El Huracán En Sus Venas

❥Capitulo 3

A primera vista, la casa de Shiro y Keith era, en una palabra, aterradora.

No es que Lance haya estado esperando condominios modernos en medio del bosque ni nada, pero tampoco había estado esperando una casa victoriana gris descolorido, complementada con una torre, un amplio porche, y una enorme chimenea. Parecía extraño y fuera de lugar ente los altos robles y pinos, una reliquia del pasado al igual que sus dueños. Las paredes estaban cubiertas de hiedra, aunque no en malas condiciones - la pintura estaba astillada y claramente era muy vieja, los escalones chirreaban mientras los cinco caminaban a la puerta- pero los vampiros parecían ocuparse de ella.

Dentro, era...sorprendentemente acogedor. Había electricidad, que estaba muy lejos de los centellantes círculos de velas que los vampiros parecían tener siempre en sus guaridas en las películas. El salón, como Shiro lo llamaba, estaba pintado de un alegre tono amarillo, y los sofás eran tan cómodos que Lance seriamente considero acomodarse y dormirse sobre uno. El salón también contenía varios libreros desbordantes, una desordenada mesita de café, un viejo piano de media cola, una vieja TV cuadrada, y docenas de pinturas.

Debía haber habido otros puntos de interés en el salón pero Lance no los vio porque estaba perdido en las pinturas. Estaban enmarcadas y colgadas en las paredes a tamaños variables, y aunque Lance no sabía mucho de pintura, todos parecían ser del mismo artista, y eran hermosos. Tenían que ser costosas- tenían calidad de museo, porque a pesar de que las pinceladas eran desordenadas y el estilo era distintivamente surrealista, los detalles eran increíbles. Había algunos paisajes- puestas de sol, algunas playas, cielos estrellados, algún horizonte, y algunos animales y flores también... y ahí, colgando encima de la chimenea, había un sorprendente retrato de Keith y Shiro sentados hombro con hombro, vistiendo ropas pertenecientes a un film noir.

Lance debe haber estado observando demasiado tiempo, porque Keith, recargándose contra la entrada más cercana, bramo, "¿Qué estas mirando?"

"las pinturas," Lance dijo honestamente. "son muy buenas."

Keith entorno los ojos como si no estuviera seguro de si Lance estaba jugando con él o no, luego gruño algo por lo bajo y se marchó de la habitación probablemente arriba, juzgando por el sonoro thump-thump-thump de sus pisadas alejándose.

Shiro suspiro desde la otra puerta. "Keith no disfruta particularmente de socializar," Se disculpó. "y no sabe cómo tomar cumplidos. Veras, él fue el quien pinto todos esto."

La mandíbula de Lance cayó. "¿en serio?"

"Wow," Hunk dijo, asombrado. "podría ser famoso, son asombrosas."

"¿la practica hace al maestro, no?" Pidge dijo. "apuesto a que tienen un montón de tiempo en sus manos, chicos."

Shiro Sonrió tristemente. "si, lo tenemos. Ambos tenemos nuestros pasatiempos respectivos - prefiero leer, el piano, y el aikido, Mientras Keith Gusta de pintar, la astronomía, y observar aves diagonal volver a todos los cuervos a la redonda en sus secuaces."

"¿perdona, que?" Lance dijo, alarmado, porque no quería que alguien con cuervos secuaces estuviera enojado con él.

"comenzó como una broma," Shiro explico. "estos malditos cuervos no dejaban de seguirnos a todos lados...probablemente porque se alimentan de carroña, y éramos los principales creadores de ella en el lugar. Como sea, Keith comenzó a alimentarlos con sobras-" Hunk arrugo la nariz, "-y los cuervos decidieron que sería su nuevo mejor amigo. Los cuervos recuerdan rostros, asi que deben haber transmitido el mensaje de que Keith significaba comida a través de generaciones, porque ahora vienen cada que los llama y lo siguen donde sea."

"esa puede ser la cosa más aterradora que haya escuchado acerca de ustedes hasta ahora," Pidge dijo.

"¿cómo...de cuantas generaciones de cuervos estamos hablando aquí?" Lance pregunto.