Capítulo 9

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Estaba completamente seguro que lo que había visto no era una alucinación, Bankotsu y Kagome estaban abrazados junto con algunas personas más, era lo que había visto en la foto detrás de ella en un mueble no tan lejos de su vista. Eran parejas o habían sido parejas, su amigo y la chica de la cual él estaba-aún- locamente enamorado.

Kagome y Bankotsu... ¿Eso sería cierto? Había sucedido algo entre ellos o sucedió, ahora que lo pensaba a más detalle Bankotsu se había ido a California y después de que su hijo cumplió sus dos años supo por Sota que Kagome estaba viviendo en allí ¿Bankotsu sabía de ella y por eso se fue de New York? ¿Para encontrarse con ella?

En estos momentos se sentía decepcionado, engañado. Unos de sus mejores amigos y su ex novia, la chica a la que seguía amando.

-¡Carajo! – tiro con frustración y enojo todos los papeles y carpetas que estaban en su escritorio, incluyendo su monitor y teléfono - ¡Carajo, carajo! – exclamo tirándose de sus cabellos platas.

Habían venido-como todas las mañanas- los tres en el auto, de por sí solo le saludo con un frío "Hola" a la azabache, el camino a la escuela de su hijo fue ameno ya que Haru y Kagome platicaban en cambio cuando dejaron a Haru en la entrada y se marcharon al trabajo el ambiente en el interior era incomodo, Kagome trataba de hacer conversación pero él, se negaba a responder con ánimo cuando no lo estaba.

La noche anterior no durmió bien, pensando en teorías sobre dos personas importantes que había en su vida, en su antiguo amigo y Kagome ¿Sí salieron habían pensado en él al menos cuando lo hacían? ¿No se sentían que lo estaban traicionando? ¿Por eso Bankotsu corto toda comunicación con él tiempo después de que se había ido a California? ¿Por qué salía con Kagome?

No era un tema para pasar sobre el, Inuyasha lo consideraba muy importante, quería aclaraciones y quería saber sí... aún estaban juntos.

-Oye Inuyasha ¡Oh, uau! ¿Qué...qué paso aquí? – Kagome había entrado por la puerta de la oficina sin tocar, sorprendiéndose al ver todos los papeles y pertenecías de Inuyasha que estaba en su escritorio ahora en el piso. - ¿Estás bien? - Kagome intento acercarse.

-Vete – le sorprendió escucharlo con frialdad. Inuyasha estaba recargado en su escritorio respirando entrecortadamente. Su aspecto desaliñado le preocupo. Haciendo caso omiso al pedido de Inuyasha intento volver avanzar hacia él.

-Inuyasha ¿Estas bien? – dijo a menos de un metro lejos de él. Se preocupaba por él, tanto como lo estuvo en todos los años lejos de su presencia, solo en su mente podía imaginarlo, recordar los recuerdos junto a él, su primer amor verdadero.

-¡Que te vayas Kagome! – Kagome se sobresaltó y se detuvo a unos pasos de él.

-¿Inuyasha? ¿Qué te pasa? – pregunto muy preocupada, aguantaba las ganas de llorar, el modo frío con el que le hablaba le dolía.

-Solo vete... vete Kagome – su pedido sonó casi a una súplica.

-¿Enserio quieres que me valla? – respondió de la misma manera. Le dolía como prácticamente le había ignorado en todo el día, como a penas le dirigía la miraba, la había evitado todo el día y tarde en el trabajo ¿Había hecho algo malo? Anoche estuvieron bien, el hecho de que él se preocupara y ella allá habido correspondido al abrazo. Aún sentía la sensación del abrazo en las yemas de sus dedos.

-En estos momentos, eso es lo que quiero – trato de sonar decidido en su veredicto, trataba de hacerle creer sus palabras a Kagome pero no solo a ella, él también quería creerlas.

-Está bien, me iré...- escucho con su tono de voz apagado, decepcionado, triste e inclusivo frío y decidido.

Para cuando quiso retractarse de sus palabras pensadas por lo caliente que estaba, Kagome ya se había marchado de su oficina, suspiro y se dejó caer en el piso de su oficina, nuevamente sintiéndose como el más grande de los estúpidos, otra vez alejo a Kagome de su lado.



Un nuevo día, estaba dispuesta a olvidar todo lo acontecido el día de ayer y mostrar una sonrisa con su familia, se quedaría la noche del sábado y él día del domingo en casa de sus padres, quería pasar el tiempo con ellos antes de que se le dificultase por sus horarios laborales. Se puso de pie y se dirigió a la ducha.

No pudo evitar quedarse un momento impávida en la ducha mientras que el agua tibia caía de la regadera en su cuerpo desnudo ¿Por qué Inuyasha se estaba comportando evasivo y frío con ella? Se había acostumbrado tanto en la semana a que él siempre le mostrara una sonrisa y su completa disposición que ahora su comportamiento con ella le preocupaba, algo le debió de pasar a él o... ella sin pensárselo le hizo algo a él. ¿Qué le habría hecho? Ahora su mente recorría todos los momentos que paso junto a él desde que regreso de California y no encontraba conexión, pero era muy probable que su comportamiento haya sido provocado por ella misma.

Volvió a su baño tratando de olvidar, pero no podía, no cuando tenía a Inuyasha del otro lado de una delgada pared. Se cambió a un conjunto casual y empaco algunas prendas de ropa para la estancia en la casa de sus padres y salió de la suite. Se detuvo justo en frente de la puerta de Inuyasha, se debatía en si entrar y arreglar lo que se supone ella haya hecho.

"Vete"

Recordó las frías palabras del día de ayer de Inuyasha, las palabras tenían un gran poder sobre las personas y en Kagome eran poderosas. Suspiro y siguió con su camino al ascensor. Sus pasos se detuvieron al escuchar la puerta de Inuyasha abrirse y con emoción giró su cuerpo. Sus hombros cayeron en signo de desilusión la que salía de la suite de Inuyasha era la señora del aseo.

-Bueno... hoy no estuvo muy desordenado - ¿Pero que hacia la señora del aseo tan temprano en la suite de su ex novio?

-Disculpe – Kagome se acercó decidida a la señora, la señora de edad avanzada la miro con intriga y una pequeña sonrisa – El señor Taisho ¿No se encuentra? – recordaba muy bien que Inuyasha le contó que solo la señora del aseo venía cuando él y Haru no estaban.

-Oh, no, no se encuentra. Al parecer hoy deja a su hijo con su madre y él se va de parranda. Es un padre fiestero – bien, no necesitaba información de más. Al parecer lo que los rumores que dicen es verdad "Las señoras del aseo siempre saben de más". Tenía una nueva razón para no pedir servicio de aseo, no quería que su vida se divulgue entre el mantenimiento.

-Muchas gracias señora – no entendía por qué la información de la señora sobre Inuyasha "fiestero" le dolió y desilusiono. Pensativa sobre lo que sentía con respecto a su ex novio. 

°°°

No se olviden de dejarme sus estrellitas y comentar el capítulo queridos lectores. 

No exasperen por el lemon queridos, en está historia ire lentamente, la calentura lo dejare para más adelante, ahora disfruten de la trama mis queridos :) 

Recuerden que en "Advertencia de Amor" el lemon estuvo presente muy rápido y ustedes me lo hicieron saber jaja.

¡Nos leemos!

ESTÚPIDO (ADA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora