Capítulo 24 (FINAL)

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-¿Kikyo? – la miro de pies a cabeza ¡Tenían puesto el mismo vestido! Solo que el de la mujer pálida era rojo y el de ella azul.

-¿Kagome? – Kikyo al escucharla, hizo lo mismo que Kagome, la inspecciono de pies a cabeza y abrió sus ojos – Pero mira nada más, así que si tienes gusto – lanzo hostil poniendo sus manos en la cintura, trataba de cumplir su papel.

-No, no lo creo, para elegir algo que tú usarías tengo un terrible y traumático gusto – lanzo de la misma manera con una sonrisa burlona de lado al ver como la mujer pálida abrió su boca ofendida.

Al ver cómo le quedaba el vestido a su ex compañera de colegió, inmediatamente detesto el vestido que llevaba puesto. Aceptaba que a Kikyo si le quedaba, ello lo lucía.

-Me enteré que estás de amiga con Inuyasha – Kagome la miro firme sin demostrar ninguna expresión.

-No sabía que yo era tan importante para ti para que supieras algo mío. Debiste de extrañarme tanto en mi ausencia. Lamento informarte, que el sentimiento no es mutuo – dijo con sarcasmo y un toque de dramatismo llevando su mano a su pecho con una sonrisa falsa.

-Ah... bueno – Kagome sonrió, Kikyo seguía igual que la secundaria, le costaba hallar una respuesta hiriente y rápida ¿Cómo carajos entonces podía tener el valor de ir a pedir dinero a su ahora novio? Por supuesto ¡La muy víbora lo tenía amenazado con Haru!

-¿Qué pasa Kikyo? ¿Sin palabras otra vez?

-¿Por qué volviste Kagome?

-Y yo de tonta te lo diré a ti – Kagome blanqueo los ojos, él odio que tenía por ella era porque había abandonado al pequeño Haru, aunque eso, se lo agradecía.

-¿Volviste para estar con Inuyasha? Porque déjame informarte que hay un pequeño obstáculo – dijo con desesperación y malicia en sus ojos y sonrisa, sí quería lastimarla le diría su secreto.

-No te quiero escuchar, tus palabras venenosas no surgirán el efecto en mí que tú esperas, así que por favor, cierra tu boca, mírate al espejo y aprende a pintarte bien - ¿Kikyo quería herirla con sus palabras? Eso no sería posible, ella había aprendido a ser muy buena en defenderse de mujeres envidiosas como ellas en California.

Kikyo al mirarse al espejo enrojeció, su lápiz labial rojo, rojo, se le había corrido y tenía también un pedazo de lápiz labial en sus blancos dientes. Miro como de reojo Kagome se adentraba al vestidor sin decirle nada ¿Por qué carajos había vuelto? ¿Por Inuyasha? ¡Era obvio que por Inuyasha! apretó sus puños a sus costados, había sido avergonzada nuevamente por Kagome Higurashi.

Sonrió con malicia, pero lo que Kagome no sabía, era que ella tenía un hijo con Inuyasha, eso debería de herirla ¿Cierto?

Bufo y cantando victoria por adelantado también se adentró al vestidor, compraría el vestido. Por lo que había visto la semana pasada, Kagome trabajaba en la empresa de los Taisho, le haría una visita de cortesía para decirle el pequeño detalle y obstáculo que tenía Inuyasha.

Porque sí, el niño era un obstáculo. En su adolescencia fue un obstáculo, había hecho muchas cosas para abortarlo pero nada, siempre terminaba en el hospital pero el feto que llevaba no le pasaba nada ¡Ella no quería tener un bebé tan joven! ¡Le arruinaría su vida, su figura! ¡No quería tener un hijo, no quería!

Ella no quería, tiempo pasado.

Hace años, cuando era adolescente y tres meses después se enteró de que estaba embarazada de Inuyasha corrió a contarle y pedirle ayuda. Pero se derrumbó en cuanto le escucho decir a Inuyasha que se haría cargo, que tendrían al bebé ¡Ella quería ayuda pero para abortarlo! ¡No para tenerlo! Desde ahí, su madre le miraba con repulsión, su padrastro que había sido casi un padre para ella fue él quien la apoyo durante todo el embarazo.

ESTÚPIDO (ADA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora