormir. Después de que haya despertado de la anestesia se negó a descansar y quiere ver al niño.

Porque es un niño.

August Rowe, según mi padre.