❥Capitulo 13

2.1K 124 137
                                    


Aparentemente el estrés de Shiro había alcanzado su punto de quiebre, porque dos días después de que Keith moviera el mundo entero de Lance, Keith alegremente le informo que Shiro había desalojado a la espada, las brujas, Nyma y Rolo de su hogar. Los otros vampiros ahora estaban refugiados juntos...en algún sitio. Eran bastante misteriosos al respecto, pero a Lance le gustaba imaginárselos usando un alojamiento cualquiera de Airbnb, intentado beber sangre y escabulléndose en las noches.

Lance tenía el sentimiento de que Shiro no había sido el único estresado – Keith estaba un poquitín demasiado emocionado de que los otros dejaran la casa del bosque. Tan emocionado, que, de hecho, invito a Lance a pasar la noche. Pidge y Hunk, sorpresivamente, no estaban tan opuestos a la idea como Lance esperaba. Pero de nuevo, probablemente prefirieran que Keith y Lance hicieran sus cosas sucias lejos de la habitación de invitados de la familia Holt.

Lance entendía perfectamente. Pero...estaba un poco inquieto respecto a hacer cualquier cosa con Keith bajo el techo que él y Shiro habían estado compartiendo durante tanto. Incluso si Shiro básicamente le hubiera dado a Lance su bendición, no parecía exactamente, uh, complacido con el asunto. Y Shiro no era alguien que Lance deseara disgustar. Lance se puso incluso más nervioso cuando Keith lo llevo a la cocina de la casa solo para encontrarse a Shiro ahí, picando tomates con una precisión casi perversa con un enorme cuchillo. Trago en seco.

Keith, no pareció notarlo, caminando casualmente hacia Shiro y recargándose a su lado un momento. "gracias por ayudar. ¿Cómo va la pasta?"

"casi lista," Shiro murmuro, dejando de cortar el tomate por un breve momento para mirar Lance. Dejando caer su vista en el hombro de Lance un segundo, como si pudiera de algún modo ver el nuevo vendaje bajo su camisa, antes de volver a cortar. "Espero que te guste lo italiano, Lance. Keith se dejó llevar con la pasta en la tienda, asi que ahora nuestros armarios están llenos de paquetes de pasta que somos incapaces de digerir."

Keith se encogió de hombros, sin arrepentirse. "Había tantas formas geniales. No mientas, Shiro, tu tomaste los macarrones de dinosaurio." Shiro gruño evasivamente y vertió los tomates picados en un tazón lleno de especias y lo que parecía ser ajo, oh, la ironía.

"¿Están haciéndome la cena?" Lance balbuceo, aferrándose ligeramente al marco de la puerta. "¿A pesar de no poder comerlo?"

"De cualquier forma, cocinar me resulta entretenido," Shiro susurro. "Y si, Keith deseaba prepararte una cena apropiada."

"Pero tu estas ayudando," Lance señalo. Las orejas de Shiro parecían rosadas, aunque tal vez fuera solo su imaginación. "gracias. Bueno...wow. No me lo esperaba."

"bien," Keith dijo, reluciente. "me gusta sorprenderte, Lance."

Shiro mezclo los tomates picados y asintió hacia Keith, quien saco un pedazo cortado de baguette del horno. Lance tuvo que sentarse y solo observarlos mientras acomodaban las rebanadas en un plato y lo cubrían pulcramente con los tomates. "Puedes llevarte las sobras a casa," dijo Shiro, posando el plato de bruschetta ante él. "O puedes dejarlas en el refrigerador. Estoy seguro de que estarás pasando una gran cantidad de tiempo aquí."

"Esto es solo un aperitivo mientras esperamos por la pasta," Keith menciono alegremente, revoloteando en un armario hasta que emergió victorioso con un plato. Era porcelana elegante, con tenues diseños dorados en relieve a su alrededor, y Lance se preguntó cuánto se llevaría en una subasta mientras comenzaba a comer la bruschetta. Era...realmente buena, a decir verdad. Se preguntó si los vampiros habrían estado practicando sus habilidades de cocina.

Ambos lo estaban observando con cabezas ladeadas, expectantes. "¿Bueno?" Shiro pregunto. "¿Cómo está?"

"Muy bueno," Lance dijo con la boca llena de tomate y aceite de oliva. "Increíble. Fantástico."

El Huracán En Sus VenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora