El Huracán En Sus Venas

❥Capitulo 23

"Espera, cometes un error," dijo Lance, balbuceando ahora, pero tenía que continuar hablando, tenía que, porque entre más hablara más tiempo Keith y Shiro permanecerían vivos. "Tu – has caído directo en nuestra trampa."

Haggar parpadeo, indiferente. "Ustedes son quienes han sido atrapados," respondió. "No creas que puedes escaparte hablando –"

"Tu cuartel está bajo ataque mientras hablamos," Lance prosiguió, elevando el mentón, intentando mantener la fachada de fiereza a pesar de que Shiro y Keith aun estuvieran sollozando y jadeando a sus pies. "Puedes matarlos y llevarme, pero volverás para encontrar que han sido derrotados –"

Haggar tiro su cabeza hacia atrás y rio, cruel y burlona. "Chico tonto," se rio, "¿No pensante que tus traicioneros amigos nos darían cada detalle de los planes de la Espada de Marmora?"

Los ojos de Lance se abrieron. "Así que...entonces Lotor...sabe sobre el ataque."

"Claro que sabe," escupió Haggar. "Rolo y Nyma nos dieron el día, la hora, la estrategia – cada miembro de la Espada de Marmora habrá muerto al amanecer. ¿Lo entiendes, ahora? No te queda nada por lo que luchar, Lance. Es momento de rendirse."

"¿Por qué te ayudarían Rolo y Nyma?" Lance insistió desesperadamente. "Su sire fue asesinado por los Galra, ellos – ellos odian a los Galra –"

Ella resoplo. "Su sire era un tirano quien los transformo contra su voluntad," dijo. Observo a Shiro con claro disgusto. "Parecido a como nuestro querido Campeón hizo con su Keith, en realidad. Sin embargo, Rolo y Nyma no estaban tan dispuestos a la completa sumisión como Keith, así que nos rogaron deshacernos de su creador, quien era demasiado viejo y poderoso para matar por su cuenta. Cumplimos sin problema...a cambio de un futuro favor. Favor que han devuelto completamente."

"Entonces ellos morirán," Lance susurro, balanceándose levemente sobre sus pies. "La espada...Thace y Ulaz...Coran y...y Allura, todos ellos van a..."

"Si," dijo Haggar engreídamente. "Tan pronto regresemos al cuartel de Lotor contigo, Lance, mis Druidas y yo los destruiremos a todos."

Lance trago duro, cerrando las manos en puños. El cristal estaba zumbaba sobre su pecho, repentinamente tan furioso como él. "Pero ustedes no van a regresar," dijo, con tono extrañamente calmado, más calmado de lo que se sentía, casi silencioso.

Haggar arrugo la frente. "¿Qué dijiste?"

"Dije que, no van a regresar al cuartel," Lance repitió, fuerte, dando un paso al frente. Su pecho ardía, el cristal estaba quemando por su camiseta y escaldando la piel debajo, pero realmente no le importaba en absoluto. El dolor era distante, secundario. "Suéltalos, Haggar. Ahora."

Ella entrecerró los ojos. "No haremos ningún trato, chico." Entonces ella giro su muñeca y Keith se retorcido violentamente en el suelo, con ojos enormes y ciegos.

"¡Henry!" sollozo, asustado, "Despierta, por favor despierta, estoy – no fue mi intención, no quise, oh, Dios, no, mírame, sólo mírame, Henry, ¡por favor!" a su lado, los ojos de Shiro se llenaban de lágrimas, cayendo silenciosamente por su rostro.

"Detente," Lance advirtió, bajando la voz, aun audible y calmado, pero adquiriendo amenaza. "Suéltalos."

Haggar bajo la vista hacia el cristal, y sus ojos centellaron. "No sabes cómo usar tu magia," le dijo desdeñosamente. "Te quemaras desde dentro, chico tonto. No intentes pelear batallas que claramente perderás."

"No," dijo Lance, "No lo hare."