Capítulo 21

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Dedicado a: Yuz45y78 Jenifer682903 inu_taisho KaRlaMazatan

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-¡Que estoy bien! ¡¿Quién los mando a llamar?! ¿Fue Bankotsu, cierto? ¡Bankotsu! –

-Deja de quejarte hija ¡Eres una mal agradecida! ¿Acaso no ves lo preocupados que estamos? – nuevamente Naomi soltó un sollozo de tan solo recordar lo vivido hace un día y unas pocas horas más.

Kagome blanqueo los ojos divertidas, ella sabía a la perfección que estaban preocupados, pero quería animar y aligerar un poco el ambiente. La azabache miro a su padre en busca de ayuda para que entendiera y calmara a su madre.

-Querida, Kagome está bien, agradezcamos por lo que tenemos. Somos afortunados – fueron las palabras de su papá a su madre quien seguidamente le brindo un profundo abrazo.

-En unas pocas horas, seguramente después del almuerzo, la señorita Kagome será dada de alta – intervino el doctor, quien se mantenía en silencio pero con una sonrisa de lado por el comportamiento de la familia.

-Muchas gracias doctor, gracias por todo – el doctor chequeo por última vez los sentidos de Kagome y se retiró de la habitación. – Pasaremos por tu casa por algunas prendas de ropa y lo que necesites, te quedarás en casa.

-¡Mamá! – exclamo Kagome.

-Y sin protestas, vendrás a casa en silencio.

-No iré a su casa, no pienso estar allí como alguien incapacitado. Me quedaré en mi suite, en mi habitación, en mi casa – defendió Kagome su moral, no dejaría que su madre dirigiera su vida solo por este gran altercado.

-Kagome, por favor...- murmuro Naomi con fatiga.

-Mamá, te amo, los amo – corrigió mirando a sus dos progenitores, las dos personas que tanto amaba y admiraba – Pero, quiero cuidarme sola, quiero ser yo y mi vida. Créeme, sí en realidad los necesitara no estaría negando su ayuda; aún los necesito pero yo sabré cuando llamarlos –

Kagome en el momento en que argumentaba tomo las manos de sus padres, dándoles leve caricias en su dorso.

-Está bien hija, está muy bien – acepto con una sonrisa Naomi.

Ambos, Onigumo y Naomi estaban orgullosos de su hija, en lo que se había convertido; una mujer fuerte, valiente, amable y amorosa, con un buen juicio para juzgar a las personas.




-¡Kagome!

-¡Haru! – la sonrisa que formo ilumino su rostro por completo al ver al pequeño niño de ojos ámbar.

Haru sin pensarlo se abalanzo a los brazos de la hermosa mujer que acababa de salir de la habitación en donde se hospitalizaba, le acababan de dar el alta. Kagome suspiro y cerró sus ojos sintiendo el calor corporal del pequeño en sus brazos, lo estrujo midiendo su fuerza; haría lo posible para permanecer siempre al lado del pequeño, no quería dejarlo ir y no estaba dispuesta a dejar de verlo. Lo necesitaba, él junto con su padre le devolvían la vida.

ESTÚPIDO (ADA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora