"No," Shiro gruño. "Eso es imposible. Los Alteanos no son más que un mito de ancianos. Están extintos."
"Ciertamente no lo estamos," respondió la mujer, sacando el pecho. Ahí fue cuando Lance noto que ella tenía un cristal con una cadena plateada alrededor de su cuello, justo como el suyo, como también el hombre. "Nuestro linaje esta cuidadosamente preservado, asi podremos continuar deshaciéndonos de los tuyos a pesar de sus intentos por destruirnos."
"Bien," dijo Lance, con corazón acelerado, "¿Podría alguien decirme que sucede?"
La mujer frunció el ceño hacia Lance, sumando compasión a la ira en su rostro. "Silencio, hermano, te liberarnos de estas crueles criaturas."
Lance parpadeo. "¿Liberarme? ¡Son mis novios! ¡¿Por qué intentas matarlos?! ¿Y qué demonios es un Alteano?"
El hombre se aclaró la garganta y bajo su arco ligeramente con evidente desconcierto. "Er...Allura, no creo que esté siendo controlado, en realidad."
"¡Si, gracias!" exclamo Lance. "¡No soy un esclavo, y apreciaría si pudieras apartar tus malditas armas cuanto antes!"
La mujer, Allura, lo miro fijamente. "No lo comprendo," dijo fríamente. "¿Cómo puede ser? Tus ojos están despejados y... traes puesto tu amuleto. Sin embargo, dos vampiros están atacándote."
Las orejas de Keith se removieron con irritación. "¿Esto te parece un ataque?" siseo.
"¿Amuleto?" Lance tocó el cristal, y se percató de que había comenzado a brillar, reluciendo, mucho más de lo que pudiera recordar. "Oh por dios. Espera. Espera. Dijiste que era Alteano. Te refieres... ¿quieres decir, no humano?"
"No lo sabes," dijo Allura, comenzando a percatarse. "Oh. Oh, cariño. Esto es...muy desafortunado."
"¿Podrías responderme?" Lance pregunto tembloroso.
"No," Allura le dijo gentilmente. "No, no eres humano. No enteramente."
"¿Shiro? ¿De qué está hablando?" pregunto Lance, asustándose, observando al vampiro.
"Los Alteanos son una raza antigua," dijo Shiro, sin apartar la vista del arma de Allura. "De acuerdo con las leyendas vampíricas, construyeron su reino como una fortaleza impenetrable y comenzaron a cazar y matar vampiros hasta que no quedo ninguno." Entrecerró los ojos. "Pero la fortaleza fue destruida por sus propios conflictos internos, al igual que ellos."
"¡No lo fuimos!" exclamo Allura ferozmente. "Y no hubo conflictos, fuimos atacados por traidores de tu raza, Alteanos que denegaron nuestros valores más fundamentales y se unieron al enemigo. Los tuyos les llama Druidas."
Shiro palideció notablemente. Lance susurro, "Dices que los Druidas... ¿son Alteanos...a quienes convirtieron?"
"¡Si!" Allura exclamo. "Y fueron ellos quienes intentaron destruirnos, su propia clase. Y fallarlo, afortunadamente. Ahora...ya hemos platicado tiempo suficiente. Vine aquí para enterrar una bala de plata en sus corazones marchitos y eso es exactamente lo que hare, no importa si eres controlado o no –"
"¡No!" Lance grito, alejándose del árbol e interponiéndose frente a Shiro y Keith. "¡No te dejare!"
Los cazadores estaban atónitos, boquiabiertos. "¿Y por qué no?" preguntó Allura. "Puede que no seas esclavo, pero veo que te han mordido, han tomado tu sangre, ¡Te han herido!"
"Quería que lo hicieran," respondió Lance, sonrojándose. "Deseaba que me mordieran, y les deje beber mi sangre porque sé que no me lastimaran, ¡Y los amo!"
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El Huracán En Sus Venas
Fiksi PenggemarEs el verano tras la graduación, Lance, Hunk, y Pidge pasarán tres meses juntos en el pintoresco pueblo natal de Pidge en California, Rosewood; antes de tomar caminos separados en su vida. Se supone que sea divertido y relajante, repelto de largos d...