Lance los dejo en la mañana, y está vez el cristal parecía reacio a irse, vibrando con descontento mientras Lance se vestía y se ponía los zapatos antes de bajar.
"Heh," dijo, bajando la vista y levantando una ceja. "¿Encariñándote? ¿No más 'Peligro'?"
El cristal emitió azul, y estuvo callado. Pero era un silencio pacifico, y cuando Lance abrió la puerta principal sintió la magia de Keith y Shiro como una segunda piel, y era sorprendente mientras comprendía, en una manera abstracta, que su control había hecho a su magia más cercana a él. Podría tomar su energía en cualquier momento, sentía que su magia se lo permitirá, que deseaba protegerlo, darle poder. Pero a la vez...al mismo tiempo, algo mas también. Algo nuevo.
Cuidadosamente, mientras vacilaba en la puerta, Lance se estiro hacia la magia mentalmente. Esta vez, no era con intención de tomarla. Lance exhalo, cerrando los ojos y centrándose en las sensaciones de anoche - de calidez, placer, seguridad, intimidad, y vertió todos aquellos sentimientos en su magia. Percibió, de algún modo, que Keith y Shiro lo sentirían arriba donde dormían ruidosamente, como dulces caricias en sus sueños, una manta extra sobre ellos, un beso situado en sus mejillas.
El cristal susurro ante esto, complacido. "Si," coincidió Lance. "Si, eso es genial."
*
Hunk le escribió tres veces, y abrió la puerta para Lance cuando regresó a casa de los Holt, con ojos enormes. "¿Entonces?" pregunto. "¿Qué tal la magia? ¿Estás bien?"
"Estoy bien," Lance le aseguro, adentrándose y sentándose en la mesa de la cocina junto a Pidge, quien estaba despierta (apenas) y masticaba gruñonamente una Pop-Tart. "Y la magia, uh...Bueno, ¿Puedo transferirle emociones a Shiro y Keith ahora? Como, antes de irme, literalmente les envié pensamientos felices, supongo que es la mejor manera de describirlo."
"Huh," dijo Hunk. "¿Es algo que solo puedes hacer con Shiro y Keith?"
"¿Quieren que lo intente en ustedes?" pregunto Lance inseguramente.
Pidge lo observo sospechosamente. "Lance, sin ofender, pero no creo confiar en la censura de tus pensamientos."
"Aw, vamos," dijo Lance. "No es como que vaya a hacer una emisión mental del increíble sexo que tuve anoche -"
Hunk le arrojo una esponja de cocina.
Lance revoloteo y de algún modo logro atraparla. "Bueno, bueno, no lo intentare con ustedes, ¡Quedo claro! Pero, ¿saben que más hicimos anoche?"
Hunk tenía otra esponja preparada. "¿...Que?"
"¡Finalmente hablamos de cosas!" exclamo Lance. "Y, uh, adivinen, tenían razón, no quieren que me vaya."
"Sorprendente. ¿Entonces van a transformarte?" preguntó Pidge.
Lance mordió su labio. "Es complicado." Hunk cruzó los brazos. "Bien, asi que, hablamos de eso, y dijeron que no estaban en contra de transformarme, pero...es mucho que pensar, ¿Saben? Quiero decir, se dan cuenta de que ellos tendrían que asesinarme directamente, ¿No?"
"Asesinato consensuado," Pidge corrigió.
"Estoy reconsiderando mi postura en esto," dijo Hunk inquieto. "¿Cuál es el índice de éxito en trasformación vampira?"
"No creo que haya estadísticas en eso, compañero," Lance suspiro.
"Podríamos preguntarle a Allura, se lo tomara bastante bien," murmuro Pidge.
"¡No! No, ni siquiera se lo menciones a Allura o ella va a ..." Lance sacudió la cabeza. "No sé qué haría."
"No puedes ocultarlo por siempre," dijo Pidge. "Además, Allura podría tener algunos buenos consejos sobre cómo controlar tu magia si te transformas. Como, ya sabes, no terminar como Haggar."
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El Huracán En Sus Venas
FanfictionEs el verano tras la graduación, Lance, Hunk, y Pidge pasarán tres meses juntos en el pintoresco pueblo natal de Pidge en California, Rosewood; antes de tomar caminos separados en su vida. Se supone que sea divertido y relajante, repelto de largos d...