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"Algunas cosas del pasado desaparecieron, pero otras abren una brecha al futuro y son las que quiero rescatar".







Cly

— ¿A dónde me llevas?

—A casa.

—Isabella no...

—Estará bien, Máx cuidará de ella —gruñí, esto afectaba por completo los planes que tenía, debía encontrar la forma de zafarme de aquí cuanto antes, no desconfío de Máx si no de Isabella, ese chico no tardará nada en descongelarle las fibras del corazón y no puedo permitir eso. El sufrimiento debe erradicarse y no ir en aumento.

— ¿Qué tienes en mente eh?

—Primero dejaré que te cures esas heridas, después nos sentaremos a charlar, tengo cosas que discutir contigo —como siempre tranquilo, despreocupado.

— ¿Qué tipo de cosas? —Pregunté con miedo a tener la respuesta desde hace mucho.

—Tú sabes a que me refiero.

— ¿Qué Víctor matará a Máx si no hacemos algo? —Se río burlón.

—Sabes que primero he de matar yo a ese bastardo, me debe muchas, me he enterado que actúa a espaldas de Máx, claro es que le llamé para hacerle una advertencia y el muy cabrón me ha amenazado con matarlo, ya sabe de los negocios que tenemos.

—Máx ni siquiera sabe que trabaja para ti ¿qué ironía no?

—Lo importante es que él está por su propia cuenta y yo no esperaba menos de él.

El camino fue eterno desde mi punto de vista, esperaba no llegar jamás para no comenzar a desempolvar el expediente X de la vida de Archivaldo y demás gente, esto no nos llevaría a nada bueno, cada vez que algo pasaba, Isabella pagaba los platos rotos, le tocó vivir bajo la sombra de los demás y pagar las consecuencias, esto no debía ser así, es por eso que hago lo que hago, para que pueda tener una vida fuera de tantas mierdas.

—Bueno Clayton, es hora de discutir esas cosas que tenemos pendientes.

—Antes necesito un teléfono, Bella debe estar consumiendo cáncer a bocanadas y me siento como la mierda porque lo haga —me miró expectante, tipos como Archivaldo intimidaban con una mirada, había perdido el efecto intimidante conmigo, pero después de tanto tiempo sin verlo había vuelto.

—Toma —extendió su mano frente a mí ofreciéndome su celular—. Ponlo en altavoz, quiero escucharla —marqué el número de inmediato, estaba preocupado por ella y esperaba que Máx haya podido convencerla de no ir a buscarme si sabía que alguien me había sacado del departamento.

¿Quién habla? —su voz agitada. Palidecí.

¿Bella? —Escuché un disparo, me puse de pie impulsivamente— ¿Dónde carajos estás?

Se supone que salvándote la vida ¡¿Dónde mierda estás tú?!

¡No sé en dónde estás Bella, pero yo no estoy ahí! —Grité a todo pulmón, está niña era amante de meterse en problemas cuando yo no estaba, no puedo creer que esté al borde de la muerte.

Viviendo bajo las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora