Toqué la elegante puerta del despacho de Marco y enseguida escuché un adelante.
Al entrar fue como meterme en una ola de desorden, papeles por toda la mesa libros abiertos y varios antifaces alrededor de la mesa por los bordes.
Me llamó la atención eso, cada cual era de diferentes colores.
- Estás preciosa - Dijo mirándome de arriba a bajo, al parecer se había llevado un traje de chaqueta al trabajo para cambiarse y podía decir lo mismo de él.
Sus ojos verdes resaltaban y el pelo revuelto le daba un toque más informal.
- Tú también, ¿vamos?
- Por supuesto señorita -Me dejó pasar para fuera y tras eso cerró con llave su oficina.
- ¿Me vas a decir ya dónde vamos?- Hice un puchero
- Es sorpresa chica del café, pero creo que te gustará. -Caminamos charlando de las cosas que se iban terciando, era un chico increíble detrás de esa seriedad autoritaria que tenía en su trabajo.
Antes de darme cuenta si quiera llegamos a la playa que estaba cerca de nuestra ciudad y se llegaba rapidamente a pie.
-Me dijiste que te gustaba la playa. -sonrió.
- Me encanta, es mi sitio favorito. ¡Gracias, gracias, gracias! -aplaudí y miré mis zapatos planteándome quitármelos pero íbamos a un restaurante que aunque es de playa es bastante lujoso y no era plan tal vez.
- Por nada -contestó con una sonrisa y pasamos al interior por la tabla de madera que se encontraba en el suelo.
Llegamos, dijo el nombre de la reserva y nos llevaron a la que sería nuestra mesa.
Pasamos la comida entre risas y charlas bastante divertidas.
Pedimos una sopa de marisco para dos y un vino blanco.Al terminar, pagamos a medias y decidimos caminar por la orilla prolongando la cita que hasta ahora había sido un éxito. Dejamos los zapatos por la arena.
-¿Qué tal ta va con Alexa?
- Bueno, la verdad es que hay algo que no me cuadra con ella. Últimamente mi vida a dado un giro desde que descubrí lo de mi hermana.
La relación con mis padres ha cambiado bastante... -agaché la mirada y noté su mano sujetando la mía.- Tengo una idea. - cogió una concha y escribió una palabra "Problemas" en la arena, entonces una ola pasó por encima de la palabra haciéndola desaparecer. Y sonreí ante su ocurrencia.- Desaparecerán y todo volverá a la normalidad. Y haz que se vayan de tu mente esta noche.
- Eso espero, y tu ¿qué tal llevas el caso?
- Bueno, voy avanzando...-Suspiró.
- Me alegro, pronto podrás detener a la persona asesina. -Sonreí mirándo el mar.
- ¿Quieres bañarte? -Noté su mirada en mi rostro.
- No traje ropa de baño. -Agaché la cabeza.
- Hemos caminado mucho y en esta zona no hay nadie casi nunca. Puedes bañarte en ropa interior si quieres.- me miró quitándose la chaqueta y la camisa delante mía.
Estuve varios segundos mientras se quitaba la ropa quedando en ropa interior, tratando de no mirarlo pero la tentación me podía.
- ¡Vamos! El agua está buenísima. -Dijo como un niño chico.
Miré a los lados, lo cierto es que me sentía como en una escena de película pq esto es lo que suele pasar pero el agua me tentaba.
- Date la vuelta.
- ¿Qué? Está bien.- Se giró y aproveché para quitarme el vestido y entrar directamente en el agua, al llegar a él que estaba de espaldas le tapé los ojos y traté de hundirlo en vano. Se giró, y me dio una ahogadilla a mí. Para asustarlo me quedé un buen rato debajo y noté que tiró de mí para fuera, fue entonces cuando comencé a reírme.
- Eres mala, voy a tener que arrestarte. -dijo burlón y me hizo reír más.
- Mientras me des chocolate -bromeé mirándolo, sus ojos estaban fijos en los míos y solo éramos él y yo. Nunca creí en esas historias de amor tan empalagosas donde exageraban estos pequeños detalles pero no es ahora, no es hasta que lo estoy viviendo cuando me doy cuenta de que no son para nada exagerados. Nos acercamos hasta rozar nuestros labios, se sentía como en una montaña rusa en plena cuesta abajo con todos los sentimientos a flote invadiendome de sensaciones desconocidas para mí.
Durante el beso pude sentir el aleteo de miles de mariposas y creía que el mundo se paraba en ese instante.
En esos labios junto a los míos, en el suave movimiento demostrando todo lo que en el interior sentimos como una forma de expresarlo con desespero pero con calma, no había prisas por sacar cada sentimiento. Pero ambos los sentíamos ahí, los nuestros se mezclaban con los del otro.En ningún momento dejó de transmitir amor aunque cada segundo se volvía más intenso, más pasional y antes de llegar más lejos me aparté.
Sus brazos rodeaban mi cintura y los míos su nuca desde hacía un tiempo, puse mi cabeza en el hueco de su cuello y nos abrazamos durante un rato hasta que por frío tuvimos que salir.
Era ya las ocho y media, no llevábamos toalla y estábamos congelados por la brisa y el agua.
Me dió su chaqueta para abrigarme y sus brazos rodearon mis hombros.
Una vez secos nos vestimos y me acompañó hasta la puerta de mi casa, no sabíamos muy bien como despedirnos y me dió un abrazo antes de entrar, cerré la puerta con una gran sonrisa y caminé hasta mi cuarto para darme una ducha.
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El Antifaz [TERMINADA]
Romance¿Qué sentirías si al despertarte por la mañana encontraras las cosas de una manera en la que no la dejaste? ¿Y si hallas tu cuerpo vestido con ropas que no se adecuan a las que te pondrías según tu personalidad? ¿Y si además no recuerdas lo que suc...