Cuando comenzaron las vacaciones, Ron, Vega y Harry tuvieron mucho tiempo para pensar en Flamel. Tenían el dormitorio para ellos y la sala común estaba mucho más vacía que de costumbre, así que podían elegir los mejores sillones frente al fuego. Se quedaban comiendo todo lo que podían pinchar en un tenedor de tostar (pan, buñuelos, melcochas) y planeaban formas de hacer que expulsaran a Malfoy, muy divertidas, pero imposibles de llevar a cabo.
—¡Oh! Tengo una idea —habló Vega—. Pidele ayuda a los hermanos de Ron, ellos son buenos para hacer bromas.
—¿Conoces mis hermanos? —preguntó Ron extrañado.
—No... Solo a Percy y a ti —comentó Vega.
Ron comenzó a enseñarle a Harry a jugar al ajedrez mágico. Era igual que el de los muggles, salvo que las piezas estaban vivas, lo que lo hacía muy parecido a dirigir un ejército en una batalla. El juego de Ron era muy antiguo y estaba gastado. Como todo lo que tenía, había pertenecido a alguien de su familia, en este caso a su abuelo. Sin embargo, las piezas de ajedrez viejas no eran una desventaja.
Ron las conocía tan bien que nunca tenía problemas en hacerles hacer lo que quería.
—¿Por qué no te diviertes, Vega? —preguntó Ron observando a Vega por unos segundos, para luego observar el ajedrez.
—Le prometimos a Hermione buscar a Flamel —contestó Vega, pasando una hoja a todos los libros—. Recuerdo que una vez alguien lo mencionó pero... No me acuerdo quién.
—Vega, sólo relajate —comentó Ron—. Vamos Harry; dile que se divierta.
—Vega... —empezó Harry volteando a verla. Al ver la vista de Vega estaba fijamente sobre él, sin expresión; volteo a ver a Ron—Si... Quiero vivir.
Dicho eso, Harry siguio observando el ajedrez, haciendo que Vega sonriera y que Ron rodara los ojos.
—Oye, ¿y que tanto haces en el dormitorio de las niñas tu sola? —preguntó Ron.
—Privacidad... Necesito privacidad, Ron —habló Vega agarrando los libros para irse al dormitorio.
Cuando al día siguiente se despertó Vega temprano en los dormitorios de las niñas, lo primero que vio fue sus regalos a los pies de su cama. Vega sonrió feliz al tener los regalos de su pequeña familia, hasta que se encontro algo que la desagrado.
Su abuela Regina Ackerman, madre de Helena Williams le habia mandado un regalo a Vega, en su nota decía:
PARA: Vega S. Williams.
Me alegra que ya estes en Hogwarts, Vega, perdón por no contactarte o enviarte una carta desde la muerte de tu padre. Tu madre no quería, así que no podía hablarte mi pequeña y hermosa mujer.
Lamento la perdida de tu madre, no me había enterado de eso, le mande una carta a tu padrino, él me lo conto aunque no quería...
Aun así lo hizo, me dolio tanto saber que tu madre esta muerta, así que pense que tú, Vega, pudieras venir a vivir conmigo. Seguirían viendo a tu padrino, y seguirias yendo a Hogwarts.
Piensalo, mi amor...
De: Regina L. Ackerman.
Pd: Se que estas en Gryffindor, hubieras sido mucho mejor que te hubieras quedado en Slytherin, pero
bueno. Te quiero.Vega abrió la cajita pequeña para encontrarse con un collar, con el dije de una corona con un escritura detras. Que decía:
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Vega en Hogwarts: la piedra filosofal [VEH #1]
Fiksi Penggemar"Las estrellas siempre hablan" "¿Cómo sabes cuando hablan?" "Nunca lo sabes. Solo tienes que sentirlo." Vega nunca a tenido una vida feliz, pero poco a poco va viendo que sin importar nada, sus amigos siempre estaran ahí.