Vega en Hogwarts: la piedra filosofal [VEH #1]

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Malfoy no podía creer lo que veían sus ojos, cuando vio que Harry y Ron todavía estaban en Hogwarts al día siguiente, con aspecto cansado pero muyalegres. Por la mañana Harry y Ron le contaron a Vega lo que paso, y claro, recibieron regaños por la nombrada, también pensaron que el encuentro con el perro de tres cabezas había sido una excelente aventura, y ya estaban preparados para tener otra. Mientras tanto, Harry le habló a Ron del paqueteque había sido llevado de Gringotts a Hogwarts, y pasaron largo ratopreguntándose qué podía ser aquello para necesitar una protección así.

—Es algo muy valioso, o muy peligroso —dijo Ron.

—O las dos cosas —opinó Harry.

Vega asintió, estando de acuerdo con Harry.

Pero como lo único que sabían con seguridad del misterioso objeto era que tenía unos cinco centímetros de largo, no tenían muchas posibilidades deadivinarlo sin otras pistas. Ni Neville ni Hermione demostraron el menor interés en lo que habíadebajo del perro y la trampilla. Lo único que le importaba a Neville era no volver a acercarse nunca más al animal. Pero claro, Hermione regaño a Vega, diciendole «Tu ni siquiera lo viste, es mejor que no te metas problemas con ellos». Pero claro, Vega seguía queriendo ayudar a Harry y Ron, por algo es una Williams, y los Williams son muy curiosos.

Mientras las lechuzas volaban por el Gran Comedor, como de costumbre, la atención de todos se fijó de inmediato en un paquete largo y delgado, que llevaban seis lechuzas blancas. Vega se sorprendió cuando las lechuzas bajaron y dejaron el paquete frente a Harry, tirando al suelo su tocino.

—¡Oye, el tocino! —reclamo Vega viendo el tocino en el suelo.

Se estaban alejando, cuando otra lechuza dejó caer una carta sobre el paquete.

Harry abrió el sobre para leer primero la carta, mientras Vega se inclino hacia Harry observando lo que decia la nota por el hombro de Harry.

Decía:

NO ABRAS EL PAQUETE EN LA MESA

Contiene tu nueva Nimbus 2.000, pero no quiero que todos sepan que te han comprado una escoba, porque también querrán una. Oliver Wood te esperará esta noche en el campo de quidditch a las siete, para tu primera sesión de
entrenamiento.

Profesora McGonagall.

Harry tuvo dificultades para ocultar su alegría, mientras le alcanzaba la nota a Ron.

—Vaya... Ya te hiciste el favorito de la profesora —comentó Vega amargamente llevandose su tenedor con carne a la boca.

Ron y Harry la agarraron cada brazo para luego llevársela.

—¡Una Nimbus 2.000! —gimió Ron con envidia—. Yo nunca he tocado ninguna.

Salieron rápidamente del comedor para abrir el paquete en privado, antes de la primera clase, pero a mitad de camino se encontraron con Crabbe y Goyle, que les cerraban el camino. Malfoy le quitó el paquete a Harry y lo examinó.

—Es una escoba —dijo, devolviéndoselo bruscamente, con una mezcla de celos y rencor en su cara—. Esta vez lo has hecho, Potter. Los de primer año no tienen permiso para tener una.

Ron no pudo resistirse.

—No es ninguna escoba vieja —dijo—. Es una Nimbus 2.000. ¿Cuál dijiste que tenías en casa, Malfoy, una Comet 260? —Ron rió con aire burlón—. Las Comet parecen veloces, pero no tienen nada que hacer con las Nimbus.

—¿Qué sabes tú, Weasley, si no puedes comprar ni la mitad del palo? —replicó Malfoy—. Supongo que tú y tus hermanos tienen que ir reuniendo la escoba ramita a ramita.

—¿Que vas a saber tu? —preguntó Vega, defendiendo a Ron—Ni siquiera puedes montar una —sonrió burlonamente—, ya sabes... Cómo te regañaron muchas veces por no saber montar una... Dudo mucho que sepas de ellas y de como los demas la obtienen.

Ron y Harry con una sonrisa se pusieron a cada lado de Vega, mientras ella cruzaba sus brazos.

Antes de que Malfoy pudiera contestarle, el profesor Flitwick apareció detrás de Malfoy.

—No se estaran peleando, ¿verdad, chicos? —preguntó con voz chillona.

—A Potter le han enviado una escoba, profesor —dijo rápidamente Malfoy.

—Sí, sí, está muy bien —dijo el profesor Flitwick, mirando radiante a Harry—. La profesora McGonagall me habló de las circunstancias especiales, Potter. ¿Y qué modelo es?

—Una Nimbus 2.000, señor —dijo Harry, tratando de no reír ante la cara de horror de Malfoy—. Y realmente es gracias a Malfoy que la tengo.

—De echo, le estaba felicitando a Harry... —comentó Vega con una sonrisa burlona.

Harry, Vega y Ron subieron por la escalera, conteniendo la risa ante la evidente furia y confusión de Malfoy.

—Bueno, es verdad —continuó Harry cuando llegaron al final de la escalera de mármol—. Si él no hubiera robado la Recordadora de Neville, yo no estaría en el equipo...

—Y yo no estaria burlandome de Malfoy —comentó Vega burlona junto con Ron.

—Juro que si un día llego a pelearme contigo me arrodillare frente a ti pidiendo perdón —comentó Ron.

—Yo igual —dijo Harry.

—¿Así que crees que es un premio por quebrantar las reglas? —Se oyó una voz irritada a sus espaldas.

Hermione subía la escalera, mirando con aire de desaprobación el paquete de Harry.

—Pensaba que no nos hablabas —dijo Harry, recibiendo un golpe por parte de Vega.

—Sí, continúa así —dijo Ron—. Es mucho mejor para nosotros.

Hermione se alejó con la nariz hacia arriba.

—Un día... Ustedes dos necesitaran a Hermione y cuando pase ese día, yo los golpeare —habló furiosa Vega.

—Me gustaba más cuando no hablaba —susurro Ron a Harry. Harry asintió recibiendo un golpe en la cabeza al igual que Ron por Vega.

—Y a mi me gustaria que dejaran a Hermione en paz —exclamó Vega.

Durante aquel día, Vega pudo ver a Harry esforzarse por atender a las clases. Parecía no tener su mente en orden, pues Vega sabia que aquella misma noche aprendería a jugar Quidditch. Durante la cena comió sin darse cuenta de lo que tragaba, y luego se apresuró subir con Ron, para sacar; por fin, a la Nimbus 2.000 de su paquete.

Hasta Harry, que no sabía nada sobre las diferencias en las escobas, pensó que parecía maravillosa. Pulida y brillante, con el mango de caoba, tenía una larga cola de ramitas rectas y, escrito en letras doradas: «Nimbus 2.000».

Cerca de las siete, Harry salió del castillo.

—¿Crees que le vaya bien? —preguntó Ron observando el retrato donde Harry habia salido.

—Claro... Esta en su sangre —dijo Vega, para luego golpear a Ron a la cabeza con su libro—. Ahora, ponte a trabajar.

Nuestra Vega es muy inteligente...

Besos...💕