Capítulo 3

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En estos años se había vuelto mucho más hermosa, su figura mucho más esbelta, sus caderas y cinturas más notorias, tenía unas curvas definidas, los años la habían convertido en toda una mujer. Su perfil mucho más definido, su cabello azabache con reflejo castaños en las puntas y en forma de hondas, tenía unas inmensas ganas de correr a ella, abrazarla, besarla, decirle cuanto le había extrañado.

¿Ella se sentiría igual? Esperaba y rogaba, que sí.

Camino hasta ella, sin despegar su mirada ambarina de los ojos chocolates de Kagome, quien no lo miraban de la misma manera a que hace unos años, cuando eran pareja, cuando se amaban.

Haru se bajó de los brazos de Inuyasha y corrió hasta Kagome, tirando de su remera para llamar su atención, ya que, miraba sin disimulo a Inuyasha.

-Muchas gracias, señorita – miro para abajo y los hermosos ojos del niño le hicieron sonreír. – Es mi papá – señalo a Inuyasha, quien ya estaba frente a ella, levanto su mirada y choco sus ojos chocolates con los ámbares de él.

-De nada pequeño – aparto la mirada y miro nuevamente al niño hermoso. – Bueno, me voy hermoso, adiós – y sin mirar a Inuyasha se dio media vuelta, agarrando su maleta y caminando hasta los elevadores. Escuchaba como los pasos cortos del pequeño Haru junto a lo de su padre la perseguían por detrás, por lo que apresuro su paso.

Presiono el piso primero de suites, pero antes de que las puertas se cerrasen el brazo de Inuyasha impidió su movimiento, Haru entró alegre y con mucha confianza se puso a un lado de Kagome la que el pequeño consideraba su "Salvadora".

Inuyasha se puso al lado de su hijo, el único impedimento para tomarla entre sus brazos.

-Papá me dijo que usted es una buena persona – miro hacia abajo ¡La voz del pequeño le encantaba! ¡Era un mini Inuyasha! Pues claro, es su hijo. Kagome le quiso responder "Mejor persona que tú papá" pero se contuvo, tal vez aún guardaba cierto rencor por su ex.

-Tú también, aparte de hermoso, eres amable y muy respetuoso – le removió su cabello azabache despeinándolo un poco.

-Me llamo Haru – le ofreció su mano, como todo un hombrecito. Kagome estaba más que fascinada con el pequeño Haru– Ya no eres una desconocida.

- Soy Kagome – acepto la mano pequeña blanquecina. Haru se giró a su papá aún sin soltar la mano de Kagome.

-Se llama Kagome papá – enserio, enserio, aún no se acostumbraba al nuevo apelativo de Inuyasha.

-Un nombre muy lindo – su corazón dio un vuelco al escuchar su voz ¿Inuyasha aún tenía ese efecto en ella?

-Mi papá se llama Inuyasha ¿Usted vive aquí? – Tal vez el pequeño Haru estaba en su etapa de preguntar sobre todo. – Nosotros si vivimos aquí – carajo, maldijo internamente Kagome ¿De todos los putos hoteles tuvo que acabar en el mismo en el que vivía su ex novio?

Las puertas del ascensor se abrieron y dio unos pasos pero a la vez rozo con el costado de Inuyasha, quien también estaba listo para salir del ascensor, Inuyasha silenciosamente la dejo pasar primero y de seguida él y su hijo.

-¿Viene de viaje? – estaba sorprendida, el pequeño Haru caminaba a su lado, Inuyasha detrás de ellos.

-Sí, de un largo viaje, me quedare un tiempo aquí – saco la tarjeta de su bolsillo trasero y miro el número en ella, era la suite número seis del lado izquierdo, eso quería decir que tendría vista a la ciudad ¡Que suerte! -¿Vives por aquí? – la curiosidad le supero ¡Era más que obvio!

ESTÚPIDO (ADA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora