Viviendo bajo las sombras

25

"Yo no puedo arreglar las cosas sin que alguien muera".

Mis piernas hacen un esfuerzo sobre humano para posicionarme donde mi corazón me lo indicaba, mis brazos golpean el pecho de Reese intentando detener sus pesados pasos.

—Bella...

—Creo que deberías irte, ahora Máx —suspira pesado detrás de mí, la voz de Gianna hace acto de presencia y Reese intenta seguir a Máx, pero Gianna lo reprende.

—Será mejor que tus piernas se detengan ahora Reese.

—Todo esto es culpa tuya —ambos parecen dispararse con la mirada, me limito a regresar a mi posición anterior en el sofá para que Gianna me administre los medicamentos que ocupan sus manos.

—Solo ponme algo para poder ser yo de nuevo. ¿Existe una medicina para devolverme los recuerdos? —Gianna me mira compasiva y mis ojos se llenan de agua.

—Bella.

—Será mejor que vayas a descansar —le digo a Reese sin voltear a verlo.

—Buenas noches —su tono cortante me hace ponerme de mal humor, pero decido que es mejor controlar mis emociones y lidiar con él y toda esta mierda el día de mañana.

—Lamento que las cosas se hayan salido de control Bella, intenté bastante que esto no fuera así para ti.

—Lo sé.

—Era consciente de que Máx aparecería en cualquier momento. Él te ha esperado por mucho tiempo.

—No sé qué se supone que haga. Estoy en una encrucijada.

—Reese volteo esta situación.

—Él sabía de Máx y no me lo dijo.

—Fue una petición mía, tu no recordabas nada de él, así que lo llame después de que despertaras, era de esperarse que me maldijera y todas esas cosas, estaba muy molesto por no llamarlo en el momento en que abriste los ojos.

— ¿Por qué él no estaba aquí conmigo? —Gianna suspiró.

—Eso es culpa mía también.

—Diablos Gianna.

—Lo siento en verdad Bella.

—Por favor dime que le impidió estar aquí.

—Prácticamente lo regalé.

— ¿Qué?

—El día en que pasó todo, unos tipos llegaron e iban a matarnos a todos, ellos querían arreglar cuentas con Máx, así que yo les dije que les entregaría a Máx si prometían nuestra seguridad, ellos aceptaron, a cambio, Máx está donde está.

— ¿Y dónde está él? —la preocupación en mi era evidente.

—En una especie de cuartel, no sabía que iban a restringirlo de muchas cosas. Él puede visitarnos pocas veces y si no respeta las ordenes que le dan, lo tienen arraigado durante un mes, está última vez fue lo que hizo, así que estuvo condicionado, no pueden hacerle daño gracias a su padre, pero no puede hacer lo que se le venga en gana tampoco.