Vega en Hogwarts: la piedra filosofal [VEH #1]

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La nieve todavía no se había derretido a la mañana siguiente.

—¿Quieres jugar al ajedrez, Harry? —preguntó Ron.

—No.

—¿Por qué no vamos a visitar a Hagrid?

—No... ve tú... Lleva a Vega...

Harry observo a Vega quien reía con Kyle, estaban aventandose uvas en el aire, a ver quien podía hacer que les cayera en la boca.

—Sé en qué estás pensando, Harry, en ese espejo. No vuelvas esta noche.

—¿Por qué no? —preguntó Harry, volviendo a observar el fuego.

—No lo sé. Pero tengo un mal presentimiento y, de todos modos, ya has tenido muchos encuentros. Filch, Snape y la Señora Norris andan vigilando por ahí ¿Qué importa si no te ven? ¿Y si tropiezan contigo? ¿Y si chocas con algo?

—Pareces Hermione y Vega juntas.

—Te lo digo en serio, Harry, no vayas.

Pero Harry sólo tenía un pensamiento en su mente, volver a mirar en el espejo. Y Ron no lo detendría.

Vega a lo lejos observo a sus amigos, Harry observaba el fuego, como si fuera lo mas importante, pero Vega sabia lo que Harry pensaba. Observo a Ron, quien se iba con sus hermanos.

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Vega se quedo despierta en las noches, observando como Harry despertaba y salia de la habitación con su capa de invisibilidad. La tercera noche, Vega se levanto al ver a Harry.

—¿Qué haces despierta? —preguntó Harry nervioso.

—Voy contigo —comentó Vega, llevandose a Wen en su hombro.

Ambos se metieron abajo de la capa invisible y empezaron su recorrido, encontraron el camino más rápido que la ves anterior. Harry andaba más rápido de lo que habría sido prudente, porque sabía que estaba haciendo ruido, pero no se encontró con nadie.

Y allí estaba el espejo.

Harry se dejó caer al suelo para sentarse frente al espejo. Vega lo observo con melancolía, ella pudo sentir ese sentimiento que Harry tenia al estar enfrente del espejo; se sentó a lado de Harry, con Wen, quien pasaba del hombro de Vega al de Harry. Vega agarro la mano de Harry, quien la acepto entrelazando sus dedos.

Vega por primera vez, pudo ver la familia de Harry en el espejo, con ella, Wen y Harry; sonrió al verlos.

—Tu padres... —empezó, haciendo que Harry la volteara a ver—... Se ven que se aman, que te aman.

—¿Los ves? —preguntó Harry con alegría.

—Por primera vez, los veo, Harry —comentó.

Una voz los trajo a la realidad.

—Entonces de vuelta otra vez, ¿no?

Harry y Vega sintieron como si se le helaran las entrañas. Miraron para atrás. Sentado en un pupitre, contra la pared, estaba nada menos que Albus Dumbledore.

—No... no lo había visto, señor.

—Es curioso lo miope que se puede volver uno al ser invisible —dijo Dumbledore, y Harry se sintió aliviado al ver que le sonreía—. Entonces — continuó Dumbledore, bajando del pupitre para sentarse en el suelo con Harry—, tú y Vega, como cientos antes que ustedes, has descubierto las delicias del espejo de Oesed.