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"Se estaba muriendo de una enfermedad no menos mortal que las que aparecen en un obituario; de una herida interior incurable: tenía destrozado el corazón".





- ¡Quisiera saber cómo fue que Gianna sabe de la existencia de mi hijo!

-A la bastarda de Bella le está saliendo lo Modenesi, al igual que su padre le gusta sacar la verdad cuando se le pega la gana, tarde, pero segura, de verdad quería matarla, pero Gianna asomó sus narices donde no debía y la tomó como rehén.

- ¿Qué? ¡Arriesgaste a nuestra hija!

- ¡Ella se entrometió en mis asuntos! Jamás pondría en riesgo su vida y lo sabes muy bien.

-Está muy molesta, no quiere salir de su habitación, trae tantas cosas en su cabeza, Víctor, ella tiene un hermano y ni siquiera lo sabía, voy a matar a la bastarda esa, no pude matar a Archivaldo, pero si la voy a matar a ella.

-Los voy a matar a todos.

-No te atrevas a ponerle un dedo encima a mi hijo Víctor, si lo haces yo misma le haré el favor a esa bastarda, a su padre, al gato de Clayton y a medio mundo de matarte porque por todos lados te está buscando.

-Deja el drama para otra ocasión, no tengo ganas de escuchar mierda sobre tu bastardo.

- ¡No te permito que le digas así!

- ¡Deja de defenderlo! ¡El muy cabrón tiene negocios a mis espaldas con Clayton y Archivaldo! Lo irónico de todo es que trabaja para su padre y ni siquiera lo sabe. ¿Pero sabes qué si se? Que tenía planeado meterle un plomazo en la frente, pero ahora que lo pienso, será mejor presentarle a su padre y dejarlo vivo para que sufra al lado de la bastarda que dejó Fiorella, tal para cual.

-Víctor, tu no vas a matarlo, ya te lo he dicho, ¡es mi hijo por dios!

-Tu hijo es un inútil




(...)

Isabella

Esto era como tener vacaciones. Clayton y su amigo al cual no hemos visto desde la primera noche en que nos fuimos a Manchester, nos habían conseguido una casa en Liverpool, una semana después Clayton había ido a Leeds para traer a Jodie y aunque ya había vuelto a su casa, aún tenía a Máx para pasar buenos momentos, yo estaba bien e intentando creer que esto estaba mejor y esperaba que Clayton estuviera tan bien como yo, pero desde que habíamos llegado a Liverpool estaba tenso y extraño, más de diez intentos fallidos por hablar con él había tenido y estaba dándome por vencida.

-Clayton ¿has visto a Máx? -Ni siquiera me miró.

-Él está ocupado.

- ¿Ocupado? ¿En qué? -Pregunté confundida volteando a todos lados para encontrarlo.

-Él está teniendo una plática con alguien.

- ¿Quién?

-Solo siéntate, cállate y espera a que vuelva para que él mismo te lo diga.

- ¿Quieres decirme que mierda te pasa? -Mascullé, estaba cansada de tanto drama.

- ¿A mí? Nada ¿A ti que mierda te pasa por la cabeza? ¿Crees que Máx se va a quedar toda la vida? ¿Crees que Máx es bueno para ti? ¿Crees qué Máx...? -Dejo de hablar al sentir el tacto de mi mano contra su mejilla, le había plantado una bofetada, lo respetaba por todo lo que hacía por mí, pero no le toleraría que interfiriera en las pocas cosas buenas que tenía.

Viviendo bajo las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora