Prólogo

25.1K 924 225
                                    

Último año de instituto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Último año de instituto.
Me subo al carro de Mathias, mi vecino y mejor amigo desde la infancia, quien al cumplir recientemente dieciocho consiguió licencia de conducir.

—¿Ansiosa? —Me pregunta a lo que yo asiento—. Hay que estar relajados, es el último año y no debemos alterarnos para que todo salga bien.

—Si... Ojalá no sea como el año anterior.

—Tranquila Emily, este año será mejor. Lo presiento.

Una vez que llegamos, mi amigo aparca el carro y nos dirigimos a la entrada donde nuestros amigos, Kira y Sebastian, nos esperaban.

Luego de varios saludos amistosos y de que sonara la campana, nos vamos a la primera clase que por suerte nos tocaba juntos.

Me siento junto a Kira en la antepenúltima fila, detrás de los dos chicos.

La maestra de matemática entra y todos dejan de hablar para prestarle atención.

—Bueno chicos, bienvenidos a su último año de instituto. Ya el próximo año podrán estudiar lo que ustedes elijan, por lo que les deseo toda la suerte del mundo—. Todos aplaudimos alegres celebrando y nos callamos cuando esta continúa hablando— No solemos recibir gente nueva en último año, pero siempre hay una excepción.

Hace una señal a la puerta y entra un chico con jeans y una chaqueta de cuero que lo hace lucir como un auténtico "bad boy". Sin siquiera presentarse, camina delante de la profesora para sentarse en uno de los asientos vacíos frente al pizarrón.

—85 —Me susurra Kira.

—92 —Le respondo yo. Solemos calificar a los chicos del 1 al 100, en donde 1 es horrible, 50 aceptable y 100 perfecto— Es bastante guapo —me encojo de hombros.

—Y con esa chaqueta parece un perfecto badoy.

—Eres ridícula Kira, tú crees que todos los que ocupan chaqueta de cuero son chicos malos.

—Es que me encaaaantan —Chilla en un susurro. Ruedo los ojos, otra vez con lo mismo de lo sobre natural y eso.

—A callar y a poner atención —se gira Mathias—. Luego hablarán del chico nuevo.

Y así fue como transcurrieron las clases a las cuales intenté prestar atención, ya que de vez en cuando mi mirada se desviaba a los lindos y trabajados hombros del chico nuevo.

Suena la campana y el recién llegado es el primero en salir, guardo las cosas en mi bolsa y me dirijo junto a mis amigos a nuestros casilleros para sacar las cosas de la siguiente clase: Inglés.

(...)

La campana indica la salida de la penúltima clase del día, y vamos con mis amigos a la cafetería. Tomamos en una bandeja algo de comida y nos vamos a sentar en nuestra pequeña mesa de siempre.

Tu secreto descubierto [#TSD1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora