- ¿Donde estabas?- Chilló mi madre nada más verme entrar por la puerta.
- En la biblioteca y luego me encontré con un amigo y me trajo a casa. -Sonreí leve-
- ¿Y que amigo si se puede saber? Logan y Diana me dijeron que no te habían visto. No tienes derecho a llegar a la hora que te dé la gana ni pegarnos estos sustos a tu padre y a mí, Yara. -Dijo elevando la voz, parecía muy nerviosa.
- Ni vosotros teníais derecho a ocultarme que tengo una hermana. Pero lo hicisteis.
- ¿Qué? -Contestó mi madre de piedra, sus ojos atónitos apenas pestañeaban.
- Si que teniamos derecho, tú hermana para nosotros esta muerta. Es una mala influencia y no queremos que te lleve por su camino. Así que ahora dame el móvil y sube a tu cuarto. - Chilló con la cara anrojecida mi padre y frunció el ceño. Por primera vez sentí una ola de ira subirme por la espina dorsal hasta hacer presión en mi pecho. No pude contenerla.
- ¿Cómo puedes decir eso de tu propia hija? Si es una mala influencia será por vuestra culpa. Y no, no te pienso dar el móvil. Estoy harta de aparentar ser una familia feliz cuando ocultais cosas y pasáis el día peleandoos. E incluso los monstruos cuidan a sus hijas. -Los miré con odio y subí rápido a mi cuarto dando un portazo y cerrando el pestillo.
- ¡Ahora pareces más Alexa que tú misma! Abre la puerta inmediatamente. -chilló, pero mi madre empezó a hablar con él, en poco la pelea se trasladó a ellos dos.
- Déjala Pedro. - Escuché su temblorosa voz apunto de romperse.
- No, claro que no. Esto fue por tu culpa, por decirlo antes aquí. Lo habrá escuchado.
- ¡Como no! Todo es mi culpa. - Chilló mi madre.
Y así pasaron horas chillando, sentía que la cabeza me estallaría en cualquier momento. Las lágrimas que inundaban mi rostro junto con la angustia hacían que me doliera la garganta y me ahogara con mi propio dolor. Abrazada a la almohada toda la felicidad que traía por esa moto se esfumó por completo.
No entendía como podían hacernos eso, Alexa y yo merecíamos conocernos.
*
*
*Toqué el timbre del que sería el último orfanato de los alrededores y miré a Logan aún nerviosa. Una parte de mi deseaba que mi hermana estuviera allí, pero otra parte no estaba preparada para conocerla.
- Buenas, ¿Que buscan? -Abrió la puerta una dulce señora de cabello blanco, con gafitas y piel oscura.
- Em yo... Bueno, verá venía a buscar a mi hermana Alexa para conocerla. Recién me entero que tengo una hermana, y no se si está aquí. Llamé a los demás centros y no tenían a ninguna Alexa....
- Lo que quiere decir mi amiga señora, es que si hay alguna Alexa que no sea un bebé en el centro. - Resumió Diana, quien siempre era tan extrovertida y resuelta. Envidiaba su actitud frente a los desconocidos.
- ¡Oh! esa joven insolente. Claro, pasad. Enseguida la llamo. Aunque no podréis llevarla a ningún sitio fuera del hospicio ¿Entendido? -Asentimos los tres y nos sentamos en unos asientos a esperar.
- ¿Cómo creéis que será? ¿Estará tan buena como Yara? -Preguntó Logan ganándose una mirada asesina de mi mejor amiga. Estaba claro que la estaba intentando poner celosa, se gustaban pero les costaba bastante admitirselo.
- Ni que por estar buena o no, fuera a significar que sea mejor o peor. - Contestó Diana seca.
- Exacto, no seas imbécil Logan. - Contesté.
Justo tras esa conversación, se acercó la señora de antes junto a una chica rubia, de ojos azules. Cuerpo delgado sin apenas curvas. Le lanzó una mirada sujerente a Logan y con una sonrisa un tanto forzada se acercó.
- Ella es Alexa. -Dice la señora.
Miré a mis amigos, puede que no sea ella pero tambien podría serlo. Me acerqué un poco.
- Buenas, me llamo Yara. Estoy buscando a mi hermana que al parecer se llama Alexa y no encontré a otra Alexa por aquí. Ví una carta de este centro en mi casa y bueno, era mi última esperanza.
- Vaya, tú ya sabes mi nombre. - Sonríe- Y si puedo ayudarte en algo para saber si soy tu hermana o no adelante. -Respondió mientras mascaba su chicle.
- Sentemonos -Sonreí, esto sería más fácil de lo que imaginaba.
- ¿Espera no me presentas a este bombón? - Me pregunto mirando directamente a Logan.
- Oh em claro ellos son mis amigos, Logan y Diana. -La verdad es que era bastante guapa, la típica chica por los que todos babearían.
- Mucho gusto.- Siguió con su mirada puesta en Logan y pasando de la pobre Diana quien trató de contenerse cosa casi imposible en ella.
- Igualmente Alexa. -Respondió juguetón.
- Puedes llamarme Alex, y tú también si eres mi hermana o mi nueva amiga.- Nos sonrío, mientras pude notar el desagrado de Diana.
- Bueno Alexa, ¿Recuerdas a tus padres?
Pude notar como una lágrima le recorrió el rostro antes de contestar.
- Me abandonaron al nacer. No me querrían. - Empezó a jugar con sus manos.
- Ey no llores, claro que te querrían eso no lo sabes. Tal vez simplemente no tenían dinero o lo que sea. - Si fuera la verdadera Alexa, estaba claro que mis padres no la querrían y eso me entristecía en el alma.
Charlamos sobre diversas cosas que parecíamos tener en común, como nuestro amor por la música, el baile. Aunque ella seguía prefiriendo leer los e-mails a un libro.
Me sentía cómoda con ella pero había algo que aunque traté de ignorarlo que se sentía decepcionado en mi interior. Tal vez sea porque esperé compartir con ella cosas como el amor por el arte, la naturaleza o simplemente la esperé menos superficial. Pero acababa de conocerla, aún no podía juzgarla.
Era bastante cariñosa conmigo y eso hizo todo más fácil.*
*
Bueno perdón por la tardanza, lo cierto es que he estado de viaje y la semana que viene iré a otro.
Pero intentaré subir otro en esta semana ❤️
Decidme qué os parece.
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El Antifaz [TERMINADA]
Romance¿Qué sentirías si al despertarte por la mañana encontraras las cosas de una manera en la que no la dejaste? ¿Y si hallas tu cuerpo vestido con ropas que no se adecuan a las que te pondrías según tu personalidad? ¿Y si además no recuerdas lo que suc...