Capítulo 7

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-¿Inuyasha? ¡Oh! – Kagome sin tocar la puerta de la oficina de Inuyasha entró y se sorprendió de encontrar a la secretaria de él en el interior, ¡Y ella que se preguntaba en donde estaba!

-Sarah largo – la mencionada dejo de dejar encorvada enseñando su escote para ponerse recta y mirarlo ofendida.

-¿Qué? – soltó indignada.

-Que te largues de mi oficina – Inuyasha ya estaba cansado de la actitud, chiquilina y mimada de su secretaria, había tenido sexo con ella una vez ¡Una vez! Y solo había sido para tener con que distraerse, pero la mujer se le creía con todo el derecho de estar con él.

-¡Ja! No lo puedo creer – se dio media vuelta caminando hasta la puerta haciendo resonar sus tacones.

-Pues créelo niña – murmuro Kagome cuando ella paso por su lado, haciendo que se detenga.

-¿Perdón?

-Perdonada, bye bye cariño – con sus dedos le hizo la seña de "adiós" refinadamente. Sarah bufo y se retiró de la oficina resonando la puerta al cerrarla. – Le hace falta sexo ¿he? – se sentó en frente de Inuyasha, sonriente, la verdad es que trataba de ocultar su disgusto.

-¿Qué? ¿Sexo? No, no...

-No soy tonta Inuyasha, tuviste sexo con ella – se encogió de hombros con desinterés mientras buscaba en su carpeta lo que tenía que entregar a Inuyasha – Yo también he tenido mucho sexo- Inuyasha cerró sus ojos estaba seguro que había bajado de puesto con ella, pero acaso ¿Ella no estaba celosa? ¿No le afectaba saberlo? O él se creía muy importante para Kagome, o ella había dejado de sentir cosas por él.

-Una decisión mal tomada – suspiro, tal vez y Kagome ya no sentía nada por él ¡¿Y porque le recalcaba que también había tenido mucho sexo?! Eso él no hubiera querido saberlo ¿Acaso quería torturarlo mentalmente?

-Como sea, ten estos son los documentos de los inversionistas chinos, estos del evento de caridad "Live" y por último el desempeño de los empleados del piso diecisiete – le entregó tres carpetas por separado, dejando en sorpresa a este.

-¿Terminaste todo esto en un día? Como...

-Ando animada – con una sonrisa hipócrita y sin decir más se retiró de la oficina del peli plateado. Al cerrar la puerta lanzo todo el aire que contenía desde que había entrado y había visto a la suripanta de su secretaria enseñándole todo su escote ¡Vamos! ¡Su culo era una tabla! Lo único que tenía por presumir era sus senos de silicona. Ignoro la mirada fulminante de la suripanta pasando de largo, sí creía que ella podía intimidarla estaba demasiado equivocada.

Había contactado con Sango por lo que ahora, ya que había terminado todo lo que tenía de trabajo se retiraría para ir a reencontrarse con su amiga de la adolescencia, una de las razones de su motivación ¿La otra razón? Sólo tenía cuatros palabras "El regreso de Bankotsu".

Guardo sus cosas y salió de su oficina con su celular en mano.

- Akago, estoy finalizando mi jornada de hoy, te puedes retirar si lo deseas – le dijo a su secretario al salir y encontrarlo.

-Gracias Kagome, que la pase bien en su encuentro – Kagome detuvo sus pasos hacia el elevador ¿Cómo sabía que iba a encontrarse con alguien? Bien podría haber dicho "Que la pase bien" Oh "linda tarde" pero no, Akago agregó "encuentro". Dispuesta a preguntarle se dio media vuelta pero la voz de su superior le llamó. Inu No caminaba hasta ella cruzando el lujoso pasillo.

-Buenas tardes querida ¿Ya te retiras? – se posó a su lado esperando el elevador.

-Sí, he terminado todo por hoy y me retiro – las puertas del elevador se abrieron y ambos entraron en el – Iré a ver a Sango, ya la pude contactar – contó animada.

-¡Oh qué bueno! Cuando llegues y la veas envíale un triple saludo de mi parte – expreso gracioso.

-¿Triple? ¿Por qué triple? ¿Es una nueva expresión inventada por el gran Inu No Taisho? – se carcajeo Kagome.

-Oh querida, ya lo sabrás – sonrió con malicia, Inu No intrigó aún más a la azabache. - ¿Sabes? Mi nieto habla maravillas de ti – Kagome sonrió al recordar a Haru.

-Sí, es un grandioso niño...-

-Y tú una grandiosa mujer – Kagome lo miro interrogante – Me tome el atrevimiento de pedir un informe tuyo, discúlpame, sé por todo lo que has pasado y como lo siento querida – Kagome agacho su mirada con pena – Eres alguien fuerte, una mujer hermosa y luchadora – abrazo por los hombros a su ex nuera, la quería como una hija postiza.

-Muchas gracias Inu No – se aferró a su cuerpo, necesitaba un abrazo, necesitaba las palabras alentadoras además de las de Bankotsu, necesitaba todo lo que ahora estaba recibiendo de su ex suegro, cariño, apoyo y un buen hombro para llorar.

-Espero y no estés molesta – ella negó con su cabeza e lado a lado. Salieron del elevador.

-No estoy molesta, necesitaba que alguien me ofreciera un abrazo. Solo, por favor no se lo diga a nadie, en especial a Inuyasha – dijo antes de marcharse a su encuentro.

-No lo haré, soy una tumba vieja – Kagome se carcajeo y se despido del mayor, marchándose para al fin poder reencontrarse con Sango.

Inu No se dedicó a observar cómo se marchaba, definitivamente su hijo era un estúpido al haber dejado ir a Kagome, era una gran mujer que ahora se merecía todo el amor que podían entregarle, sí su hijo aún la amaba, pues debería de esforzarse. Sus ojos por intuición se desviaron encontrándose en un costado a una figura todo vestido de negro que miraba en dirección a Kagome, la figura sospechosa se giró y miro que Inu No lo miraba, por lo que rápidamente se marchó cruzando la calle. No era un viejo tonto, sabía que algo no iba bien y teniendo en cuenta que miraba a Kagome era demasiado sospechoso.

-Disculpe – se disculpó Kagome al chocar con una persona mientras se adentraba al café, la chica de cabellera castaña se giró y se quedó sorprendida mientras no dejaba de mirar a Kagome.

-¿Kagome? – la azabache volteo su cabeza al reconocer la voz, miro a la chica de arriba abajo.

-Sí...-miro desconfiada, era una chica hermosa pero ¿De dónde la conocía?

-Soy Sango –

-¡Por dios Sango! – sin esperar más se abalanzo a ella, pero... una pelota entre ellas se interpuso, se separó y miro el obstáculo. No era una pelota, Sango... ¡Sango estaba embarazada! 

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ESTÚPIDO (ADA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora