Vega bajaba de las escaleras con tranquilidad, hoy tendría clases. Mientras salia por los pasillos, podia escuchar como personas hablaban en murmullos sobre Harry Potter, ella no le tomaba importancia, ya que ella no sabia su historia. Además de que no a hablado con él ni una sola vez.
Vega tenían que estudiar los cielos nocturnos con su telescopio, cada miércoles a medianoche, y aprender los nombres de las diferentes estrellas y los movimientos de los planetas, algo que a Vega no le molestaba para nada, pues ella sabia mucho de eso por parte de Helena Williams.
Tres veces por semana iban a los invernaderos de detrás del castillo a estudiar Herbología, con una bruja pequeña y regordeta llamada profesora Sprout, y aprendían a cuidar de todas las plantas extrañas y hongos y a descubrir para qué debían utilizarlas, algo que a Vega le iba y le venía, era muy buena, después de Hermione Granger, quien se sentaba a lado de Vega en todas las clases.
Pero la asignatura más aburrida era Historia de la Magia, la única clase dictada por un fantasma. El profesor Binns ya era muy viejo cuando se quedó dormido frente a la chimenea del cuarto de profesores y se levantó a la mañana siguiente para dar clase, dejando atrás su cuerpo. Binns hablaba monótonamente, mientras escribía nombres y fechas, y hacia que Elmerico el Malvado y Ulrico el Chiflado se confundieran. A Vega le aburría esa clase, pero daba lo mejor de ella sin hablar, solo asentir y negar, algo que hacia que le cayera bien a todos, menos los profesores, que cada salida de clases pedian hablar con ella para pedirle que por favor hable con palabras.
El profesor Flitwick, el de la clase de Encantamientos, era un brujo diminuto que tenía que subirse a unos cuantos libros para ver por encima de su escritorio. Al comenzar la primera clase, sacó la lista y, cuando llegó al nombre de Harry, dio un chillido de excitación y desapareció de la vista. Algo que a Vega lo ignoraba.
La profesora McGonagall era siempre diferente. Estricta e inteligente, les habló en el primer momento en que se sentaron, el día de su primera clase.
—Transformaciones es una de las magias más complejas y peligrosas que aprenderan en Hogwarts —dijo—. Cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver. Ya están prevenidos.
Entonces transformó un escritorio en un cerdo y luego le devolvió su forma original. Todos estaban muy impresionados y no aguantaban las ganas de empezar, pero muy pronto se dieron cuenta de que pasaría mucho tiempo antes de que pudieran transformar muebles en animales.
Después de hacer una cantidad de complicadas anotaciones, les dio a cada uno una cerilla para que intentaran convertirla en una aguja. Al final de la clase, sólo Hermione Granger había hecho algún cambio en la cerilla. La profesora McGonagall mostró a todos cómo se había vuelto plateada y puntiaguda, y dedicó a la niña una excepcional sonrisa. Pero la cambio cuando se dio cuenta que Vega, miraba la ventana seria y tranquila, pues en su mesa la cerilla ya estaba tranformada en una aguja; si, Vega fue la primera en transformar su cerilla.
La clase que todos esperaban era Defensa Contra las Artes Oscuras, pero las lecciones de Quirrell resultaron ser casi una broma. Su aula tenía un fuerte olor a ajo, y todos decían que era para protegerse de un vampiro que había conocido en Rumania y del que tenía miedo de que volviera a buscarlo. Su turbante, les dijo, era un regalo de un príncipe africano como agradecimiento por haberlo liberado de un molesto zombi, pero ninguno creía demasiado en su historia. Sólo que Vega no confiaba en él, habia algo en ese profesor que a Vega no le gustaba.
El viernes fue un día importante para Harry y Ron. Por fin encontraron el camino hacia el Gran Comedor a la hora del desayuno, sin perderse ni una vez, todo porque seguían a Vega.
—¿Qué tenemos hoy? —preguntó Harry a Ron, mientras echaba azúcar en sus cereales.
Ron sin saber, miro a Vega, Vega volteo a verlo, Ron señalo el horario y Vega se lo enseño, señalando con el dedo indice la materia que tocaba.
—Pociones Dobles con los de Slytherin —respondió Ron volteando a ver a Harry—. Snape es el Jefe de la Casa Slytherin. Dicen que siempre los favorece a ellos... Ahora veremos si es verdad.
—Ojalá McGonagall nos favoreciera a nosotros —dijo Harry.
La profesora McGonagall era la jefa de la casa Gryffindor; pero eso no le había impedido darles una gran cantidad de deberes el día anterior.
—Oye, Vega —hablo Ron, volteando a ver a Vega—. Tu siempre diavulas por los pasillos, has deber escuchado lo que dicen de él, ¿o me equivoco?
Vega negó. Harry le atraía Vega, pues Vega es muy callada y nunca hablaba, solo hacia señas.
—Vega —hablo por primera ves Harry con ella—... así te llamas, ¿no? —Vega asintió—¿Qué has escuchado hablar de Pociones?
Vega lo miro, una pregunta dificil, pues no podia asentir, ni negar.
Vega trago saliva, Ron la miro al igual que Harry, ya sabían que iba a pasar.
—Todos lo odian, dice que siempre les trae en contra a los de Gryffindor —dijo Vega agarrando una zanahoria al conejo blanco de su hermano mayor—. Y cuando se trata de Slytherin y Gryffindor, les baja puntos a Gryffindor, aunque Slytherin sea el culpable.
Harry y Ron se miraron, entendiendo las palabras de Vega. Justo en aquel momento llegó el correo. Vega ya se había acostumbrado que nada le llegara. Aquella mañana la lechuza de Harry pasó volando entre la mermelada y la azucarera y dejó caer un sobre en el plato de Harry. Éste lo abrió de inmediato.
Harry cogió prestada la pluma de Ron y contestó, en la parte de atrás de la nota, y la envió con Hedwig.
—¿De quien era? —pregunto Ron.
—Hagrid. Quiere que vaya a tomar té.
—Oh...
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Vega en Hogwarts: la piedra filosofal [VEH #1]
Fanfiction"Las estrellas siempre hablan" "¿Cómo sabes cuando hablan?" "Nunca lo sabes. Solo tienes que sentirlo." Vega nunca a tenido una vida feliz, pero poco a poco va viendo que sin importar nada, sus amigos siempre estaran ahí.